Importancia de la Cultura Física
Título de Profesora de Biología
Saber mantener un adecuado nivel de actividad física y colocarlo en práctica ayuda al fortalecimiento corporal y el mantenimiento pleno de la salud, aportando beneficios que se extienden sobre el estado anímico y una auténtica gama beneficios, que pueden reforzarse a partir de deportes específicos, y en un conjunto: 1) fomentar el desarrollo de un carácter y proceder disciplinado; 2) promover la construcción de vínculos interpersonales basados en la confianza, el altruismo y la empatía para el trabajo en equipo armónico; 3) estimular las conexiones neuronales y el pensamiento multidisciplinario hacia la toma rápida de decisiones asertivas; y 4) condicionar al cuerpo hacia su fortalecimiento por medio del incremento de los niveles de tolerancia y destreza específicos según el tipo de práctica. Cabe destacar que el hecho de realizar un deporte no implica necesariamente que deba hacerse a nivel profesional, existiendo cada vez más opciones de poder participar en equipos con propósitos meramente recreativos, debido a la promoción de sus múltiples beneficios y a la necesidad que imprime la vida moderna de tener experiencias que permitan liberarnos de las cargas excesivas de estrés y las repercusiones del sedentarismo.
Tomar conciencia y aprender sobre las formas en que funciona nuestro cuerpo, cómo está estructurado a nivel muscular y biológico, entender el impacto de los alimentos y de las prácticas físicas de acuerdo a las condiciones y posibilidades particulares, permiten construir un estilo de vida a través del cual uno se prioriza a sí mismo.
Desarrollo físico para la salud
Mantener la constancia en la ejecución de una rutina de ejercicios y movimientos corporales conscientes, por medio de la adecuada educación física que ofrece realizar una actvidad guiada por su respectivo entrenador, se traduce en la optimización del propio rendimiento físico a la par que se reduce considerablemente el riesgo de sufrir innecesarias lesiones, pudiendo sacar un mayor provecho a la tonicidad corporal, efecto que por mucho beneficia a la salud física por medio del fortalecimiento del sistema músculo-esquelético, la liberación de endorfinas que potencian el sistema inmunológico, a la vez que ayudan a regular la producción de los demás neurotransmisores que controlan el funcionamiento de todo el sistema endocrino.
La fortaleza corporal que se incrementa como consecuencia de la actividad física, sirve igualmente para el desarrollo de las demás cotidianidades y las rutinas de trabajo, por lo que ayuda a elevar el rendimiento integral que una persona puede aprovechar en su jornada, sin que le represente un mayor desgaste, por el contrario, podrá tener incluso una mayor resistencia y capacidad de recuperación ante este, en comparación a alguien que no se ejercite con tanta rigurosidad o que lleve una vida más bien sedentaria.
Equilibrio mental en la actividad
Gran parte de los neurotransmisores con los cuales funciona el cerebro tienen un vínculo inseparable con nuestras emociones, por ende, el estímulo positivo que el deporte y la actiividad física en general representan, bien sea por la regulación bioquímica que genera el organismo en sí, como por las emotivas dinámicas de interacción entre los participantes, se convierte en un gran aliado a la hora de combatir los estados anímicos negativos, como por ejemplo la ansiedad y la depresión, ayudando a superar cuadros emocionales que pueden poner en riesgo la salud integral de la persona.
Por otra parte, una práctica disciplinada llevada a cabo de manera prolongada, puede permitir establecer un auténtico contacto con nuestro yo interior más profundo, si se traza como objetivo personal, sirviendo como puente entre los diversos niveles mentales a través de una autoobservación consciente, convirtiéndose en una herramienta poderosa para reequilibrar la mente y realizar ejecuciones cada vez más precisas, habilidad que puede posteriormente transferirse hacia todas las demás áreas de la vida.
Habilidades sociales y otros entretenimientos
Dentro de un contexto ya más social que personal, el dedicar tiempo a realizar algún deporte ofrece grandes beneficios en el modo en el cual nos comunicamos y relacionamos con las demás personas, permitiendo el derrumbamiento de barreras como la timidez, el miedo escénico e incluso los diversos estragos ocasionados por una soledad prolongada o el maltrato.
Indudablemente, tener la oportunidad de conocer nuevas personas y desarrollar vínculos afectivos que inician con la forma más elemental de amistad, pudiendo trascender a través de las experiencias compartidas en la emocionalidad deportiva, hacia una auténtica hermandad, se convierte para muchos en la mayor de las recompensas, por lo que esta cualidad hace que valga la pena sobreponerse a cualquier traspiés inicial típico de todo aquel que se inicia por primera vez en algo y se asuma como parte de un nuevo estilo de vida que incrementará su calidad en todas sus dimensiones.
Referencias
Cagigal, J. M. (1975). El deporte en la sociedad actual (pp. 122-3). Madrid: Prensa Española.
Dosil, J. (2004). Psicología de la actividad física y del deporte. Madrid: McGraw-Hill.
Durand, M. (1988). El niño y el deporte. Madrid: Ministerio de Educación y Ciencia, Centro de Publicaciones.
López, A. A. (2001). Enciclopedia del deporte. LIB DEPORTIVAS ESTEBAN SANZ.
Ruiz Llamas, G., & Cabrera Suárez, D. (2004). Los valores en el deporte. Revista de educación.
Weineck, J. (2000). Salud, ejercicio y deporte (Vol. 1). Editorial Paidotribo.
Trabajo publicado en: Jun., 2013.
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