Importancia de la Manutención
Un término asociado más que nada al mundo del derecho familiar, del mundo legal, ‘manutención’ es aquel acto mediante el cual una persona mantiene a otra hasta que se la considera mayor de edad y capaz de ser independiente, o de por vida si la persona no puede valerse por sí misma.
Etimología y explicación del término
A diferencia de lo que ocurre con otras palabras, el concepto de manutención es bien simple y muy visible en sentido concreto. La palabra proviene del idioma latino y significa literalmente «tener en la mano». De este modo, sirve como concepto para hacer referencia a la idea de mantener a alguien a partir de la cobertura de los gastos que esa persona pueda tener. Su origen latino es comprensible si tenemos en cuenta que fueron los romanos los que desarrollaron gran parte del actual léxico legal y del ámbito del derecho.
La manutención como acto ético
Podemos describir a la manutención como un acto que implica grandes valores de moral y eticidad. Esto se debe a que significa asumir la responsabilidad que uno como adulto tiene sobre quienes todavía no han pasado la mayoría de edad y son de su linaje, ya sea biológico o político. La manutención implica la coberturda de todos los gastos y expensas que una persona puede tener desde que nace hasta que se vuelve independiente y esto es un amplio abanico que implica desde algo tan simple y elemental como los alimentos hasta todos los servicios y objetos que un niño pueda necesitar (ropa, salud, educación, entretenimiento, etc.).
La manutención de un niño o niña es responsabilidad directa de sus progenitores. En caso de que los mismos no estén presentes, la responsabilidad pasa directamente a un familiar secundario o puede también ser este el caso de un tutor, quien voluntaria y concientemente toma la función de padre o madre para encargarse de estas cuestiones.
El problema alrededor de la manutención y el divorcio
Cuando una pareja con hijos decide terminar el vínculo matrimonial, se haya concretado este legalmente o no, una de las primeras cosas a resolver es todo aquello que tiene que ver con la manutención de los hijos o de los menores de edad involucrados en esa relación.
Los padres deben ponerse de acuerdo sobre cómo mantener a los hijos e, independientemente de cómo o con quién vivan, el padre que deje de compartir con ellos el hogar debe responsabilizarse de entregar a la otra parte un porcentaje acordado de sus ganancias o salario destinado al mantenimiento de la calidad de vida de los menores.
Imagen: Fotolia. Pololia / John Takai
Trabajo publicado en: Ene., 2017.
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