Importancia de la Psicomotricidad
Título de Profesora de Biología
Los avances que la psicología humana ha experimentado en las últimas décadas debido a los aportes que las neurociencias le brindan, han permitido el desarrollo de una comprensión más profunda sobre las relaciones entre las estructuras de la mente y el funcionamiento del cuerpo, abriendo paso a la estimulación de la psicomotricidad, como un elemento esencial en el desarrollo de las personas, especialmente a lo largo de las etapas del desarrollo cognitivo en el crecimiento del niño, orientando al reconocimiento de la interconexión existente entre los aspectos físicos, emocionales y cognitivos que le corresponden para cada etapa.
La integración de las relaciones mente-cuerpo en los campos de la psicología y más especialmente de la educación, facilitan la detección temprana de las posibles dificultades y trastornos del desarrollo, así como la implementación de estrategias didácticas y pedagógicas más asertivas en cuanto a la estimulación adecuada de los procesos correspondientes a la psicomotricidad, y el fortalecimiento de las actividades neuronales implicadas en:
1) el desarrollo de las habilidades motoras finas y gruesas, para el fortalecimiento de las funciones de coordinación, equilibrio y control de las destrezas físicas;
2) la integración dirigida de la sensorialidad, facilitando el reconocimiento de los estímulos y su procesamiento para el desarrollo de respuestas coherentes ante lo percibido desde el entorno;
3) las habilidades cognitivas encargadas de la concentración, memoria y resolución de problemas, incrementando su potencial mediante la correlación sensitiva y motora en las experiencias didácticas;
4) la autorregulación emocional, orientando al individuo hacia la observación del funcionamiento de su propio cuerpo, en pro del desarrollo de un mayor dominio de sus expresiones y reacciones ante los eventos externos;
5) los mecanismos de selección e integración social, ofreciendo una diversidad más amplia de experiencias grupales en cuya participación se orienta a la construcción de las experiencias mediante la valoración de los aportes que cada uno puede ofrecer.
Interconexión mente-cuerpo
Estimular la psicomotricidad en los niños dirige no sólo al enriquecimiento de sus experiencias cognitivas y el desarrollo de aprendizajes significativos y, por ende más sólidos, sino que plantea la posibilidad de facilitar los procesos de integración social, ayudándoles a desenvolverse en un modo más seguro y efectivo en las diversas situaciones que se les presentan, recurso que a su vez estimula la consolidación de una autoestima más sólida, con un una mayor valoración de las propias habilidades y de los aportes que el niño puede brindar viéndose a sí mismo como una persona plena, autónoma y capaz de establecer asociaciones mentales coherentes con las cuales obtener los resultados que persigue tras fijarse metas cada vez más concretas.
Extrasensorialidad cognitiva
La estimulación temprana de la psicomotricidad además de aportar estos grandes beneficios en el desarrollo de las habilidades físicas y cognitivas de los niños, ayudándoles a desenvolverse de manera independiente, permite una consolidación más efectiva de sus capacidades sensoriales, incrementando el nivel de conciencia sobre los mecanismos particulares que les permiten percibir las realidades del entorno, mediante una asociación más consciente entre los estímulos y los modos en los cuales los sienten e interpretan.
Orientar a los niños hacia esta contemplación de sus propias sensaciones, eleva su potencial consciente hacia una relación más responsable con el entorno y consigo mismo, ofreciéndole por demás la capacidad de vivir las experiencias de una manera más plena, reflejando estos resultados no solo en el ámbito de los aprendizajes dirigidos, sino también hacia todos los demás momentos de la vida, lo que deriva en permitirse incrementar su bienestar integral y cuidar mejor de sí mismo, procurando mantener una mayor calidad de vida, además de estimular el desarrollo de conexiones mentales más complejas con las cuales poder asumir los fenómenos desde diversas perspectivas e incluso, en algunos casos, poder alcanzar diversos estados de interconexión sensorial, denominados sinestesias, a través de los cuales experimentar una comprensión más profunda de los hechos, ampliando el potencial y la calidad de las respuestas, como por ejemplo ocurre a aquellos que se dedican al estudio y ejecución musical, estableciendo una asociación sinestésica entre sonidos y colores que les permite una mayor velocidad de interpretación de las notas musicales.
Mayores beneficios desde la infancia para la adultez
El desarrollo de esta extrasensorialidad se traduce también en un incremento de la intuición y la confianza en su seguimiento, tal y como ocurre tras el desempeño repetitivo a lo largo de muchos años en una misma profesión, siendo que al estimular adecuadamente el desarrollo psicomotor del niño, puede aprender a confiar en sus instintos naturales desde temprana edad, incrementando la oportunidad de aprovechar su intuición en la edad adulta con mayor rapidez y confianza. Otra gran cualidad del fomento de la mejora en el control psicomotor a lo largo de la vida, es el estímulo que ofrece al desarrollo de la creatividad y la mejora de las capacidades expresivas, facilitando la generación de procesos comunicacionales más eficaces y asertivos.
Desde la visión de los aportes físicos de la adecuada atención sobre la psicomotricidad, se propician excelentes aportes para la prevención y corrección temprana de los problemas posturales que pudiesen ocasionar futuros trastornos musculoesqueléticos, ayudando a prolongar la salud física a lo largo de la vida, mediante una correcta alineación y desempeño corporal en las distintas actividades. Del mismo modo, la adopción de las estrategias de estimulación psicomotora a nivel clínico y terapéutico, brinda grandiosos resultados para la recuperación de las personas tras afecciones y traumas que generasen problemas neuromotores, como ocurre con las enfermedades cerebro vasculares, así como en los trastornos del desarrollo, como en la parálisis cerebral y el retardo mental.
Art. actualizado: Feb. 2024; sobre el original de septiembre, 2012.
Referencias
Comellas Carbó, M. J., & Perpinyà Torregrosa, A. (2003). Psicomotricidad en la educación infantil: recursos pedagógicos. Barcelona: CEAC, 2003.Da Fonseca, V. (2000). Estudio y génesis de la psicomotricidad. Inde.
Ortega, J. J. (2007). Manual de psicomotricidad.(Teoría, exploración, programación y práctica). Ediciones La Tierra Hoy SL.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.