Importancia del Diálogo
Título de Profesora de Biología
Sin importar el canal que empleemos para comunicarnos, al realizarlo con la intención de dialogar nos estamos permitiendo la oportunidad de hacer uso de la herramienta que nos permite trascender por encima de cualquier barrera, facilitando la comunicación efectiva, de forma completamente independiente al contexto, fomentándose el entendimiento, la cooperación y la resolución de problemas, hechos todos que posibilitan la construcción de relaciones más armoniosas y saludables, así como la generación de nuevos aprendizajes mediante el compartir de las experiencias y el intercambio de visiones sobre estas, por ende, dialogar nos permite alcanzar beneficios tales como: 1) fomentar el desarrollo de la comprensión y la empatía; 2) mejorar la toma de decisiones; 3) fortalecer las relaciones interpersonales; 4) promover el aprendizaje y la autoreflexión; 5) contribuir a la resolución constructiva de los conflictos; 6) impulsar la innovación y la creatividad; y 7) establecer dinámicas de grupo que permitan el desarrollo de un trabajo en equipo eficiente y satisfactorio para todos sus miembros.
Factores para vehicular esta herramienta esencial de comunicación
Las posibilidades comunicacionales que permiten el entendimiento entre las personas son generadas a partir de diversos recursos, canales y estrategias, encontrándose entre ellos el diálogo, el cual se produce efectivamente cuando se cumple con los criterios de:
1) Una escucha activa entre los participantes, brindándose auténtico interés por lo que se está diciendo.
2) Ser empáticos, comprendiendo y considerando las perspectivas y sentimientos de los demás, dejando a un lado la generación de juicios.
3) La anteposición del respeto, aceptando el derecho a la diversidad de opiniones, expresiones e ideologías sin que surjan descalificaciones o imposiciones.
4) Mantenerse abiertos al intercambio libre de ideas.
5) Permitir la interacción recíproca para que la conversación pueda fluir de manera bidireccionalmente equitativa.
Para que puedan aportarse todos estos factores indispensables se requiere un elevado nivel de compromiso, madurez y autocontrol por parte de quienes se dispongan a dialogar, y mientras mayor sea el grado de relevancia y potencial controversia del tema, problema o asunto a conversar, mayor será el esfuerzo que posiblemente se requiera para evitar polémicas o incluso hasta álgidas peleas, ya que la principal intención del diálogo tiene que basarse siempre en la exposición de una situación mediante un sano compartir de pensamientos que permita la resolución eficiente de cualquier tipo de conflicto o necesidad existente.
Aplicaciones y escenarios
Establecer espacios para el diálogo es, en efecto, un recurso del cual podemos valernos dentro de cualquier tipo de escenario, siendo comúnmente empleado a nivel educativo como estrategia pedagógica que permite fomentar la participación activa de los estudiantes, facilitando la generación de aprendizajes colaborativos, del mismo modo, el diálogo abierto en cualquier ambiente laboral mejora la comunicación entre colegas y compañeros posibilitando la expansión organizacional y de generación de proyectos con los que una empresa también puede incrementar su propia operatividad y crecimiento.
En las relaciones interpersonales, mientras más profundo y cercano sea el vínculo entre las personas, como ocurre en las parejas, entre hermanos, o padres e hijos, el diálogo se convierte en un mediador esencial que permite abordar las diferencias insoslayables, en modo de poder llegar a acuerdos que resuelvan los conflictos, pero a su vez, al dialogar las situaciones más íntimas, las relaciones se ven fortalecidas, gracias a la oportunidad que se genera tras aprender a comprenderse de una manera cada vez más profunda generando conexiones emocionales más sinceras y duraderas.
Al observar a lo que el poder de dialogar es capaz de llegar poniéndolo en práctica en contextos sociales más amplios como las comunidades, en donde también la heterogeneidad de pensamientos y culturas se hace aún más diversa, encontramos un recurso que facilita la comprensión como consecuencia del respeto necesario para su desarrollo, orientando hacia la construcción de grupos sociales más inclusivos, comprometidos y resolutivos.
Los modos de dialogar
Crear y sostener un diálogo de forma eficiente no es asunto de soltar lo que se quiere decir y escuchar sin interrumpir al otro, sino más bien es un proceso progresivo para el que deben irse preparando cada uno de sus interactuantes, pudiendo efectuarse de diversas maneras, encontrándose entre las más comunes el diálogo:
1) Interno o intrapersonal, cuando la conversación se desarrolla íntegramente dentro de nuestra mente como parte de las retóricas que genera el pensamiento interno en los momentos de autoreflexión que necesitamos en la toma de decisiones.
2) Interpersonal, cuando ya dicha conversación es desarrollada en conjunto al menos a otra persona.
3) Socrático, denominado así por perseguir la verdad a través de la formulación de preguntas que orienten hacia el desarrollo de respuestas concretas y valederas por medio del pensamiento crítico y la autoreflexión.
4) Constructivo, cuyo propósito se centra en la generación de soluciones y el establecimiento de los puntos comunes que permitan el entendimiento y la cooperación entre las partes.
5) El diálogo de negociación con el que muchas veces terminan estableciéndose los acuerdos de convivencia que buscan poner fin a los conflictos de la manera más justa y equilibrada para todos.
Art. actualizado: Sept. 2023; sobre el original de octubre, 2011.
Referencias
Álvarez Angulo, T. (2001). El diálogo y la conversación en la enseñanza de la lengua. Didáctica (Lengua y literatura).Bertrando, P. (2016). Terapia sistémica y perspectiva dialógica, una posible integración. Sistemas familiares y otros sistemas humanos, 32(3), 5-12.
Gutiérrez, A. P., & Gutiérrez Gutiérrez, A. P. (2009). El diálogo. Contribuciones a las Ciencias Sociales, (2009-04).
Naïr, S. (2006). Diálogo de culturas e identidades. Editorial Complutense.
Trigueros, M., Bosch, M., & Gascón, J. (2011). Tres modalidades de diálogo entre APOS y TAD. Un panorama de la TAD, 10, 77-116.
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