Definición de Fresco (Arte)
La pintura al fresco es aquella que se realiza sobre una superficie rústica, también llamada arricio. La denominación pintura al fresco proviene de la lengua italiana, concretamente de la palabra affresco.
La técnica pictórica es anterior al nacimiento de Cristo y es básicamente la siguiente: se crea una masa de cal pura y arena sobre un muro y el artista pinta su obra cuando la superficie del mismo todavía se encuentra fresca.
Aspectos técnicos
Esta tipo de pintura está asociada a un procedimiento de una gran complejidad técnica, pues es necesario realizar todo tipo de preparativos, como acondicionar la superficie de la pared, aplicar capas de cal de distinto espesor, mojar la pared con agua o trazar un diseño inicial. En el lenguaje especializado se utilizan varios términos, como trusilar, arriciato e intonaco (cada uno de ellos se refiere a un aspecto de la preparación de la pared sobre la que se va a pintar).
En la mayoría de obras con esta técnica el artista emplea una reducida gama de colores, pues hay que tener en cuenta que ciertas tonalidades no se pueden combinar con la cal.
Para que los colores se apliquen correctamente sobre el muro humedecido es necesario que el artista trabaje con rapidez, seguridad y con un gran dominio técnico. Por otro lado, los pintores deben tener en cuenta que la intensidad del color disminuye cuando la cal se seca.
Antes de pintar sobre la cal los pintores suelen crear un dibujo sobre un cartón o una madera de tamaño natural y que posteriormente se coloca sobre el muro para calcar el dibujo.
Los frescos de la Capilla Sixtina
La pintura al fresco es originaria de la cultura minoica de la antigua Grecia. Esta técnica fue recuperada durante el Renacimiento, de manera muy especial en Italia.
Los frescos de la bóveda de la Capilla Sixtina pintados por Michelangelo Buonarroti son probablemente los más reconocidos en la historia del arte universal. El artista italiano inició esta tarea en 1508 en solitario por un encargo del Papa Julio ll y finalizó su obra cuatro años después.
Los frescos tienen unas dimensiones espectaculares (36 metros de longitud y 13 metros de anchura, lo que equivale a una superficie de más de 500 metros cuadrados). Todas sus creaciones en la Capilla Sixtina están relacionadas con relatos bíblicos recogidos en el libro del Génesis.
Foto: Fotolia – philipbird123
Trabajo publicado en: Sep., 2017.
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