Importancia de los Cinco Sentidos
Título de Profesora de Biología
La capacidad del cuerpo para percibir la información del entorno es producto de un largo proceso evolutivo que ha dejado huella en cada una de las especies existentes a lo largo de la historia del planeta, llegando hasta nuestra realidad actual como parte esencial de nuestra vida y, cumpliendo con el rol más fundamental en la posibilidad de comprender mundo que nos rodea. Cada uno de nuestros sentidos nos brinda un paquete de valiosa información sobre nuestro alrededor así como de lo que ocurre dentro de uno, teniendo la capacidad de trabajar en conjunto para proporcionarnos una experiencia sensorial que, gracias a la estimulación tecnológica de las últimas décadas, se hace cada vez más compleja.
Hasta hace no mucho, los sentidos eran abordados desde lo propiamente evidente de las estructuras y órganos de percepción que poseemos, siendo así que por cientos de años se consideró la existencia de tan solo 5 de ellos, los cuales son: 1) la vista que nos permite ver y apreciar el mundo que nos rodea, percibiendo formas, colores y movimientos, lo que es esencial para la seguridad y la orientación; 2) el oído, para escuchar y percibir sonidos, lo que es fundamental para la comunicación y para detectar peligros, pero también para disfrutar de la música y otros sonidos agradables; 3) el olfato el cual es esencial para percibir los olores, permitiéndonos detectar peligros, como por ejemplo el humo y los alimentos descompuestos; 4) el gusto para captar los sabores de los alimentos y bebidas, lo que es importante para la selección de alimentos y para disfrutar de la comida; y 5) el tacto a través del cual sentimos la textura, la forma y la temperatura de los objetos que tocamos, lo que es esencial para la seguridad y el disfrute de las experiencias táctiles.
Amplitud en la captación
Los avances más modernos del campo de la neurociencia, por otra parte, han generado una nueva data de conocimientos fundamentales que complementa hasta ahora unos 16 sentidos más, continuando así con nuestro listado perceptivo por medio de: 6) la propriocepción, responsable de captar la posición y el movimiento de nuestro cuerpo; 7) el sentido vestibular, correspondiente al equilibrio y la orientación en el espacio; 8) La nociocepción que nos permite sentir dolor y protegernos de lesiones potenciales; 9) la termocepción para percibir la temperatura en la piel y en el interior del cuerpo; y 10) la mecanorrecepción que permite sentir la presión en la piel y en el interior del cuerpo.
Por otra parte tenemos que existen sentidos aún más profundos y capaces de actividades conjuntas para captar información como: 11) la humedad se percibe por medio de una acción combinada de diversos sentidos en donde el olfativo tiende a predominar; 12) incluso ciertas habilidades de cálculo son las que nos permiten percibir la densidad y la consistencia de los objetos; 13) mientras que la kinestesia es la encargada de la percepción de los movimientos musculares y la coordinación motora; 14) la percepción vibro-táctil nos permite sentir las vibraciones en la piel y en el interior del cuerpo; y 15) la parestesia que es la percepción de hormigueo y adormecimiento.
Comprendiendo de manera cada vez más profunda las especificidades del poder sensitivo del cuerpo, la neurociencia ha logrado develar que: 16) sentir los dolores agudos y crónicos, también es una capacidad en la que entran en juego otros mecanismos más allá de la nociocepción básica, por lo que a nivel de estudio se considera como un hecho distinguible; 17) la interocepción por la cual se captan los estímulos internos del cuerpo, como la frecuencia cardíaca y la respiración, es otro de los sentidos fundamentales que nos ayuda a mantener a salvo nuestras vidas; 18) mientras que la síntesis sensorial permite la integración de la información sensorial para formarnos una percepción coherente del mundo; 19) y la habilidad háptica de nuestra piel nos ofrece una experiencia táctil más completa a través del uso de las manos y los dedos; y 20) el equilibrio y la orientación en el espacio, tanto en reposo como en movimiento, también surge de otros mecanismos y sentidos diversos al vestibular, requiriendo de mayores investigaciones para dar con las respuestas definitivas de esta complicada capacidad.
Como final de este listado, podemos darnos por complacidos ante el reconocimiento de ser poseedores también de súper poderes cual héroes de cómics, ya que en el lugar 21) nos encontramos con la magnetocepción, un sutil pero muy útil sentido que nos permite la percepción de la dirección y la intensidad de los campos magnéticos, sin embargo mucho es aún lo que falta por explorar y descubrir entre nuestras capacidades más profundas, por lo que la neurociencia sigue destinando tiempo y esfuerzos en el estudio del cómo el cuerpo es capaz de conocer e interpretar todo cuanto le rodea.
La magia de sinestesia
Más allá de todo lo anterior y ya en un nivel mental más complejo nos topamos con la sinestesia, expuesta como un fenómeno neurológico en el cual un estímulo sensorial desencadena una experiencia de percepción correspondiente a otro sentido. Por ejemplo, algunas personas pueden ver colores mientras escuchan música o perciben sabores al ver determinados colores.
Esta cualidad de multifuncionalidad sensitiva es importante porque nos brinda una comprensión única y profunda de la experiencia sensorial humana. También puede ser utilizada en la creación artística y en la investigación científica para entender mejor cómo funciona el cerebro y cómo se procesan los estímulos sensoriales, además de que puede ser valiosa para quienes buscan nuevas formas de experimentar y apreciar el mundo que les rodea e incluso ser más creativos y productivos.
Vida sin sentido
Cuando se pierde algún sentido, sin lugar a dudas se genera un fuerte impacto en la capacidad de percibir y responder adecuadamente al entorno, por lo tanto, es importante mantener una buena salud y prevenir lesiones y enfermedades que puedan afectar los sentidos, aunque éstos pueden establecer compensaciones ante la carencia de uno u otro, de manera que la experiencia sensitiva llega a construir nuevos mecanismos para la superación de una deficiencia perceptiva del cuerpo, brindándole un nuevo sentido a la vida de quienes la padezcan, dicho esto en la forma más poética de la expresión.
Referencias
Acebedo Restrepo, L. F. (2019). Cuerpo, ciudad e imaginarios. Intervenciones urbanas desde los sentidos. Kepes, 16(20).
Biblioteca Salvat (1973). La evolución de las especies. Barcelona, España. Salvat Editores.
Hickman, C. et all. (1998) Principios Integrales de Zoología. 11ma Ed. Madrid, España. McGraw-Hill Interamericana.
Le Breton, D. (1995). Antropología del cuerpo y modernidad (pp. Buenos-Aires). Buenos Aires: Nueva visión.
Ramos, O. S. (Ed.). (2019). Los sentidos del cuerpo: el giro sensorial en la investigación social y los estudios de género. Universidad Nacional Autónoma de México, Centro de Investigaciones y Estudios de Género.
Serres, M. (2022). Variaciones sobre el cuerpo. Fondo de Cultura Económica Argentina.
Art. actualizado: Febrero 2023; sobre el original de septiembre, 2014.
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