Importancia del Suelo

Serena Cuoghi
Título de Profesora de Biología

Un suelo abundante en nutrientes se convierte en albergue de una gran variedad de especies vegetales, conformando densas poblaciones, las cuales a su vez atraen una amplia diversidad de animales hacia este prolífico espacio, mientras que en zonas donde los suelos carecen de elementos que aportar, no se hace extrañar la escasez de vida merodeando por allí, porque para poder desarrollarse las dinámicas entre los seres vivos, resulta necesaria la presencia y el sustento de factores ambientales por medio de elementos y sustancias base que conforman la materia viva, lográndose con ellos la transformación y transferencia de energía desde el medio exterior hasta cada una de las células de los individuos.

En contribución a los vitales fenómenos fisicoquímicos, el suelo se presenta como todo un medio facilitador de: 1) acumulación de sustancias para su aprovechamiento extensivo; 2) refugio para la concentración de los microorganismos descomponedores, convirtiéndose en el mayor laboratorio químico de la naturaleza; 3) el soporte necesario para el anclaje de la mayoría de las plantas; 4) absorción y retención de humedad permitiendo a su vez, dependiendo de sus características, la percolación del agua hacia las fuentes de almacenamiento subterráneo y su consecuente disponibilidad prolongada; y 5) una gran cantidad de recursos minerales que también son aprovechados tecnológicamente por la humanidad.

Todos estos aspectos remarcan la vital importancia del suelo y la estrecha relación existente entre las características particulares que éste presenta, en función de los elementos que lo componen, y la diversidad de especies que pueden desarrollarse en un área determinada, haciéndose imperante la toma de decisiones y ejecución de medidas que permitan reducir lo más pronto posible los niveles de contaminación producida en los suelos de la mayor parte de la superficie terrestre y el lecho marino.

Consideraciones agrícolas

La calidad de un suelo es el factor esencial para el óptimo desarrollo de un cultivo, de allí que en las últimas décadas no se hayan escatimado en inversión de recursos y tiempo para el desarrollo de sustancias, métodos y prácticas agrícolas por medio de los cuales mantener la calidad de los suelos, a fin de generar cultivos cada vez más eficientes y con producciones de menor costo, en función de lograr obtener la cantidad de alimentos necesarios para la supervivencia de la humanidad y el sustento de las especies animales que ha destinado para el mismo propósito.

De igual modo, según las características particulares del suelo y las demás condiciones ambientales de una región determinada, los cultivos deben girar entorno a la variedad de especies adaptadas naturalmente a dichos escenarios, de otro modo, el cultivo forzoso de plantas con otros requerimientos específicos, conlleva a un incremento desmedido en la necesidad de manipulación de los suelos y el control ambiental, creándose un impacto económico negativo que atenta no sólo contra la propia naturaleza, sino contra la estabilidad financiera de quien pretenda asumir semejante reto, por lo que antes de iniciar cualquier tipo de práctica agrícola, bien sea a pequeña, mediana o gran escala, se hace indispensable poder contar con un minucioso estudio del suelo, para así saber con exactitud cuáles son los recursos de los que se dispondrá de forma natural, cuáles son las especies que concuerdan con sus características y cuáles serán incluso los elementos a los que se deberá prestar atención para su reposición a lo largo de su cultivación.

Historia, arquitectura y estabilidad

Otro hecho particular que presentan los suelos es la conservación de una memoria propia. La conservación y características de los elementos presentes en las capas de los suelos, brindan a los geólogos un registro fiel de los acontecimientos naturales que se suscitaron a lo largo de las eras, por lo que el suelo también se convierte en el cronista del pueblo, revelando a la ciencia en cada una de sus capas una cantidad de datos tal que aún quedan muchos por aprender a comprenderse, pasando a ser la geología un área de estudio a la cual se le augura un muy prominente futuro en la exploración del pasado.

El desarrollo urbano también es un factor que se encuentra vinculado estrechamente al suelo, condicionando la toma de decisiones tanto de ingenieros como de arquitectos, según las propiedades y características de éste, para el desarrollo de cualquier tipo de construcción. Mientras mayor sea el proyecto arquitectónico, a mayor profundidad y extensión deberá buscarse información procedente del suelo, para poder asumir todos los elementos necesarios con los cuales realizar construcciones cada vez más seguras, esta ha sido al menos una de las principales premisas de la ingeniería moderna, la cual asume tanto los fenómenos geológicos como los atmosféricos para el desarrollo de urbes cada vez más seguras y armónicas con la naturaleza.

Referencias

Coyne, M., & Rasskin, M. (2000). Microbiología del suelo: un enfoque exploratorio. Madrid: Paraninfo.

Hudson, N. (1982). Conservación del suelo. Reverte.

Rodríguez, M. S. A., & Villar, E. M. (1993). Fertilidad del suelo y parámetros que la definen. Universidad de la Rioja.

Rucks, L., et all. (2004). Propiedades físicas del suelo. Universidad de la República: Facultad de agronomía. Montevideo, Uruguay.

Por: Serena Cuoghi. Profesora de Biología egresada de la UPEL. Docente especialista en Dificultades de Aprendizaje. Experta en PNL y Superaprendizaje. Desempeño en Ciencias Biológicas, e investigadora en Biodescodificación.

Art. actualizado: Marzo 2023; sobre el original de mayo, 2011.

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