Importancia de las Frutas

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

Desde muy niños se hace frecuente escuchar a padres y maestros hablando sobre la importancia de las frutas, de cómo éstas han de mantenerse incorporadas en la dieta diaria y de los múltiples beneficios que brindan para la salud, tales como 1) proveen vitaminas indispensables para el metabolismo; 2) poseen una gran variedad de oligoelementos que complementan los requerimientos nutricionales del cuerpo; 3) brindan antioxidantes con los cuales se previene y combate la acumulación de radicales libres en el organismo; y 4) son sanas y deliciosas. No obstante, algunas de estas afirmaciones pueden verse alteradas en el camino que las frutas recorren desde el lugar donde son producidas hasta llegar a nuestro hogar, así como por los cuidados generales a lo largo de las etapas de su producción y su consumo final.

Vitaminas en un mordisco

Las frutas nos proveen de un alto contenido de vitaminas y otros nutrientes indispensables, pero sus cantidades varían dependiendo de la variedad de fruta y hasta de su estado de madurez, conservación y procesamiento.

El estado simple en el cual se encuentran la mayoría de las vitaminas entre las sustancias que componen a las frutas, convierte a éstas en una fuente óptima para su obtención y metabolización, por lo que el conocer cuáles son las vitaminas presentes en cada tipo de fruta y en cuáles cantidades es siempre una información de gran utilidad para nuestras vidas y mientras más pronto se conoce mayor será la calidad de la alimentación que se mantenga a lo largo de la vida, de allí la importancia que se le está otorgando a la enseñanza infantil sobre los valores nutricionales de los alimentos en general.

Pero no todo termina siendo tan simple como lavar y comer. Las frutas pueden pasar en ocasiones por desafortunados procesos en nuestra propia casa. Hábitos como preparar licuados de frutas se convierte en un reductor de sus propiedades nutricionales, con la destrucción de una alta cantidad de sus vitaminas, además de acelerar los procesos de degradación y su oxidación, alterando la composición molecular de los elementos en su estado original y haciendo que su digestión sea aún más dificultosa, situación que empeora radicalmente cuando estos licuados forman parte de las demás comidas, llevándonos hacia una dinámica muy poco saludable y con escasos aportes nutricionales como consecuencia.

Cuidado con el azúcar

Muchos suelen recomendar altos niveles de consumo diario de frutas, algunos incluso con varias porciones diarias, no obstante, estas indicaciones omiten un factor muy importante que puede terminar haciendo que las frutas se vuelvan en nuestra contra: los azúcares que almacenan.

La mayoría de las frutas son un gran reservorio de azúcares, normalmente bajo la forma de fructosa y sacarosa, los cuales son rápidamente incorporados a las rutas metabólicas que procesan los hidratos de carbono, elevando los niveles de azúcar en sangre e incrementando las reservas corporales de grasa, por lo que un consumo excesivo de frutas también puede hacer engordar, además de sobreestimular la producción de insulina y poner en riesgo a quienes padezcan enfermedades como la Diabetes mellitus y el hiperinsulinismo.

Estas consideraciones también deben ser consultadas con algún especialista en nutrición y dietética, con mayor énfasis cuando existen este tipo de patologías de base y más aún cuando se requiere del desarrollo de un plan de alimentación para niños, ya que es a quienes más se recomienda dar altas cantidades de frutas sin considerar el exceso de azúcares a los cuales pueden estar expuestos.

Aditivos silenciosos y otras malas costumbres

La recolección, transporte, distribución y venta de las frutas se ha convertido en las últimas décadas en un mecanismo increíblemente complejo. La mayoría de éstas recorren incluso miles de kilómetros antes de ser consumidas. Para lograr semejante hazaña ha sido necesario recurrir a una amplia variedad de productos químicos que permitan una recolección precoz de las frutas, su conservación prolongada y mantener alejados cualquier tipo de agente patógeno que las pueda deteriorar y bichos varios que puedan desear comerlas antes que cualquier humano.

Todas estas sustancias terminan, de una u otra manera, haciéndose parte de las frutas y pasando a nuestro organismo cuando las comemos, por ello que la máxima recomendación, además de lavar bien y pelar cada fruta antes de consumirla, sería realmente priorizar la selección de frutas locales que requieran la menor manipulación y conservación posible, reduciendo así la posibilidad de consumir aquellas que no hayan cumplido debidamente con su proceso natural de maduración, viéndose afectada la propia calidad de los nutrientes que deberían aportarnos.

Referencias

Biesalski, H. K., & Grimm, P. (2007). Nutrición: texto y atlas (Vol. 60). Ed. Médica Panamericana. Madrid, España.

Martínez, C. V., Blanco, A. I. D. C., & Nomdedeu, C. L. (Eds.). (2005). Alimentación y nutrición: manual teórico-práctico. 2da Ed. Ediciones Díaz de Santos. España.

Verdú, J. M. (2013). Nutrición para educadores. Ediciones Díaz de Santos. Madrid, España.

Ville, C. (1996). Biología. 8va Edición. México. McGraw-Hill.

 
 
 
Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Trabajo publicado en: Ene., 2023.
Datos para citar en modelo APA: Cuoghi, S. (enero, 2023). Importancia de las Frutas. Significado.com. Desde https://significado.com/im-frutas/
 

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