Definición de Rutina
Licenciada en Psicología
La rutina es un patrón de comportamiento o de actividades que repetimos y sostenemos en el tiempo. Puede abarcar una serie de prácticas diarias que se realizan con regularidad y sin demasiada variación como cepillarse los dientes, desayunar, ir al trabajo o hacer ejercicio.
Aunque frecuentemente solemos asociarla con la monotonía y la falta de variedad, las investigaciones científicas sugieren que una rutina estable puede tener un impacto positivo en nuestra salud mental y bienestar en general. Sin embargo, es importante encontrar el equilibrio adecuado entre la rutina y la variabilidad para optimizar la salud y el bienestar en la vida diaria.
Beneficios de la rutina
Las rutinas pueden proporcionar una estructura y estabilidad en nuestra vida diaria, lo cual impacta de manera positiva en nuestra calidad de vida, ya que nos permiten organizarnos, ahorrar tiempo y energía, y realizar nuestras tareas cotidianas de manera más eficiente. Diversos estudios, realizados por psicólogos que investigan este campo, encontraron que las personas que tienen rutinas armadas tienen menos estrés y ansiedad. Esto puede deberse al hecho de que el establecimiento de una rutina puede reducir el sentimiento de incertidumbre, lo cual otorga una mayor sensación de control sobre la impredecibilidad del futuro. Además, se encontró que las personas que siguen sus rutinas son más propensas a cumplir con sus objetivos. Por último, las investigaciones mostraron que las rutinas pueden mejorar la salud física, ya que las que se fundamentan en hábitos saludables, como hacer ejercicio, dormir lo suficiente y comer sano, contribuyen a reducir el riesgo de padecer enfermedades.
Es importante tener en cuenta que las rutinas pueden ser útiles para algunas personas pero no para todas, ya que algunas pueden encontrarlas limitantes o restrictivas.
Desventajas de la rutina
Las rutinas rígidas pueden tener algunas desventajas, ya que pueden limitar nuestra capacidad para adaptarnos a nuestro entorno. El mundo actual se caracteriza por la vorágine y el cambio constante, por lo que la falta de flexibilidad puede traer consecuencias negativas. En particular las rutinas poco flexibles pueden perjudicarnos para ser creativos e innovadores, lo que puede dificultar la resolución inteligente de algunos problemas. También pueden limitar nuestra capacidad para ser espontáneos y disfrutar de la vida en el momento presente, lo que puede reducir nuestra satisfacción con la vida.
Cuatro claves para establecer una rutina saludable
La primera clave para establecer una rutina saludable es establecer una jerarquía de necesidades que nos ayude a delimitar hacia dónde queremos llegar, es decir, visualizar el propósito mayor a partir del cual se desprenderán los objetivos concretos. Por ejemplo, una meta general podría ser estar menos estresado.
La segunda clave es desglosar esa meta general en objetivos específicos, claros y realistas que sean alcanzables. Siguiendo con el ejemplo propuesto, podríamos pensar que hay varios objetivos que se pueden delimitar en función de reducir el estrés, tales como aumentar el espacio de ocio y realizar actividad física. Es importante recordar que esto se llevará a cabo de acuerdo a la agenda de cada persona y la disponibilidad real para introducir las modificaciones requeridas, ya que si se pautan objetivos no realistas e inalcanzables pueden generar sentimientos de frustración y desgano, lo que a su vez contribuye al aumento de la ansiedad y el estrés.
La tercera clave es fijar un horario predeterminado y regular para destinarle a las actividades. La frecuencia y duración variará en relación con la capacidad real que tenga la persona para llevarlas a cabo. Al principio es mejor establecer rutinas de actividad física breves para luego ir ampliándolas de manera gradual y progresiva, ya que la adopción de nuevos hábitos puede ser difícil y requiere de tiempo y esfuerzo. Por ejemplo, en lugar de tratar de hacer ejercicio durante una hora al día, al principio es mejor empezar con diez minutos al día e ir aumentando el tiempo de manera progresiva.
La cuarta y última clave es recompensarnos por nuestros logros. Según la teoría conductual hay mayor probabilidad que se repita una conducta si la misma es recompensada. Es importante que las recompensas sean significativas para nosotros. Por ejemplo, una recompensa puede ser mirar una película.
Por último, cabe destacar que, si bien estas claves son útiles para establecer una rutina, cada persona es única y puede requerir ajustes en función de sus necesidades y circunstancias personales. Es importante recordar que la mayoría de cosas que queramos cambiar o mejorar de nuestra vida van a requerir de esfuerzo, dedicación y constancia y que es más fácil lograrlo si nos ponemos objetivos realistas que representen pequeñas modificaciones en nuestra vida diaria y nos brinden gratificaciones más inmediatas.
Siga en Rutina (parte 2)
Art. actualizado: Feb. 2023; sobre el original de octubre, 2009.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.