Definición de Inconsciente
Doctor en Psicología
En términos generales, el inconsciente se puede describir como un componente activo-pasivo que actúa imperceptiblemente en la psiquis humana en función de las circunstancias, capaz de afectar la conducta y formas de pensar, con base en el cúmulo de experiencias personales, y, de acuerdo a Jung, aplicado también en grupos sociales a partir de conocimientos y sistemas socioculturales compartidos.
De manera cotidiana, las personas tienden a usar la palabra inconsciente cómo un adjetivo para calificar a otra que ha sido irresponsable en los actos que ha realizado, los cuales posiblemente han tenido repercusiones negativas. Sin embargo, ¿qué tan correcto es este uso? De acuerdo a algunas propuestas procedentes de la psicología y el psicoanálisis, esta percepción es bastante acertada. En este sentido, es común que el inconsciente se asocie inmediatamente con el psicoanálisis, sin embargo, su estudio precede a los postulados de Freud y se extiende más allá de estos. A continuación, se abordan algunos de estos paradigmas.
La propuesta cartesiana
René Descartes es indiscutiblemente uno de los filósofos más importantes para la disciplina psicológica debido a sus postulados. La propuesta cartesiana asume que el ser humano es un ente racional, que es consciente de su alma y que es capaz de comprender y aprender de la realidad en la que vive. No obstante, Descartes también propone que la esencia del ser humano se encuentra divida en dos sustancias: La primera corresponde a un elemento corporal en donde residen los deseos, la pasión y las emociones; mientras la segunda es referente a la consciencia, en la que reside el intelecto y permite el proceso de racionamiento. Para Descartes el inconsciente es parte de la esencia corporal, por lo tanto, es irracional y negativo.
Schopenhauer y el romanticismo alemán
A diferencia de Descartes los filósofos alemanes pertenecientes al movimiento del romanticismo, consideraban que el inconsciente es un elemento positivo del ser humano, debido a que en el residen cualidades de la creatividad y la innovación, las cuales favorecen la intuición y la imaginación. Schopenhauer consideraba que era un error jerarquizar la actividad mental, y por consiguiente, reducir el inconsciente a un plano inferior en comparación con el consciente.
La perspectiva activa-pasiva del inconsciente.
En esta perspectiva, la consciencia es concebida como la capacidad atencional que trabaja en favor de la capacidad del individuo para percibir y dar respuesta a los estímulos ambientales. De modo que, el inconsciente es entendiendo como su contraparte, es decir, un elemento pasivo ante los estímulos externos. Sin embargo, y pese a esta caracterización pasiva, el inconsciente ayuda a focalizar la atención del individuo para que el consciente realice las tareas necesarias.
La perspectiva atencional
El inconsciente es un estado momentáneo en el que ideas o pensamientos que no eran “tomados en cuenta” por el individuo poco a poco son atendidos y, por tanto, dejan de ser parte del inconsciente. Fechner, considera que el procesamiento superior de la información corresponde al nivel del consciente, mientras que, las sensaciones inconscientes corresponden a un nivel de procesamiento inferior. En palabras de Leibniz, las percepciones inconscientes son aquellas sobre las que no se tiene un recuerdo explícito. Finalmente, Wundt considera que toda aquella información que era parte de la consciencia es aprendida, mientras que la información que es parte del inconsciente es aquella que se queda en la “periferia” de la consciencia.
La propuesta psicoanalítica
Como se mencionó con anterioridad, es imposible hablar del inconsciente sin remitirnos a la teoría psicoanalítica. En esta teoría, y sus posteriores alternativas, el inconsciente es unos de los principales objetos de estudio para el o la psicoanalista.
El inconsciente de Freud
Mediante el uso de la hipnosis en sesiones terapéuticas, Freud se percató que algunos de sus pacientes revelaban información o realizaban conductas que estando en otro estado no realizarían. Asimismo, se dio cuenta de que algunos pacientes tenían algunos “accidentes” a lo largo de su día que le hacían recordar lo que sucedía en las sesiones. De este modo fue como Freud llego a la conclusión que debía existir un espacio donde toda esta información quedará almacenada esta información, esto fue lo que Freud denomino como inconsciente. Sin embargo, para entender al inconsciente se deben conocer otras estructuras con las que se encuentra íntimamente relacionado, el preconsciente y el consciente.
En el consciente, se localiza la información con la que se da sentido a la realidad; en el preconsciente, están los elementos que no se encuentran en el consciente, pero que con poco esfuerzo atencional pueden llegar a dicho plano; finalmente, en el inconsciente, se encuentra todos aquellos elementos que requieren un esfuerzo psíquico intenso para llevarlo al consciente, debido a que hay cierta resistencia a este proceso. Dicho de otra forma, en el inconsciente se encuentra los elementos relevantes para el individuo y que ayudan determinar el comportamiento, pero que, no es posible de controlar por el individuo y que ocasionalmente se “escapan” al consciente y es reflejada en la conducta en forma de lo que Freud llamaba Lapsus. En este sentido, la información almacenada en el inconsciente adquiere un carácter negativo ya que la información que se encuentra en este sitio es el resultado de experiencias tempranas traumáticas para el individuo.
Otras perspectivas psicoanalíticas
Para Adler, uno de los estudiantes de Freud, el inconsciente no era un polo opuesto al consciente, más bien era un espacio en el que una persona experimenta situaciones NO vividas pero que requieren ser probadas.
Por otra parte, Jung propuso el concepto de inconsciente colectivo, en este se encuentran de manera implícita los problemas de la sociedad y la cultura. Este inconsciente funciona como un sistema de represión a la conducta y facilita la adaptación del individuo a su entorno. No obstante, también da paso a la individuación, el cual es el proceso en que las normas sociales “dialogan” con la identidad del individuo para dar forma a su psique.
A modo de conclusión se puede decir que, aunque los paradigmas que abordan el inconsciente pueden ser múltiples, estas convergen que es un elemento crucial para la conducta humana ya sea mediante la expresión de cualidades positiva o la represión de elementos negativos.
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Art. actualizado: Dic. 2022; sobre el original de febrero, 2010.
Referencias
Domínguez Rojas, A. L. & Yáñez Canal, J. (2011). El inconsciente: Una mirada sobre su historia y sus retos actuales. Psychologia Latina, 2 (2), 172-183.Escriba un comentario
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