Importancia de los Lípidos
Título de Profesora de Biología
Desde una solitaria célula hasta el ser más grande sobre el planeta, toda la existencia de cuanta forma de vida haya, ha sido y seguirá siendo posible gracias a la conformación de un particular grupo de moléculas orgánicas denominadas lípidos.
Su fantástica organización por medio de la cual se crea la membrana que delimita a las células y permite el desarrollo de todos sus organelos – incluyendo el núcleo que resguarda al ADN – además de una muy extensa cantidad de funciones y participaciones metabólicas, permite comprender que la importancia de los lípidos se extiende hacia todos los aspectos más esenciales de la vida.
Sin los lípidos que conforman la membrana celular, todo el contenido citoplasmático no tendría forma de contenerse dentro de un espacio definido, el cual conocemos como célula, siendo esta una característica en común entre procarioras y eucariotas, pero, por otra parte, desde el punto de vista evolutivo el papel desempeñado por los lípidos ha sido trascendental, precisamente para que éstas últimas se pudiesen permitir una organización genéticamente más compleja, que diese a su vez origen a individuos estructuralmente más avanzados.
Sirviendo como ruta metabólica secundaria para la obtención de energía, los lípidos que se ingieren directamente por los alimentos, son una fuente nutricional importante en la dieta de todos los animales, del mismo modo, permiten la absorción de las vitaminas liposolubles y al ser obtenidas por medio de la conversión de los azúcares en grasas, se convierten en una reserva de energía metabólica que a su vez brinda protección contra las bajas temperaturas.
Los lípidos no son de producción y aprovechamiento exclusivo de los animales, por el contrario, el reino vegetal se encuentra repleto de ejemplos – especialmente de aceites – que pueden servirles tanto para la creación de los particulares aromas que posea cada especie, como de reservorios de energía, de allí que las semillas suelan tener altos contenidos de lípidos, con los cuales sustentar su desarrollo inicial, antes de que la planta pueda obtener nutrientes de otras fuentes externas como el suelo y el agua.
Bañarse con un pez
La capacidad de transformación de los lípidos en sustancias de naturaleza completamente diversa es ciertamente más que asombrosa. En este sentido una de las transmutaciones que las grasas y los aceites pueden lograr es la de experimentar el proceso de saponificación.
Al conjugarse un lípido con más de diez carbonos en su cadena y la correcta sustancia inorgánica alcalina, se logra la generación de glicerina y el maravilloso jabón, a través de un fenómeno que ya ha tenido todo tipo de estudios y aprovechamientos por parte de la ciencia y la industria, pero que en realidad también se puede generar por sí solo en el increíble laboratorio de la naturaleza. Un ejemplo de ello lo brinda un particular pez, el Grammistes sexlineatus, quien al ser capturado en el mar y frotado contra el cuerpo, los lípidos que recubren sus escamas producen jabón al reaccionar con las sales del agua, y aunque suena tentadora la idea de poder bañarse con semejante animalito, en primer término, dependiendo de la zona del mundo en la cual te encuentres, podría no ser nada fácil encontrarlo y capturarlo, haciéndose realmente mucho más económico simplemente comprar un jabón de baño cualquiera, y en segundo plano, pero no menos importante, frotar contra tu cuerpo a ese pez no será nada grato para él, pudiendo lastimarlo con un acto innecesario, por lo que si por una de esas casualidades de la vida logras encontrar a un auténtico pez jabón, admíralo y aprécialo recordando que su vida también merece respeto.
Un rico material de construcción
Otro tipo de lípidos de gran importancia son las ceras – y de seguro que ya a la mente se te han venido las abejas – pues precisamente así como lo piensas, la importancia de los lípidos trasciende, para algunas especies, más allá de ser un recurso biológico indispensable o una fuente de alimento, hasta lograr convertirse en elementos esenciales para el desarrollo de hábitos de vida, tales como la creación de sus propios refugios.
Los panales de las abejas, así como de una gran cantidad de especies de avispas, son construidos con un tipo muy particular de lípidos denominados ceras, las cuales en su fuente original representan a su vez un recurso alimenticio poderoso que brinda beneficios para el fortalecimiento de nuestro sistema inmunitario y, entre otras cosas, también para la elaboración de velas que, por otra parte, son hoy en día fabricadas en su mayoría gracias a la revolución industrial y la aparición de los derivados del petróleo, productos que han permitido el desarrollo sintético de un gran número de lípidos en todas sus formas, logrando hacer que las abejas conserven sus hogares por más tiempo, dejando de ser la fuente primaria para la obtención de la cera, con su remplazo por la parafina. De igual modo ha ocurrido con una gran variedad de aceites obtenidos del petróleo, que han logrado reemplazar a los que se extraían de animales como las ballenas, hecho que ha puesto bajo amenaza a muchas especies.
Referencias
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Trabajo publicado en: Oct., 2022.
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