Importancia de las Disoluciones Químicas

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

Las disoluciones químicas son el medio más amplio y versátil en el que se encuentran dispuestos los elementos químicos y las sustancias que se componen mediante los entrelazamiento atómicos y moleculares de estos, gracias a la posibilidad de disponer de un vehículo reconocido como solvente, que permita el encuentro e interacción de los solutos, según lo faciliten los modos más básicos de organización de los estados de la materia, hallándose disoluciones:

1) líquidas, en cuyo caso al ser el agua el agente solvente, se denominan como acuosas;

2) gaseosas, siendo que en un gas pueden hallarse dispersas sustancias tanto gaseosas como en otros estados, como en el aire que constituye nuestra atmósfera;

3) sólidas, en las que un sólido presenta la capacidad de brindarse de vehículo para otro sólido, como ocurre en la relación del mercurio con el oro.

Además de facilitar la interacción entre los elementos y sustancias, las disoluciones a nivel natural también representan el modo óptimo en el cual son transportados de un lugar a otro, facilitando la distribución de recursos y nutrientes a lo largo y ancho del planeta.

Regulaciones y dispersiones

Como parte esencial de las dinámicas fisicoquímicas que han dado origen a la vida, las disoluciones químicas intervienen en cada uno de los procesos que constituyen la fisiología de los organismos, permitiendo:

1) el intercambio de gases en la respiración aeróbica y anaeróbica, poniendo a disposición de los seres vivos los elementos gaseosos que requieren como el oxígeno, el azufre, el nitrógeno y el dióxido de carbono;

2) el flujo y transporte de nutrientes y moléculas en el interior de las células, así como entre cada una de estas;

3) la reposición de elementos a los ciclos biogeoquímicos, tras su desecho preservando el equilibrio de los ecosistemas;

4) la propagación de las especies por medio de la dispersión de los diversos mecanismos de reproducción que se valen de los diversos medios para su perpetuidad, como por ejemplo la disolución de los espermatozoides de los poríferos en el mar y el polen de las plantas en el aire, garantizando las respectivas fecundaciones sin los límites de los intermediarios;

5) la regulación de los procesos homeostáticos de los organismos, así como de la concentración de solutos y la excreción de sustancias tóxicas.

Ciencia, tecnología y aprovechamiento humano

La posibilidad de aprovechar artificialmente la cualidad disolutiva de las sustancias, ha permitido el desarrollo de toda la ciencia, pasando de comprender los principios elementales que rigen a las disoluciones químicas, como las cualidades de homogeneización de algunas sustancias ante otras específicas, o por el contrario, la conservación de sus propiedades inalterables con ciertos otros solventes, conformando disoluciones heterogéneas y coloidales, hasta llegar a la formulación de mezclas y aleaciones que han hecho posible la creación de todo tipo de materiales sobre los que se ha apalancado el desarrollo tecnológico en pleno, partiendo desde la experimentación con los diversos minerales dando origen al acero, el vidrio y el cemento presentes en casi todas las infraestructuras, hasta llegar a la invención de los múltiples polímeros con los que se encuentran innovando las industrias.

En una escala más personal, las relaciones entre solutos y solventes, han hecho viables los procesos digestivos que permiten la adquisición de nutrientes, a partir de otros organismos vivos, así como el transporte de éstos mediante el flujo de las disoluciones vitales que conforman la sangre y la linfa en los vertebrados, la hemolinfa de los invertebrados y la savia y resinas de las plantas, haciendo posible a su vez el transporte de otros elementos indispensables como las proteínas globulares esenciales para los procesos de respiración, así como de las células libres que ejercen las funciones inmunitarias.

El pilar de la medicina

Además de permitir la ejecución de todo tipo de actividades cotidianas, que van desde lo más simple como el aseo personal y el lavado de los trastes, hasta la propia preparación de las comidas, las disoluciones químicas han sustentado en pleno el surgimiento de la elaboración de medicamentos, a partir de las primeras pócimas y brebajes con los que hace miles de años nuestros antecesores más primitivos fueron descubriendo el poder curativo que las plantas y minerales podían poseer, valiéndose de diversas técnicas para su procesamiento mediante las cuales lograr establecer las concentraciones relativas que surtieran efecto, y minimizaran los riesgos potenciales, principio clave para el desarrollo de lo que en la actualidad se presenta como una de las industrias más poderosas del planeta, la farmacéutica, cuyo avance hacia la formulación exacta es producto de los cientos de años de investigación científica en la química de las disoluciones.

Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Art. actualizado: Marzo 2024; sobre el original de mayo, 2013.

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