Definición de COBOL
Periodista esp. e investigador
Si hay un lenguaje de programación que podamos catalogar como de “superviviente”, este es, sin duda alguna, COBOL.
Nacido en 1959, ya no es de uso común, pero todavía se forman especialistas y se demandan en ciertos sectores empresariales, como el bancario, debido a la ingente cantidad de software a mantener.
Dicha práctica, contraria a la lógica de ir actualizando los programas y sistemas, responde a la máxima de “si funciona, no lo toques”, especialmente en sistemas que son críticos, es decir que cualquier malfuncionamiento podría provocar graves problemas.
No he mencionado el sector bancario porque si y solamente a modo de ejemplo, sino porque es donde me consta que subsiste un mayor número de programas en COBOL que todavía hoy son mantenidos, aunque no es el único sector, contando también las administraciones públicas (entre otros) con un gran elenco de programas en COBOL todavía en uso.
Dichos sistemas acostumbran a ser virtualizados de máquinas antiguas (proliferan, por ejemplo, los sistemas VAX que se ejecutan en máquinas virtuales sobre modernos servidores x86-64).
Tal es la longevidad de COBOL, que tras su lanzamiento en 1959, ha habido diversas revisiones del estándar, la última de ellas en 2014.
La primera de estas revisiones se produjo entre 1961 y 1965 para añadirle nuevas funcionalidades, mientras que las demás fueron realizadas en 1968 (adaptación al estándar ANSI –American National Standards Institute-), 1974, 1985, 1989 2002, y la ya comentada de 2014.
Para modernizarlo, incluso se lo ha dotado de capacidad para la programación orientada a objetos, y una empresa creadora de herramientas de programación ha llegado a lanzar un entorno que permite el desarrollo de videojuegos empleando COBOL, más una curiosa rareza que una herramienta que sea utilizada a la práctica, pero que demuestra la camaleónica capacidad de adaptación de COBOL, que le ha permitido sobrevivir hasta nuestros días.
Las siglas COBOL significan Common Business-Oriented Language, y como su nombre indica, se refieren a un lenguaje universal adaptado para cumplir los objetivos de las empresas.
Hay que enmarcar su nacimiento en una época en la que los sistemas informáticos eran muy diversos, lo que provocaba que los profesionales que salían de una empresa, tuvieran que aprender cómo funcionaba el sistema de la nueva compañía a la que iban a trabajar, casi desde la base.
Para facilitar que dichos profesionales (programadores) fueran productivos prácticamente desde el primer día, este lenguaje de programación les daba unas bases comunes que podían utilizar entre diferentes sistemas.
Para hacernos cargo de la longevidad de este lenguaje pese a los años que hace que ya está “pasado de moda”, me permitirán la licencia de despedirme con un chiste relacionado:
Érase una vez un programador de Cobol que, cansado de arreglar problemas relativos al efecto 2.000, en 1.999 decidió criogenizarse.
Despertado en el futuro, todavía medio dormido, el programador mira por la ventana y vé altos edificios que atraviesan las nubes y coches voladores, sin duda lo han despertado más allá del año 2.000. Entonces, pregunta “¿en qué año estamos?”.
Quien le responde es una persona que, a su vez, le pregunta: “eres programador de COBOL ¿verdad?” a lo que nuestro protagonista responde “sí”.
“Pues verás, es que estamos en el año 9.999 y, ya sabes, tenemos problemas con el efecto 10.000…”
Foto: Fotolia – teguhjatipras
Trabajo publicado en: Oct., 2017.
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