Definición de Pesetas

La peseta supo ser la moneda de curso legal y por ende la forma de pago oficial en España hasta que el Euro se impuso como moneda de uso común entre las naciones que componen la Unión Europea, entre ellas obviamente España.
Desde el año 1999 en que se instaló de manera oficial la utilización del euro y hasta el año 2002 en que se la quitó de circulación, la peseta, circuló y convivió con el euro.
Cuando el euro entró en España la conversión equivalía a: 1 euro = 166,386 pesetas.

La historia de la peseta en España fue realmente larga ya que comenzó a circular allá por mediados del siglo XIX, más precisamente en el año 1868.

El Banco de España, que es la entidad financiera oficial del estado español, fue el encargado de su emisión y de su control claro está.

Si bien existieron acuñaciones oficiales de la peseta antes de 1868 en que se oficializó su utilización, sería a partir de este momento que se extiende su uso por toda España y asimismo por sus colonias.

Hasta aproximadamente la década del treinta del siglo pasado las pesetas se acuñaron en plata pero luego por una cuestión de abaratamiento de costos se decidió reemplazar la plata por materiales más baratos como el aluminio.

Como suele suceder con las monedas y billetes de todos los países, y la peseta no fue la excepción, para su fabricación se utilizaron personalidades políticas y algunos sucesos destacados en España, tal es el caso del retrato del Rey Juan Carlos I y el Mundial del año 1982 celebrado en España, entre otros, para figurar en sus caras.

Si bien en algunos países, incluyendo a España, el euro causó complicaciones económicas, cabe destacarse que a la fecha, el euro, es la segunda moneda de reserva mundial después del dólar estadounidense y asimismo la más comercializada.

Entre las ventajas de la eliminación de la peseta, en este caso, y la incorporación del euro se cuentan: minimización de riesgos del tipo de cambio, aumento de la inversión a través de las fronteras, eliminación de costos de las transferencias bancarias entre diferentes divisas, mayor amplitud del mercado.
Mientras que por el lado de las críticas se menciona que este cambio impidió las clásicas devaluaciones que las naciones realizaban con sus monedas para así ajustarse a las condiciones económicas que primaban.

Más allá de todo, hoy, la peseta es historia.