Importancia de la Posición Anatómica
Título de Profesora de Biología
Conocer la correcta posición anatómica de nuestro cuerpo nos permite reducir el estrés físico y la fatiga, así como a aumentar la productividad al brindarnos la capacidad de realizar nuestras actividades de una manera más eficiente. Además, puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar problemas musculoesqueléticos – y hasta orgánicos – a largo plazo, debidos a una mala postura bien sea temporal o mantenida por tiempo prolongado.
Al comprender y adoptar la posición anatómica que necesita nuestro cuerpo para realizar cualquier tipo de actividad, podemos asegurarnos de trabajar también de una manera más segura y cómoda en beneficio de la salud, logrando llegar a la vejez con mejores condiciones físicas y motoras y reduciendo los riesgos de sufrir también lesiones por posibles accidentes.
Tomar descansos regulares durante el trabajo para darle libertad y movimiento al cuerpo, así como realizar breves rutinas de ejercicios intermitentes con los cuales liberar la tensión en músculos, tendones y articulaciones devolviéndole su natural flexibilidad a nuestro cuerpo, permitirá mantenernos más productivos y sanos por mucho más tiempo.
La marcha bípeda
Algunas de las principales ventajas evolutivas que nos ha brindado el hecho de tener una postura anatómica erguida han sido: 1) lograr tener una marcha bípeda, gracias a lo que también fue posible desarrollar habilidades completamente distintas entre las extremidades inferiores y las superiores; 2) poseer un sistema complejo para mantener el equilibrio corporal y una movilidad mucho más compleja; 3) mayor alineación y flexibilidad de la columna vertebral y por ende de todo el resto del cuerpo; 4) optimización de la movilidad muscular, reduciendo la carga excesiva de trabajo en cada uno de estos; 5) mayor economía de energía, permitiendo al cuerpo realizar el mismo trabajo con menos esfuerzo, principio que se conoce como ergonomía; y 6) favorecer la coordinación muscular al permitir al cuerpo alcanzar una amplia gama de movimientos.
Aún con todas estas agraciadas comodidades poca es la atención que brindamos sobre la correcta posición anatómica en la cual debe mantenerse cada una de las partes de nuestro cuerpo, especialmente la columna, soliendo adoptar posturas altamente contraproducentes y por períodos lo suficientemente prolongados como para terminar causando una amplia variedad de desviaciones vertebrales y con ello lesiones dolorosamente limitantes.
Alteraciones en la salud por la postura
Articulaciones, músculos y tendones pueden sufrir también severas lesiones por una posición anatómica incorrecta, ya que una postura incorrecta puede hacer que éstos se coloquen en posiciones anormales que generen tensiones e incluso deformaciones. Saber cómo alinear correctamente el cuerpo en su natural posición anatómica, por ende, es la mejor estrategia para evitar lesiones como desviaciones de la columna, bien sean sifosis, lordosis y escoliosis, con la posterior generación de compresiones en los nervios que pueden terminar en neuritis de muy largo tratamiento o hasta las tan temidas hernias discales y todo como consecuencia de malos hábitos al sentarnos o al realizar trabajos que requieren de esfuerzo físico.
La importancia de la posición anatómica no puede en ningún caso ser subestimada. Es esencial mantener una buena postura mientras se trabaja en un escritorio, especialmente cuando se está sentado por largos períodos de tiempo. Una mala postura puede provocar tensión en el cuello, fatiga en las manos y otros problemas de salud a nivel orgánico como obstrucción intestinal, haciéndose esencial sentarse correctamente, aprender a sentir y evaluar la postura de las manos al escribir, bien sea con el teclado o con el lápiz, para evitar también desarrollar el síndrome del túnel carpiano, así como mantener la espalda recta al igual que las piernas para no generar tensiones también en las articulaciones de las extremidades, su potencial desgaste y cuadros de artrosis.
Conciencia postural
Mientras más conscientes estemos sobre la posición que adoptamos al realizar las diversas actividades, en especial aquellas que exigen de un mayor esfuerzo o en las que pasamos largos períodos de tiempo, podremos resolver con mayor facilidad y rapidez las malas posturas que solemos adoptar, evitando así las lesiones anatómicas que nos ocasionamos y que solemos no detectar hasta que el dolor nos avisa de que algo hemos estado haciendo mal.
La mayor parte de las veces, estas dolencias corporales terminan siendo el motivo para llegar a una consulta de urgencias provocando una extensa lista de análisis y revisiones por diversos especialistas, los cuales se centran en buscar las posibles patologías que las produzcan, pero en muchos casos, los propios especialistas pueden no considerar la posición anatómica como el factor causante de la dolencia, tratando sólo los síntomas lo cual genera un alivio momentáneo, ya que el cuadro suele repetirse tras seguir adoptando la postura incorrecta, como por ejemplo suele ocurrir con muchos casos de edematización, problemas circulatorios y hasta linfagitis en las extremidades inferiores por la presión que algunos asientos generan contra los ganglios linfáticos y el sistema circulatorio de nuestras piernas.
Referencias
Latarjet, M., & Liard, A. R. (2004). Anatomía humana. Ed. Médica Panamericana.
Balthazard, P., Currat, D., & Degache, F. (2015). Fundamentos de biomecánica. EMC-Kinesiterapia-Medicina Física, 36(4), 1-8.
Otero, E. E. P., Betancourt, B. M., & Pedrosa, M. R. (2019). Una postura correcta garantiza elevados niveles de salud. Universidad & Ciencia, 8, 742-751.
Trabajo publicado en: Nov., 2013.
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