Importancia de las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo
Son las dos organizaciones de derechos humanos más emblemáticas de la Argentina que nacieron luego del golpe de estado de 1976 y la instauración de la dictadura militar encabezada por Jorge Videla y Emilio Massera, entre otros.
Organismos de derechos humanos argentinos y emblemas de la lucha contra el terrorismo de estado (1976-1983)
El grupo de madres se reunieron por primera vez en 1977, en la Plaza de Mayo, para exigir una reunión con la culpa militar gobernante y obtener información sobre sus hijos detenidos ilegalmente y desaparecidos.
Posteriormente, y tras la avanzada cruel del régimen dictatorial, comenzaron a luchar por la recuperación de sus hijos, el enjuiciamiento, y la sentencia por crímenes de lesa humanidad de todos los militares responsables de los crímenes de lesa humanidad perpetrados contra ellos.
Los pañuelos blancos en la cabeza, y la marcha semanal de los días jueves alrededor de la Plaza de Mayo, fueron y son sus señas distintivas y que adquirieron el estatus de símbolos.
El régimen militar denominado Proceso de Reorganización Nacional habría hecho desaparecer unas nueve mil personas de acuerdo a las estadísticas comprobadas por parte de la CONADEP (Comisión Nacional de Desaparecidos), sin embargo, para muchos esa cifra es chica y hablan de la posibilidad de unos treinta mil.
Madres en marcha que dieron la vida por sus hijos
Si bien la dictadura las comenzó a perseguir, cuando sus manifestaciones se hicieron cada vez más multitudinarias ruidosas, y muchas de ellas inclusive fueron desaparecidas como sus hijos, jamás claudicaron en sus fines y al día de la fecha siguen luchando por obtener justicia y conocer cuál fue el destino final de sus familiares.
La agrupación Madres se dividió en dos corrientes internas, por un lado, el grupo liderado por Hebe de Bonafini, y por otro, la línea fundadora encabezada por Marta Vásquez.
Bonafini es sin lugar a duda la integrante de madres más popular, pero también la más controvertida a razón de sus posiciones políticas extremas y sus declaraciones híper violentas para con algunos dirigentes políticos con los que no está de acuerdo.
Las abuelas y su inagotable búsqueda por restituir a los nietos desaparecidos
Por su parte, las abuelas, surgieron después y se enfocaron en el reclamo por sus familiares desaparecidos, pero también por sus nietos, a quienes no conocieron porque sus nueras o hijas fueron detenidas durante su gestación y los tuvieron en cautiverio.
Una enorme cantidad de mujeres dieron a luz a sus hijos en los centros clandestinos de detención y exterminio, donde además de retenerlos ilegalmente se los torturaba.
La organización abuelas ha desarrollado un eficaz método de investigación y gracias a él han logrado restituir 128 nietos desaparecidos durante la dictadura, que fueron entregados ilícitamente a familias adoptivas, y que en su mayoría desconocían sus orígenes.
El estudio de ADN fue y es crucial a la hora de la identificación de los presuntos nietos.
La organización cuenta con diversos medios de contacto, muy discretos, ante los cuales se pueden efectuar consultas si es que alguien tiene dudas sobre su identidad.
En 2014, y con el número 114, fue restituido el nieto de la integrante más emblemática: Ignacio Montoya Carlotto, nieto de Estela Carlotto.
Tras la restauración democrática, y en los años siguientes, ambas agrupaciones desarrollaron un rol crucial en la identificación de víctimas y sobrevivientes de la dictadura, como así también en lo que respecta a la búsqueda de justicia, castigo, e indemnizaciones a los sobrevivientes y deudos.
Un acercamiento político que las alejó de la consideración popular
En 2003, con la asunción de Néstor Kirchner como presidente y luego durante las dos presidencias de su esposa Cristina Fernández, ambas asociaciones gozaron de una relevancia inédita, otorgándoseles partidas de dinero público para solventar sus actividades y sus proyectos, como la radio, la universidad y el plan de construcción de viviendas que manejaron las madres con Bonafini a la cabeza.
Dicho proyecto de construcción fue suspendido en medio de un escándalo por denuncias de corrupción.
El fin del gobierno kirchnerista significó el final de muchos privilegios de los que gozaron dichas instituciones, y esto sumado al cambio de signo político, abrió una fuerte disputa y una tensa relación con el gobierno de Mauricio Macri, especialmente por parte de Bonafini, quien ha atacado con violentos epítetos a Macri y su familia.
En la ex ESMA (Escuela de Mecánica de la Armada), que fuera uno de los principales centros de detención clandestina, hoy funciona un espacio destinado a la memoria de todos los desaparecidos durante la dictadura, que es gestionado por ambas agrupaciones, y cuyo principal fin es No Olvidar y seguir levantando la bandera de la justicia.
Si bien las mencionadas asociaciones gozan desde su creación de un reconocimiento y respeto local e internacional, no se puede soslayar que en los años de gobierno kirchnerista gozaron de muchos privilegios, que las llevó a alinearse políticamente con el movimiento, pero ciertamente perdieron la autonomía y el respeto que las habían destacado antaño.
Muchos argentinos hoy reprochan sus actividades, en especial a las de Madres, por la mala imagen que ha cosechado en los últimos años Hebe de Bonafini, enredada en casos de corrupción y lavado de dinero, y por sus declaraciones muy polémicas, xenófobas, y violentas.
Trabajo publicado en: Mar., 2019.
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