Definición de Reproducción
Licenciado en Biología
1. Biología. Proceso en el que ocurre la producción de nuevos organismos biológicamente semejantes al progenitor, permitiendo la continuidad de la especie. a) R sexual; b) R. asexual
2. Copia o imitación de algo original.
3. Respecto de la acción de iniciar o dar continuidad a una obra que tiene uno o varios elementos multimedia. Ejemplos: una película, un álbum de música o un videojuego; típicamente, son resultado de una fabricación masiva que replican una pieza maestra.
Etimología: Conjuga el prefijo re-, como propiedad de repetición, y el término producción, por los modos del latín productio, productiōnis, respecto del verbo producĕre, formado por el prefijo pro-, que remite a adelante, y el verbo ducĕre, en el sentido ‘guiar’, ‘conducir’.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: re-pro-duc-ción.
Reproducción biológica
Una de las características fundamentales de la vida es la capacidad de todo ser vivo de producir descendientes y, asegurar la supervivencia de la especie. La reproducción es el proceso mediante el cual los organismos vivos producen nuevos individuos de su especie. Todos los seres vivos, sin excepción, se reproducen de alguna manera. De hecho, la capacidad de reproducirse es una de las características definitorias de la vida.
Existen dos tipos principales de reproducción: la reproducción sexual y la reproducción asexual
La reproducción sexual es la forma más común en los seres vivos. Los animales se reproducen casi exclusivamente de este modo, aunque también está presente en las plantas, hongos y microorganismos. La reproducción sexual implica la recombinación genética que es la “mezcla” de material genético de dos progenitores. Cada progenitor aporta la mitad de la información genética, y la descendencia tendrá una combinación única producto de la combinación de las contribuciones de ambos padres. Es decir, en la reproducción sexual típica, es necesaria la participación de dos individuos (masculino y femenino).
La reproducción asexual se caracteriza porque un individuo produce descendencia sin la participación de otro individuo, está descendencia es genéticamente idéntica al progenitor y son, en realidad, copias o clones de sí mismo. Es común en muchos organismos, incluyendo plantas, hongos, bacterias y algunos animales. Hay varias formas de reproducción asexual, como la fisión, la fragmentación y la gemación. La reproducción asexual es común en algunos organismos, como las bacterias y algunos tipos de plantas, y puede ser una forma rápida y eficiente de producir nuevos individuos. En este artículo nos enfocaremos en la reproducción sexual, puedes encontrar más información sobre la reproducción asexual en el artículo sobre gemación.
Reproducción sexual en animales y plantas
El proceso de la reproducción sexual comienza cuando dos células sexuales, llamadas gametos o gametas, se fusionan para formar un nuevo individuo. En la mayoría de los animales, los gametos se producen en órganos reproductivos especializados: los gametos femeninos se llaman óvulos y se producen en los ovarios. Los gametos masculinos se llaman espermatozoides y se producen en los testículos. Existen casos en que el mismo organismo tiene ovarios y testículos, por lo tanto, produce óvulos y espermatozoides y, por ende, puede reproducirse sexualmente sin la intervención de otro organismo, este tipo de estrategia reproductiva se conoce como hermafroditismo, pero no es muy frecuente.
Es necesario que los óvulos y los espermatozoides se encuentren para que se pueda producir la fusión de ambas células, proceso conocido como fecundación. Esto puede ocurrir de diferentes maneras, dependiendo del tipo de organismo y su hábitat. En los animales y plantas acuáticos o de ambientes muy húmedos, las gametas son liberadas al agua y la fecundación se produce fuera del cuerpo de los progenitores. Este tipo de reproducción es común entre los invertebrados marinos, los musgos y los helechos.
En los peces, los anfibios y la mayoría de los reptiles los óvulos permanecen dentro del cuerpo de la hembra y son fecundados por el macho después de que salen al exterior (como ocurre en los peces y anfibios, en los que la hembra pone unos huevos gelatinosos y el macho, inmediatamente, los fecunda). En algunos reptiles, aves y mamíferos, los espermatozoides son liberados dentro del cuerpo de la hembra durante el coito con un órgano especialmente desarrollado para introducir el semen (que contiene los espermatozoides) dentro de su cuerpo: el pene. La fecundación ocurre dentro del cuerpo de la hembra y esta deposita unos huevos con una cáscara dura (en los reptiles y aves) o bien, todo el desarrollo del nuevo individuo ocurre dentro del cuerpo de la hembra, en el útero (en los mamíferos).
Una vez que los espermatozoides y los óvulos se han encontrado, se fusionan para formar una célula llamada zigoto o cigoto que se desarrolla en un nuevo individuo.
En las plantas, los gametos también se producen en los órganos reproductores, que están en las flores. Las flores tienen estambres que producen los granos de polen (gametos masculinos) y el pistilo o gineceo que produce el óvulo (gameto femenino). El polen es transportado hasta el gineceo por el viento o por insectos. Este proceso de trasporte del grano de polen se conoce como polinización y los insectos que trasportan el polen son los polinizadores. El óvulo está dentro de la estructura reproductiva femenina llamada pistilo, que se encuentra en el centro de la flor. Una vez que el espermatozoide llega al óvulo, se fusiona con él para formar un nuevo individuo, conocido como embrión. El embrión se desarrolla en una semilla, que es la estructura que permite la propagación de la planta a través de la reproducción sexual.
Ventajas y desventajas de la reproducción sexual y asexual
En la reproducción sexual, los individuos se reproducen mediante el apareamiento y la combinación de material genético de dos individuos distintos, lo que produce descendencia con una combinación única de rasgos heredados de ambos progenitores. Esto aumenta la diversidad genética (los descendientes no son todos iguales) y, por lo tanto, la capacidad de adaptación de los individuos a los cambios de su entorno. En contrapartida, la reproducción sexual requiere la participación de dos individuos, que deben encontrarse y aparearse, lo que a veces puede significar un riesgo para la vida de los individuos (por ejemplo, muchas especies de aves tienen rituales de cortejo y apareamiento muy elaborados, y los individuos dejan de prestar atención a sus depredadores durante esos rituales, lo que los hace más vulnerables. Algunos mamíferos, como los leones y ciervos, pelean con otros machos por las hembras, y estas luchas a veces pueden resultar en graves heridas o incluso la muerte del perdedor).
La reproducción asexual tiene algunas ventajas sobre la reproducción sexual. Una de ellas es que permite la propagación rápida de una población, ya que un solo individuo puede producir muchos descendientes de forma rápida y sencilla; tampoco requiere la participación de dos individuos, lo que puede resultar ventajoso en ciertas ocasiones. Además, en la reproducción asexual no se produce una recombinación del material genético, por lo que los individuos producidos por reproducción asexual son genéticamente idénticos al progenitor. Esto puede ser útil en situaciones en las que un organismo tiene una combinación de rasgos que le permite adaptarse de manera efectiva a su entorno.
Sin embargo, la reproducción asexual también tiene algunas desventajas. Una de ellas es que no permite la diversificación genética, ya que todos los individuos producidos son genéticamente idénticos al progenitor. Esto puede ser un problema en situaciones en las que el entorno cambia y es necesaria una mayor adaptabilidad para sobrevivir.
Art. actualizado: Enero 2023; sobre el original de marzo, 2009.
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