Definición de Chubasco
La palabra que analizamos proviene del portugués, concretamente de chuva, que significa lluvia. Se considera que este vocablo tiene su origen en la navegación, por lo que no es extraño que provenga de la lengua portuguesa, ya que los navegantes portugueses fueron pioneros en el descubrimiento de nuevos territorios.
La terminología relacionada con la lluvia
Si bien estamos hablando de lluvia de cierta intensidad, en la terminología meteorológica tiene un significado muy preciso. En este sentido, hay que diferenciar entre la simple lluvia, la llovizna o el chubasco. En primer lugar, si la lluvia que cae no llega al suelo porque durante su trayecto se evapora, se trata de una virga. Cuando las precipitaciones caen de forma intermitente y como si fueran cubos de agua, estamos ante un chubasco, que popularmente también es conocido con las palabras aguacero, tromba o chaparrón.
Se dice que hay lluvia cuando cae agua de forma continuada y el diámetro de las gotas es mayor de 0.5 milímetros. Para saber si se produce llovizna, el diámetro de las gotas debe ser inferior a los 0.5 milímetros (la palabra llovizna presenta un gran número de sinónimos en el lenguaje popular, tales como chirimiri, orballo, calabobos, garúa, mollizna y otros).
La prenda de vestir que nos protege de los chubascos
Los chubascos, débiles o intensos, suelen ir acompañados de viento. De esta manera, las nubes que los anuncian también nos recuerdan la necesidad de llevar una vestimenta apropiada. Como es lógico, la prenda más idónea es un chubasquero, una protección muy habitual entre los pescadores y navegantes y en aquellos territorios donde la lluvia es especialmente intensa.
El ciclo del agua
Independientemente de la palabra que utilicemos para referirnos a la lluvia, cualquier precipitación forma parte del ciclo del agua. En este sentido, hay que recordar que el agua nunca está quieta, pues se encuentra en alguna parte de un proceso. Así, cuando el Sol calienta el agua de la superficie terrestre se evapora y se convierte en vapor de agua que se eleva hacia la atmósfera y esta parte del ciclo es conocida como evaporación.
Posteriormente, el agua se enfría y esto produce las nubes, un fase que es conocida como condensación. Una vez que el agua se ha condensado y se han formado las nubes, las gotas que hay en ellas chocan entre sí y acaban cayendo en forma de lluvia o de nieve y este proceso es denominado precipitación. Si nos referimos a los chubascos, las nubes que los provocan son conocidas como cumulonimbos.
Fotos: Fotolia – Gordeev / Mirko Macari
Trabajo publicado en: Ene., 2017.
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