Importancia de las Aplicaciones

Con la popularización de las computadoras, que pasaron de ser máquinas ocupando salas enteras a herramientas de trabajo y entretenimiento personal de escritorio, fue preciso la introducción de las aplicaciones, el medio para exprimir las capacidades funcionales del PC (personal computer).

Las aplicaciones de consumo, productividad y entretenimiento han pasado por un proceso de transformación de acuerdo a la evolución de los sistemas operativos, adaptándose a las posibilidades de cada ecosistema, y limitadas por la ingeniería del software. Desde sistemas de escritorio dominados por código (MS-DOS), pasando por sistemas iconográficos (MS Windodows y Mac OS X), y terminando por sistemas operativos móviles (Android, Windows Phone, IOS). Las aplicaciones han mejorado con el tiempo, acumulando más funcionalidades y proporcionando un aumento en la productividad, todo ello desembocando en una mejora dentro de la vida laboral y personal del individuo.

Las aplicaciones han propulsado el uso de las computadoras y de los dispositivos móviles tales como tablets y Smartphones. Son herramientas que hacen posible la interactuación de la máquina con el individuo, dando sentido a la existencia de un sistema operativo entendible y manejable por el público en general: las aplicaciones hacen que el código se transforme en elementos visuales e intuitivos para el desarrollo de una actividad determinada. Sin las aplicaciones no se podría navegar por Internet, editar una imagen con Photoshop, grabar un CD con Nero, escuchar música con iTunes, sincronizar contenido con un dispositivo móvil o simplemente jugar.

Las aplicaciones son el “lenguaje vehicular” para simplificar el uso de productos altamente tecnológicos que, bajo sus carcasas, esconden complejas circuiterías entremezcladas con cables y componentes electrónicos. Y aunque en apariencia, el simple hecho de introducir un texto o dibujar una línea no parezca gran cosa, detrás de ello hay todo un trabajo de programación en el que un individuo ha tenido que introducir código para que el sistema operativo interprete una acción en base a números, texto y caracteres. Las aplicaciones pueden tener una apariencia sencilla, pero tras de sí hay una estela invisible de procesos incomprensibles para la mayoría.

Al iniciar una máquina, el sistema operativo que la gobierna es solo el camino por el que transitar, siendo las aplicaciones el vehículo al que subirse para disfrutar de ese camino. Arrancar un ordenador con Windows o un teléfono con Android es solo la primera fase. A partir de ese momento ya intervienen inmediatamente las aplicaciones, para cumplir con una actividad que nosotros queramos acometer: editar una imagen, escribir un texto, o buscar información en Internet.

¿Qué sería de un PC o un teléfono inteligente sin la existencia de aplicaciones? La gran mayoría de nosotros no sabría o no vería sentido al uso de una herramienta tan compleja desde el punto de vista de la electrónica. Vivimos en una era en la que estamos acostumbrados a pulsar sobre un icono para iniciar una actividad, especialmente en nuestra interactuación con los teléfonos móviles actuales, que ya están substituyendo a las computadores en un gran número de actividades.

Las aplicaciones son las herramientas que impulsan nuestra creatividad, alijeran nuestro trabajo, permite comunicarnos con nuestro entorno, aportan entretenimiento, guardan nuestras experiencias o simplifican el acceso a la información.

Las aplicaciones representan la traducción visual y simplificada de un código incomprensible y matemático para que un individuo corriente puede realizar una actividad y obtener un beneficio de ello.