Definición de Biometría
Periodista esp. e investigador
¿Cómo entras a tu correo electrónico? ¿y a tus redes sociales? La respuesta es evidente: mediante una contraseña. Igualmente en tu smartphone (lo que se llama PIN, esa combinación de cuatro o seis números que solamente tu conoces), aunque aquí ya muchos disfrutamos de que el terminal nos pueda leer la yema de los dedos, nos reconozca la faz, o bien la retina.
Esto es lo que se llama identificación biométrica, y dicha práctica constituye el futuro de la identificación personal en sustitución de las contraseñas.
La biometría consiste en la identificación de características únicas de cada persona para comprobar su identidad en un sistema informático.
¿Realmente son únicas? ¿no existen dos personas con las mismas huellas dactilares o cuya lectura del iris dé los mismos resultados? Pese a que la tecnología tiene sus limitaciones, la respuesta a la primera pregunta es que sí, y a la segunda es que no.
Tanto las huellas digitales, como el iris de nuestros ojos, presentan tantas características que hacen virtualmente imposible que el mismo patrón se repita, y menos en el mismo momento histórico, y que sea detectable. Que un campesino japonés del siglo VI d.C. tuviera un iris que pudiera pasar por el mío en un sistema de reconocimiento biométrico puede suponer un riesgo para la seguridad… más que nulo.
Los sistemas de reconocimiento biométrico se han popularizado en los dispositivos móviles gracias a la mejora de los sistemas de lectura, su miniaturización, y el abaratamiento de su fabricación e inclusión en un dispositivo electrónico.
Así, por ejemplo, ahora cualquier smartphone de gama alta, incorpora tanto un lector de huellas digitales como un software que permite leer e interpretar rostros, iris y retinas. Esto último es posible gracias a la cámara delantera, que los terminales ya venían llevando desde hace tiempo, y a una luz LED infrarroja que actúa para iluminar el elemento biométrico a leer.
No obstante, antes de llegar a los smartphones, algunas computadoras portátiles ya incluyeron un lector de huellas dactilares para facilitar su desbloqueo, ¿Por qué las portátiles concretamente? Pues porque son las más susceptibles de ser perdidas o extraviadas.
Actualmente, estos sistemas biométricos se conjuntan con los tradicionales sistemas de identificación por contraseñas o pines.
Si bien interceptar o decodificar una contraseña es fácil, no es nada trivial burlar la seguridad de un sistema biométrico.
Para ello, pocas opciones más nos quedan que presentar ante el lector, el elemento original a leer. ¿Miedo a que te corten un dedo o te arranquen un ojo para poder acceder a datos importantes? No te preocupes: para realizar una lectura correcta, debe correr sangre por el dedo y por el ojo, lo que exige que estos elementos sigan “pegados” al resto de tu cuerpo.
Con esto, las compañías fabricantes e implementadoras de estos sistemas, buscan evitar posibles violencias extremas para forzar el acceso a los dispositivos.
Otras medidas de control biométrico pasan por la lectura de la forma de la palma de la mano, y de las venas de los dedos (o, eventualmente, de la mano u otras partes del cuerpo).
El futuro de la biometría es el de sustituir a las actuales contraseñas, de forma que no tengamos que recordar ninguna combinación de letras y números, pero todavía vamos a tener que convivir con las contraseñas y PINes durante bastante tiempo.
Fotos: Fotolia – Onidji / Nanuvision
Trabajo publicado en: Oct., 2018.
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