Ecolocación - Definición, Concepto y Qué es
Los animales se desenvuelven en la naturaleza utilizando sus sentidos. Tradicionalmente se habla de los cinco sentidos: el oído, la vista, el tacto, el olfato y el gusto. Hay animales que tienen un sentido muy agudizado y los otros cumplen un papel secundario. Así, las águilas tienen una vista muy potente, los perros un olfato muy preciso y los pulpos o las abejas tienen unos sofisticados detectores del gusto. Esta visión convencional de los sentidos es algo insuficiente, ya que algunas especies utilizan otro sentido, la ecolocación o ecolocalización.
La idea fundamental de este sentido
El término ecolocación se forma a partir de dos conceptos, el eco y la localización. De esta manera, se habla de la ecolocación para expresar la facultad de percibir el espacio a partir de la percepción de las ondas sonoras que se generan en él. Esta facultad es propia de algunos animales como el murciélago o el delfín. Los murciélagos se orientan con absoluta precisión en la oscuridad gracias a este sentido.
Este sistema les permite cazar insectos que resultan invisibles para otros animales y desplazarse sin apenas utilizar la visión. En el caso de los delfines, tienen un sistema de sonar extremadamente sensible que les permite moverse por las profundidades del mar, cazar presas y evitar obstáculos. Tanto el murciélago como el delfín emiten ráfagas en forma de impulsos sonoros y esto les permite obtener información del espacio físico que les rodea (el retorno del eco es lo que les da toda la información).
La ecolocación en algunas personas ciegas
De manera excepcional, algunas personas ciegas de nacimiento han desarrollado esta facultad. Para poder moverse sin chocar con objetos lo que hacen es emitir un sonido con la boca (una especie de click) y las ondas que emiten dicho sonido son captadas por su cerebro, lo cual les indica que hay algún objeto delante y deben esquivarlo.
Por otra parte, con la ecolocación pueden tener una idea aproximada del tamaño del objeto y el material del cual está hecho. De alguna manera, su ceguera no les impide tener una «imagen visual» en el cerebro, ya que la ecolocación actúa como sustituto de la visión normal.
La ecolocación en algunas personas ciegas de nacimiento nos permite extraer algunas conclusiones. Por una parte, nuestro cerebro es eminentemente plástico y flexible, es decir, tiene un gran capacidad de adaptación. Por otro lado, la ecolocación en personas ciegas es una alternativa que puede resultar muy útil como sistema para mejorar la movilidad a través de un proceso de aprendizaje. Por último, la ecolocación en las personas ciegas demuestra que nuestros cinco sentidos no son los únicos, pues tenemos otras potencialidades sensoriales por explorar.
Fotos: iStock – Raul Rosa / David Parsons
Trabajo publicado en: Mar., 2016.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.