Definición de IVA

IVA es en realidad la abreviatura que se utiliza comúnmente para referirse al Impuesto al Valor Agregado que es un impuesto indirecto sobre el consumo y que aquellos que se encuentran en Latinoamérica lo conocerán más que bien ya que se aplica sobre la mayoría de las compras que cotidianamente realizan en el supermercado, en el shopping y en tantos otros comercios, en tanto, en España, al mismo impuesto se lo denomina como Impuesto al Valor Añadido.

Pero para aclarar mejor el concepto de este particular impuesto del cual la mayoría de los consumidores somos “víctimas”, será preciso ahondar primero en el concepto de lo que es un impuesto indirecto.

Un impuesto indirecto es aquel que no será percibido por el fisco directamente de la persona que soporta la carga del tributo, sino que se aplicará en las transferencias a título oneroso de bienes o servicios, entonces, quien soporta la carga fiscal en definitivas cuentas será el consumidor final de esos bienes y servicios. Cada participante de esta llamada cadena de valor añadido le deberá pagar a su inmediato antecesor el IVA correspondiente al precio facturado por este, pero a la vez, recibirá de su sucesor en esta cadena, el monto que corresponda al impuesto asociado al precio que facturó. Cada participante de esta cadena como dijimos, excepto el consumidor final, será responsable ante la autoridad tributaria correspondiente de liquidar y pagar conforme dicta y establece la ley comercial de cada país que lo aplica, la diferencia que queda entre el IVA pagado y el IVA cobrado, el crédito y el débito fiscal, respectivamente.

El cálculo del IVA es una cuenta que cualquier empresa o consumidor final puede realizar, ya que se trata de un cálculo sumamente fácil. Ante todo dependerá del valor que el IVA tenga en el país en el cual se quiere calcular, por ejemplo en México su valor es de 15, en Argentina es de 21, entonces se multiplica por 15 o por 21 y se divide entre 100. Este monto se incorpora al valor inicial del bien de consumo para estimar el incremento definitivo a pagar por cada individuo.

Este impuesto al consumo es uno de los principales aportes fiscales en la región de Iberoamérica. Si bien indudablemente genera importantes recursos para las arcas del Estado que podrían ser útiles para la comunidad cuando se administran de modo transparente, el consumidor final observa una recarga importante sobre el precio final que debe abonar por cada producto afectado por el IVA. Entre las estrategias para reducir el impacto se menciona la devolución parcial del impuesto; en el caso de Argentina, las compras efectuadas por medios electrónicos presentan un regreso al consumidor del 5% del IVA, con la excepción de los combustibles, en los cuales el importe es menor.

Otra propuesta para reducir esta presión tributaria ha sido la de eliminar el gravamen para ciertos productos básicos (leche, pan, agua) o para bienes como los libros o el software. Esto resulta de particular importancia, en especial en naciones con inflación elevada, la cual multiplica los efectos deletéreos del IVA sobre el bolsillo del ciudadano común.