Importancia de las Montañas
Título de Profesora de Biología
Independientemente de sus orígenes, el valor de las montañas va más allá del placer visual que nos produce contemplarlas desde la distancia, o de la paz y regocijo que nos brindan cuando estamos ante ellas. Las montañas guían auténticamente todas las dinámicas de los ciclos y el comportamiento del clima en cada rincón de la tierra. De los manantiales en las montañas brota el agua pura y cristalina que luego fluye a través de los ríos, pero también son las encargadas de recoger y canalizar por medio de éstos las aguas de las lluvias, distribuyéndolas gracias a sus inclinaciones, hacia los valles y llanuras extendidas a sus pies, o de vuelta al mar en muchos casos, dándole así continuidad al vital ciclo del agua. Evidentemente, toda esta gran disponibilidad de agua en las montañas ha sido uno de los principales motivos por los cuales existe una mayor biodiversidad en estas zonas que en cualquier otra tipología terrestre.
Los aspectos geográficos del planeta tienen su propia diversidad y aporte según las características que posean. El que una determinada región sea plana o tenga elevaciones influye directamente en todas las dinámicas ambientales del planeta completo, asimismo que podamos contar con diversas altitudes y no esté toda la tierra plana a nivel del mar, ha generado la gran variedad de climas y condiciones ambientales que a su vez permitieron el desarrollo de la vasta biodiversidad existente.
Dentro del abanico de tipologías de nuestra geografía terrestre, nos encontramos con una de las formaciones más diversas existentes, al punto que no puede hallarse una idéntica a la otra, aunque a simple vista lo puedan parecer. Tan llenas de misterios como de riquezas naturales, las montañas nos honran con su magnificencia, por lo que ya se hace hora de descubrir la importancia de las montañas, desde cada una de las pequeñas hasta las más grandes cosas que ocurren sobre este planeta.
Las montañas están presentes en todas las regiones y continentes, este fenómeno se debe a que la gran mayoría de éstas se produjeron como consecuencia de los levantamientos de las placas tectónicas a medida que éstas han ido chocando entre sí. Por otra parte, en casi todas las costas se presentan montañas de mayor o menor tamaño, como parte del límite entre entre el mar y la tierra, teniendo este fenómeno diversos orígenes como el anteriormente mencionado en algunos de los casos, mientras que en otros puede ser por acumulaciones de sedimentos en un área que anteriormente era parte del lecho marino, gigantescas formaciones coralinas recubiertas también de sedimentos que quedaron expuestas, o bien por un levantamiento de las capas del suelo, producto de una actividad volcánica.
Del cielo a la tierra
La importancia de las montañas a nivel climático es innegable. Ellas literalmente dirigen el cursos de los vientos. La variación en la dirección del viento se debe a la posibilidad que éste tenga para desplazarse. Desde una ligera brisa, hasta la más huracanada masa de aire está condicionada al paso que le permitan las montañas, en este sentido, estas paredes naturales protegen a los seres vivos que habitan en sus cercanías de la inclemencia de vientos, que sin la presencia de las montañas, bien pudiesen seguir una trayectoria casi completamente lineal y sin descanso al rededor de la tierra, otro punto a favor de que la mayoría de las especies hayan buscado refugio entre sus pliegues.
Rutas, grutas y especies
Las montañas no solo varían en su exterior, sino que también tienen una ilimitada posibilidad de conformaciones, diseños, y dimensiones, tanto en su superficie como en su interior, abriéndose un vasto mundo de innumerables brechas y escondrijos que van desde cortas grutas, hasta cuevas kilométricas bajo tierra, las cuales también brindan hogar a tantas especies, que aún no se han logrado descubrir y estudiar a todas, siendo así que la importancia de las montañas ha jugado un papel trascendental también en la preservación de miles de especies, de sufrir las consecuencias de los daños e impactos que los humanos hemos causado.
Y hablando de humanos, ya en un aspecto más dirigido hacia nuestra peculiar forma de vida, la importancia de las montañas en nuestro desarrollo ha sido tan vital como tecnológica, ya que de ellas se han logrado obtener recursos – especialmente minerales – con mucho menor esfuerzo de lo se requiere en los compactos suelos de las planicies, brindándonos desde las sustancias que componen el concreto con el que construimos, hasta la piedra pomes con la cual limamos las callosidades de nuestros pies, sin olvidar el hecho de que también para notros el refrescante clima de montaña se hace tan acogedor, que la mayoría de las ciudades han sido construidas bajo la reconfortante protección de sus faldas, no obstante, esta calidad de vida también tiene su precio, pues las inclinaciones de las laderas de las montañas dirigen avalanchas y derrumbes de sedimentos en muchas ocasiones, especialmente en los períodos prolongados de lluvias, que a su vez se convierten en una fuente de peligro a gran escala para todos los que se encuentren cerca, de allí que si se desea vivir en los alrededores de una montaña, es más que necesario asesorarse primero de la experta orientación de los geólogos y topógrafos, con su debida evaluación sobre los riesgos potenciales del área.
Trabajo publicado en: Oct., 2022.
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