Importancia de la Arquitectura ARM (procesadores)
Cuando los usuarios de teléfonos móviles, tablets y computadoras piensan en cambiar su dispositivo, una de las cosas que tienen en cuenta es la rapidez de su procesador de aplicación, lo cual indicará la potencia del equipo para poder cumplir con tareas más o menos exigentes en la gestión del sistema, reproducción de medios, exploración de páginas web, rendimiento de la cámara de fotografías…
En dispositivos móviles como Smartphones y Tablets, la experiencia de usuario lo es todo, siendo especialmente importante la fluidez con la que se manejará la interfaz de usuario o la rapidez con la que se abre y corre una aplicación. El público está acostubrado a escuchar o leer el nombre de compañías como Qualcomm, Nvidia o Texas Instruments, que son las responsable de los procesadores más difundidos en teléfonos como los Samsung Galaxy, Sony Xperia o Nokia Lumia. Pero los procesadores de Qualcomm o Nvidia necesitan una arquitectura base para funcionar, y ARM es la arquitectura líder en dispositivos móviles actuales.
ARM es una arquitectura RISC (Reduced Instruction Set Computer) de originalmente 32 bits (hoy día también disponible en 64 bits) desarrollada por la compañía ARM Holdings, y licenciada a las compañías productoras de procesadores móviles . La importancia de la arquitectura ARM es básica en el mundo de la movilidad actual, con la excepción de la informática móvil (portátiles e híbridos con Microsoft Windows), mercado donde la arquitectura x86 sigue siendo líder indiscutible.
La arquitectura ARM tiene sus orígenes en la pasada década de los 80, momento en el que la compañía Acorn Computers decidió emprender un proyecto para desarrollar un procesador de gran potencia para sus equipos informáticos. El primer procesador ARM, ARM2, vio la luz comercialmente en 1986.
ARM Holdings se limita solo a licenciar sus diseños, es decir, deja utilizar sus “patentes” para que otras compañías produzcan procesadores propios en base a esta tecnología: por ejemplo, la arquitectura ARMv8-A es la que emplea Apple para el procesador de 64 bits de su iPhone 5 (Apple A7 SoC).
ARM ya cuenta con un amplio rango de arquitecturas de procesador destinadas al uso en un determinado tipo de dispositivo. Los procesadores Cortex-R se pueden encontrar en reproductores de Blu-ray, en cámara digitales, productos médicos o controladores de discos SSD; los Cortex-M son propios de dispositivos de gaming o productos de gama blanca para el hogar; y los Cortex-A son los empleados para dar potencia a teléfonos móviles, tablets o sistemas de navegación para el automóvil.
En realidad, la arquitectura ARM, con diseños en los que se integran más de 30.000 transistores, está presente en un gran número de dispositivos electrónicos en manos o utilizados por usuarios partículares y profesionales, y a diario se venden más de 16 millones de productos basados en esta arquitectura de ARM Holdings.
Los procesadores son el corazón de las máquinas inteligentes que manejamos y de las que sacamos beneficio en el día a día, y no están presentes solo en teléfonos móviles sino que podemos encontrarlos en equipos de audio/video, incluso lavadoras o sistemas de navegación integrados en el salpicadero de un automóvil.
Los procesadores basados en la arquitectura ARM proporcionan la potencia necesaria para que los productos electrónicos puedan desempeñar las funciones para las que fueron ideados.
Trabajo publicado en: Feb., 2014.
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