Importancia de los Juegos tradicionales

La práctica de los juegos tradicionales crea una conexión generacional que abraza las familias, impulsa los vínculos sociales, la creatividad y la actividad física colocando activamente a cada participante, estimulando los sentidos, a contraposición de la pasividad televisiva, así como también aproximan con la naturaleza dada la simplicidad de los elementos presentes y la invitación indirecta de muchas de las propuestas lúdicas por desarrollarse al aire libre. Tienen una función clave para la formación física y psíquica de los niños, entendiendo el bienestar general que producen las relaciones desde el principio del entretenimiento.

Ejemplos de juegos tradicionales que perduran en el tiempo

Todas las propuestas se mantienen intactas, nunca pasan de moda ni se pierden, inclusive, ante la competencia dada por el entretenimiento digital, como los videojuegos, son revalorizados.

Escondidas

Básicamente, uno de los jugadores tiene que contar hasta un número específico, 10, 30, ó 100 segundos con la vista tapada, sea contra la pared o un árbol por ejemplo, para luego expresar en voz alta que terminó, cumpliendo con la regla estipulada, y así salir en búsqueda de los otros que, durante el conteo, debieran encontrar un espacio para esconderse, y permanecer allí. Cada vez que encuentra a alguien, ambos deben correr hasta el punto en la pared donde realizó el conteo, para tocar con la palma de la mano; si el cazador llega primero, puede continuar buscando los faltantes, de lo contrario, perdió el juego o un punto.

H.B.

La cuerda, o tira y afloja

Trazando una línea en el suelo, organizados en dos grupos, cada uno se ubica a un lado de la soga y tiene que empujar hacia su dirección de tal manera de llevar a los rivales para el otro lado de la marcación. No se trata apenas de un juego de fuerza, sino también de estrategia respecto del posicionamiento y la acción conjunta, por ejemplo, si todos los miembros de un grupo tiran de la cuerda simultáneamente obtendrán un mayor impulso. Esta propuesta fue incluida en el cronograma de cinco Juegos Olímpicos, abarcando el periodo 1900-1920, compitiendo a cada cuatro años.

Gulsah

La mancha

Básicamente, uno lleva una mancha simbólica en la palma de su mano y tiene que correr a los otros participantes hasta tocar a alguno de ellos de tal manera de pasar la mancha, e invirtiendo el rol entre quien persigue y quien escapa.

Saltar la cuerda

Comparable al ejercicio que realiza un boxeador profesional de forma individual saltando sobre una soga que sostiene con sus dos manos, potenciando la agilidad, y el equilibrio, entre los niños se observa a uno que salta mientras dos compañeros sostienen los extremos de una soga, contabilizando cuántos saltos se logran dar entre cánticos populares.

Deagreez

El juego de las sillas

Ubicando un conjunto de sillas en el medio de la sala, los participantes (que exceden el número de sillas disponibles) se desplazan alrededor de estas al ritmo de una música. Al pausar la música, todos tienen que tratar de sentarse en alguna de las sillas, y quien no lo logra pierde, asimismo, a cada pausa se retira una silla. En la última instancia se enfrentan dos jugadores por un lugar.

Luego, existen productos que se tornaron clásicos de la historia, donde se encuentran el yo-yo, las canicas, el trompo, los juegos de tablero, o los cometas. Cada uno tiene sus formas de manipulación.

Maria Araujo

Compartir una de estas propuestas entre adultos y niños se traduce en la posibilidad de fortalecer lazos, y transmitir consejos. Para los adultos, es un flashback para revivir la niñez, y para los pequeños, una experiencia que les permite reflejarse en los mayores a quienes admiran y respetan.