Importancia del Libro

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

A lo largo de la historia conocida de la humanidad, los libros han servido en primera instancia a la preservación misma de los hechos históricos que no hemos presenciado directamente, segmentando incluso el propio modo en el cual contemplamos el pasado, siendo que para algunos entendidos puede hablarse de la historia, en función de los legados que lograron trascender a través del tiempo y en diversas formas, entre las que se encuentran los registros textuales de papiros, pergaminos y libros, hecho que se remonta apenas a hace unos 5.500 años, mientras que se clasifica como parte de la prehistoria, todo aquello cuya narrativa se hace previa a la escritura formal organizada, en vez de lo ocurrido antes del origen de nuestra especie, como sugieren otros historiadores.

Además de permitirnos marcar la brecha entre el antes y el después de la existencia humana, los libros representan un vasto recurso con multiplicidad de propósitos que influyen en la cultura, la educación y el progreso, sirviendo para:

1) registrar y almacenar los hechos y conocimientos, preservando el saber humano en todas sus vertientes;

2) posibilitar la escolarización y la formación educativa a gran escala, desde los primeros años de la infancia hasta cualquier momento de la vida adulta;

3) estimular el desarrollo de hábitos de lectura, el pensamiento crítico y el deseo de autosuperación por medio del aprendizaje consciente;

4) fomentar el desarrollo creativo a través de la lectura recreativa y la escritura de nuevas obras, empleando para ello la amplia diversidad de géneros y estilos literarios o técnico-científicos;

5) incrementar el uso léxico y semántico de las lenguas, tanto en escritores como en lectores, ayudando a preservar o incluso modificar el uso de la lengua a través de las generaciones; y 6) ofrecer un acceso democrático a la variedad de pensamientos, criterios y perspectivas posibles, contemplando la diversidad ideológica y cultural como recurso fundamental para la comprensión del mundo como un todo.

Entre hojas y aromas

Los libros generan una conexión única y particular con cada quien, por medio de la capacidad que poseen de estimular varios sentidos a la vez, lo que les permite activar una mayor sensibilidad a la hora de sentarnos con ellos, bien sea para aprender algo nuevo o bien para disfrutar de una plácida narración, invitándonos en todo caso a dejarnos sumergir entre las letras con el deleite de sentir el contacto con la textura de cada página, aspirando el aroma particular de las tintas y el papel, mientras observamos de manera consciente o no los más mínimos detalles de su fisionomía interna, porque claro está, nunca ha de juzgarse el libro tan solo por su portada, pues dentro de sí resguarda todo un repertorio de estimulantes experiencias que activan de manera subliminal los distintos tipos de memorias asociadas, no solo al aprendizaje consciente, sino también a los anclajes más profundos del emocional inconsciente, mediante una vivencia sensorial que ningún material digital es capaz de emular.

La disminución progresiva que las últimas generaciones demuestran en cuanto al uso y contacto que tienen con los libros físicos, representa una señal de alerta sobre el futuro que les depara, en especial a lo que en lo vivencial se refiere, ya que la preocupación que originalmente se hubiere despertado en cuanto a la capacidad e interés lector de la humanidad futura, el creciente consumo por los materiales digitales con altos contenidos de textos, se está ocupando de demostrar que la evolución tecnológica puede perfectamente mantener el interés por la lectura, la investigación y el estudio, solo que bajo otras formas.

Preservación histórica para la posteridad

Pese a la tasa de expansión con la que la tecnología se encuentra abarcando cada rincón del mundo, con una velocidad incomparable en contraste a los cientos de años que le llevó a los libros alcanzar a la mayoría de los pueblos, mantener a salvo el patrimonio histórico, cultural, tecnológico y científico de la humanidad, entre la seguridad de las letras impresas resguardadas por las nobles hojas de los libros, permite garantizar la conservación de nuestro legado ante el posible escenario de un fallo tecnológico, el cual no necesariamente ha de contemplarse como algo inminentemente catastrófico, aunque ya para muchos la simple descarga de la batería del móvil pueda representarlo, momento en el cual poder contar con el respaldo físico de las informaciones indispensables, o bien, disponer de algunos buenos libros a la mano, puede servirnos también para superar sin mayor obstáculo hasta el peor de los escenarios.

Profesiones y economía de la escritura

A raíz de la invención de la imprenta a mediados del siglo XV, gracias al ingenio de Gutenberg, la reproducción masiva de los que hasta ese momento habrían de ser manuscritos, permitió la expansión tanto de las oportunidades de estudio como de las de dedicarse a la escritura convirtiéndola en una valiosa profesión, permitiendo el desarrollo de las más extraordinarias obras de la literatura universal que dieron pie a la consideración de la capacidad de escribir como un auténtico arte.

Desde entonces, el potencial creativo literario de la humanidad ha concebido una ya innumerable cantidad de obras, a las que se suman los textos académicos, científicos, técnicos, escolares y hasta los meramente recreativos como los libros de colorear, pasatiempos y de actividades infantiles, alimentando con todo ello el desarrollo de un mecanismo económico centrado en la comercialización de los productos intelectuales, algo que sin lugar a dudas, preparó el camino para el aprovechamiento que muchos sacan actualmente mediante las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías, sobre sus propios dones y talentos intelectuales para la creación de contenidos a través de los cuales generar beneficios económicos, como si se tratase de cualquier otro libro, pero sin los costes de inversión, ni la tala de árboles excesiva que ello representaba hasta hace solo unos pocos años.

Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Art. actualizado: Marzo 2024; sobre el original de julio, 2011.

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