Importancia de la Libertad
La libertad ha sido -y siempre será- el principal referente para los procesos de transformación social, en rebeliones y cambios en el ejercicio del poder que han sucedido a lo largo de la historia. Es un principio en la naturaleza de la vida humana y social, que se entiende como la capacidad de ejercer libremente la voluntad individual, sin sometimientos externos. La libertad plantea un cuestionamiento implícito a toda relación de poder y ha acompañado al ser humano como una forma de entender la vida, una aspiración irresuelta, o de muchas otras formas, en la medida en que interactúa siempre entre el deseo y la realidad social.
Libertad e Igualdad
Para la constitución de las sociedades modernas, la libertad y la igualdad, son principios que acompañan y tensionan constantemente las formas de gobierno y cohesión social. Aunque para el pensamiento moderno se trata de dos premisas relacionadas armoniosamente entre sí, en muchos casos se reivindican de forma antagónica. La libertad se bifurca entre una relación orgánica con el bien común y la voluntad colectiva, y una concepción individual, sostenida bajo el principio de la propiedad privada (en primer lugar, de uno mismo, pero con una extensión hacia la acumulación privada como base de la economía capitalista).
La contraposición de la libertad individual con la libertad colectiva o el bien común, legitima la desigualdad en las sociedades modernas, en la medida en que la libertad de una persona se ajusta al espacio que ocupa en la estratificación social, limitando y subordinando el ejercicio real de la libertad. Es por ello que el pensamiento moderno ha vinculado necesariamente la igualdad y la libertad como pilares de un mismo proyecto de sociedad.
Autoridad y Libertad
La libertad se ejerce en una sociedad como una contraparte a las formas de autoridad que se constituyen en las estructuras políticas, económicas, sociales, religiosas, etcétera. Para las corrientes filosóficas inspiradas por el anarquismo, el Estado como forma de monopolio de la soberanía, así como las instituciones de poder religiosas, se sobreponen a la naturaleza libre del ser humano. Por el contrario, otras corrientes filosóficas defienden que el principio de autoridad se funda para crear un orden social, para evitar el peligro del caos y el “desorden” en la sociedad al que llevaría al desenvolvimiento libre de las voluntades.
Una forma de definir la libertad es como la ausencia de sujeción o subordinación. La legitimación de una forma de autoridad social, puede contraponerse con el ejercicio libre de la voluntad. A partir de las revoluciones modernas, las formas de gobierno se buscan legitimar desde el ejercicio libre de la voluntad bajo la premisa de los derechos naturales al ser humano, entre los que se establece la libertad, sin embargo, las relaciones de poder también permanecen, estableciendo formas de gobierno y conflictividad que van determinando el desarrollo histórico de la sociedad. Esta forma de ejercicio de autoridad en la modernidad, sería llamada gubernamentalidad por el filósofo Michael Foucault, bajo el proyecto político que después de constituiría como el liberalismo.
Libertades civiles
El liberalismo propone la categoría de libertades civiles para referirse a una derivación de formas del ejercicio de la libertad (de expresión, de asociación, de propiedad, de trabajo, de comercio, de culto, de comunicación, etcétera) a partir del sujeto institucional que sería el ciudadano, como individuo perteneciente a un Estado, en igualdad de derechos políticos con cada uno de los demás ciudadanos. El reconocimiento de las libertades y derechos formaría el centro de la tensión dentro del proyecto democrático que se plantearía bajo el liberalismo.
Los derechos y las libertades civiles serían una forma de regular y ejercer una gobernanza a partir del reconocimiento de la libertad humana, ya sea como un principio natural o como valor de las sociedades modernas, al mismo tiempo que la subordina al reconocimiento legal y jurídico propio del Estado, y las relaciones de poder que lo constituyen históricamente. Al mismo tiempo, el liberalismo se convertía en la expresión política de la economía capitalista, en donde la acumulación privada de capital como parte de las libertades económicas de algunos ciudadanos abría un campo de desigualdad social, que discriminan directamente las libertades reales -no jurídicas- de las personas.
Fuentes
Bakunin, Mijail. Dios y el Estado. Colección Utopía Libertaria. La Plata. 2008.
Berlin, Isahias. Dos Conceptos de Libertad. Universidad de Oxford. 1958.
Trabajo publicado en: Jul., 2022.
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