Importancia del Pensamiento
Título de Profesora de Biología
Una de las habilidades que suelen ser fuente de comparación y debate en la diferenciación entre los humanos y los demás animales es la capacidad del pensamiento. Ser razonantes y pensantes es un talento de hecho cultivable que se puede llevar a un muy alto nivel de aprovechamiento, si nos dedicamos a entrenarlo por medio del reconocimiento de las diferentes formas en las cuales se construye el pensamiento, los momentos en los cuales aplicar cada una de éstas, aunado al aprendizaje de las herramientas necesarias para su ejercitación.
Educarnos para pensar es algo que hasta cierto punto nos es facilitado por medio de la escolarización formal, y más particularmente por áreas como lenguaje, comunicación, matemáticas, lógica y filosofía, sin embargo, suele asumirse el pensamiento en cada una de ellas como un recurso para el análisis y resolución de los problemas particulares de las mismas, y no tanto como un recurso extrapolable a los demás ámbitos de la vida, por lo que, aunque académicamente seamos capaces de enfrentar con éxito las exigencias de la primaria, la secundaria y la universidad, no necesariamente significa que hayamos aprendido a desarrollar al máximo el potencial de nuestro pensamiento, y más aún, a aprovecharlo no sólo para nuestro propio beneficio personal, sino también para los demás.
Aprender a pensar
El pensamiento tiene la particularidad de construirse en función de las circunstancias y contextos, viéndose a la vez directamente influenciado por las creencias, prejuicios y dogmas, tanto propios como ajenos, bien sea de forma consciente o no, por ende, para poder estructurarnos mecanismos de pensamientos más eficientes, se hace prioritario comenzar a observar de manera objetiva los patrones mentales que puedan estar condicionando el modo en el que pensamos y la dirección hacia la cual orienta a las conclusiones y decisiones a las que llegamos.
Existen diferentes técnicas para poder tener una mayor efectividad sobre nuestra capacidad de pensamiento, y podemos comenzar a ejercitar la mente por medio de actividades muy simples como:
1) el cuestionamiento de las ideas, por medio de la argumentación de los puntos que se puedan vincular tanto a favor como en contra de un tema o situación en específico, en modo de lograr establecer diferentes perspectivas e identificar las propias creencias que puedan estar involucradas, permite el fortalecimiento del pensamiento crítico;
2) la estimulación de la creatividad, dedicando algo de tiempo a realizar ejercicios creativos como el dibujo, la pintura, la escritura o la resolución de pasatiempos, para un pensamiento creativo cada vez más amplio;
3) meditación consciente, la búsqueda de la autoreflexión sobre los diversos asuntos de la vida nos orienta hacia niveles cada vez más profundos de su comprensión, estimulando el pensamiento analítico;
4) la lectura y el aprendizaje constante son los mayores aliados de la construcción del pensamiento, posibilitando tanto la capacidad de asumir diversas perspectivas sobre un mismo tema, como la adquisición de las piezas faltantes en el rompecabezas de ideas que éste nos pueda sugerir;
5) el participar en debates y discusiones sobre temas relevantes, no solo permite ejercitar la escucha activa, sino que incrementa la capacidad e incluso velocidad del pensamiento en cada una de sus formas, por lo que se puede convertir en una de las actividades más enriquecedoras, según sea el contexto y el propio tema;
6) tomar un problema y evaluarlo desde el pensamiento crítico, identificando las diversas posibles soluciones, en función de una toma de decisiones asertivas, permite a su vez la evolución del pensamiento estratégico.
Maneras de pensar
Para tener un poco más claro y organizado el conocimiento sobre cómo se construyen las ideas por medio del pensamiento y, además, sobre cómo este es generado según las áreas específicas del cerebro que se activan, diversos estudios en neurociencias, psicología y educación, han orientado el tema hacia una clasificación funcional del pensamiento, quedando enfatizado el hecho de que aún queda mucho por descubrir y de que ninguna de las maneras de pensar es limitante o excluyente de las otras, muy por el contrario, solemos construir nuestros pensamientos por medio de distintos criterios a la vez.
Los modos hasta ahora dilucidados sobre el pensamiento nos hablan de un pensamiento crítico, el cual implica analizar, evaluar y cuestionar la información sobre un asunto determinado, para lograr establecer opiniones fundamentadas y realizar una toma de decisiones racionales, como por ejemplo cuando consideramos las diversas soluciones a un problema luego de haber realizado una investigación detallada de cada uno de sus elementos. Por otra parte, el pensamiento creativo está presente en la generación de ideas originales y la construcción de soluciones innovadoras aunque parte de ellas pertenezcan a hechos concretos preexistentes, como por ejemplo cuando ofrecen alternativas a una propuesta con una visión totalmente distinta a como se venía realizando.
Otro recurso altamente eficaz del pensamiento es el aprovechamiento de la lateralidad, habilidad que lógicamente da paso al pensamiento lateral, por medio del cual nos hacemos capaces de abordar un problema desde un ángulo distinto o inusual a lo habitual, lo que nos permite encontrar soluciones no convencionales superando incluso las barreras de nuestros propios prejuicios, este modo de pensar se hace muy eficiente a la hora de vernos inmersos en contextos ideológicos o culturales diversos a los propios, permitiendo la flexibilización incluso de la propia conducta y operar así en términos de auténtica tolerancia e inclusión.
En cuanto a lo que a planeación y proyección se refiere, el pensamiento estratégico es el que confiere la capacidad de organizar las acciones para lograr las metas propuestas y aprovechar las oportunidades que se nos presentan en la vida, una modalidad indispensable para poder llevar cualquier clase de emprendimiento a buen puerto, desarrollar planes de expansión e incluso considerar alianzas estratégicas para nuevos y mayores avances, mientras que el pensamiento sistemático se encarga de analizar las partes y relaciones de un sistema complejo, permitiéndonos comprender su funcionamiento y mejorar su eficiencia, como cuando identificamos los puntos críticos que afectan el sistema de negocios que hemos creado, convirtiéndose en el complemento indispensable de todo buen gerente, empresario y líder de equipo.
Desarrollarnos en términos de crecimiento personal es un hecho imposible si no hacemos uso del pensamiento reflexivo para poder cuestionar las propias creencias y acciones, analizar las experiencias y así finalmente poder aprender de ellas en función de asumir las mejoras y correcciones necesarias en cada una de nuestras facetas personales, experiencia que ha de ser acompañada por el pensamiento ético que nos permite considerar las implicaciones morales y los valores al tomar decisiones o enfrentar dilemas éticos, haciendo prevalecer la justicia y equidad en nuestras conclusiones y acciones, siempre y cuando el pensamiento holístico nos haya facilitado ver un problema o una situación en su contexto más amplio y considerar sus múltiples perspectivas, a modo de poder tener la visión más completa posible sobre ello.
Referencias
De Bono, E., & Castillo, O. (1994). El pensamiento creativo. Editorial Paidós.
Sternberg, R. J. (1999). Estilos de pensamiento. Paidós Ibérica, Ediciones S. A.
Villoro, L. (2021). El pensamiento moderno. Fondo de Cultura Económica de España.
Vygotskii, L. S. (2007). Pensamiento y habla. Ediciones Colihue SRL.
Art. actualizado: Julio 2023; sobre el original de noviembre, 2013.
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