Agustina Repetto
Licenciada en Psicología

La imaginación es una capacidad humana compleja que nos brinda la posibilidad de crear múltiples imágenes y escenarios en nuestra mente sin la necesidad de que aquello creado tenga un correlato empírico.

Comienza a desenvolverse a partir del desarrollo de la función simbólica, la cual nos permite representar diversas experiencias – internas y externas – mediante palabras, juegos, dibujos, entre otros. De esta forma, a medida que se afianza la capacidad de construir representaciones mediante la función simbólica, la imaginación nos permite pensar y crear cosas que no existen, lo cual es fundamental para desarrollar nuestra creatividad, visualizar o proyectar situaciones futuras, explorar nuevas posibilidades y encontrar nuevas soluciones frente a un problema, entre otra cuestiones que veremos a continuación

¿Cuáles son las funciones psicológicas de la imaginación?

La imaginación tiene una serie de funciones psicológicas importantes. Por un lado, la imaginación nos permite proyectarnos en el futuro y planificar acciones futuras. Por ejemplo, si queremos encontrar un destino de viaje, podemos imaginar cómo es el lugar al que nos gustaría ir, cómo llegaríamos hasta allá y qué cosas necesitaríamos llevar. De esta manera, podemos anticipar posibles problemas o dificultades, planificar nuestra ruta y prepararnos.

Por otro lado, la imaginación también nos permite revivir experiencias pasadas. Por ejemplo, si recreamos mentalmente una experiencia pasada emocionalmente significativa, como la muerte de un ser querido, podemos revivir mentalmente los detalles de ese momento y experimentar de nuevo las emociones asociadas. Este proceso de evocación de emociones a través de la imaginación es una herramienta que utilizan algunos terapeutas para ayudar a procesar emociones difíciles.

Además, la imaginación también es fundamental para la creatividad y la resolución de problemas. Al imaginar diferentes posibilidades y escenarios, podemos explorar nuevas ideas y soluciones. Por ejemplo, si estamos tratando de resolver un problema complejo en el trabajo, podemos imaginar diferentes soluciones y evaluar sus posibles consecuencias. De forma tal de tomar la decisión que nos resulte más efectiva.

¿Qué componentes tiene la imaginación?

La imaginación es una actividad mental que involucra diferentes procesos cognitivos. En primer lugar, la imaginación se basa en la percepción, es decir, en la capacidad del cerebro para recibir y codificar información proveniente de nuestros sentidos. Además, la imaginación también implica procesos de memoria, ya que esa información sensorial tiene que ser almacenada y luego recuperada. Por ejemplo, muchas de las imágenes mentales que nos creamos son el resultado de la conjunción y modificación de experiencias vividas anteriormente. Por último, la imaginación también está relacionada con la atención, la emoción, el lenguaje y la motivación.

¿Cuáles son los experimentos más interesantes en el estudio de la imaginación?

A lo largo de la historia, se han llevado a cabo numerosos experimentos científicos para entender mejor la naturaleza de la imaginación y sus efectos en la mente y el cuerpo.

Uno de los primeros experimentos en este campo fue realizado por el psicólogo Norman Triplett en 1898. En este estudio, Triplett observó que los ciclistas que competían en grupo eran más rápidos que los ciclistas que competían solos. A partir de esta observación, Triplett propuso que la presencia de otros ciclistas estimulaba la imaginación de los competidores, lo que les permitía imaginar diferentes escenarios y posibilidades, lo que a su vez aumentaba su motivación y su rendimiento. Este estudio fue uno de los primeros en demostrar la relación positiva entre la imaginación y el rendimiento deportivo.

Un estudio más reciente, realizado por el psicólogo Jim Davies en 2018, investigó cómo la imaginación afecta la empatía. Davies pidió a los participantes que imaginaran diferentes escenarios en los que otras personas sufrían y que después evaluaran su nivel de empatía hacia esas personas. Descubrió que la imaginación aumentaba significativamente el nivel de empatía de los participantes. Este estudio sugiere que la imaginación no sólo es útil para proyectarnos en el futuro o revivir experiencias pasadas, sino que también puede ayudarnos a conectar emocionalmente con los demás.

Otro experimento es el llamado “Efecto Tetris”, llevado a cabo por la psicóloga cognitiva Emily Holmes. En este estudio, los participantes jugaron al videojuego Tetris antes de imaginar diferentes formas de realizar tareas cotidianas, como hacer una lista de compras. Los resultados mostraron que los participantes que habían jugado a Tetris antes de imaginar las tareas eran capaces de idear soluciones más efectivas y creativas que los participantes que no habían jugado al juego.

Por último, un estudio divertido sobre la imaginación es el experimento llevado a cabo por el psicólogo Daniel Schacter, en el que se pidió a los participantes que dibujaran un monstruo imaginario. Después, se les pidió que imaginaran diferentes escenarios, como el monstruo en una ciudad o en un parque. Los resultados mostraron que los participantes que habían dibujado monstruos con características específicas eran más capaces de imaginar el monstruo en diferentes escenarios.

Estos experimentos son solo algunos ejemplos de la variedad de estudios que los psicólogos han llevado a cabo para entender mejor la complejidad de la imaginación humana.

Por: Agustina Repetto. Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Actualmente, estudiante del Posgrado en Sexualidad Humana: sexología clínica y educacional con base en Perspectiva de Género y Derechos Humanos.

Art. actualizado: Feb. 2023; sobre el original de septiembre, 2009.

Datos para citar en modelo APA: Repetto, A. (Feb. 2023). Definición de Imaginación. Significado.com. Desde https://significado.com/imaginacion/