Definición de Sobriedad

La palabra sobriedad es un término que empleamos con frecuencia para dar cuenta de la moderación o de la ausencia de ésta que ostenta algo, o en su defecto, alguien en su accionar, en su comportamiento.

Moderación en el actuar de alguien o en la apariencia de algo

En este sentido, la sobriedad, está vinculada a un individuo con carácter templado y tranquilo, cuyo comportamiento desconoce el escándalo y la polémica. “ Laura, debes expresarte con mayor sobriedad frente a los extraños. La sobriedad ha sido la clave de su éxito.”

En tanto, a aquella persona que se comporta con moderación y templanza, y esto es característica saliente de su accionar se lo llama sobrio.

Valor positivo que permite administrar la prudencia y evitar excesos

Sin lugar a dudas, la mayor parte de las personas aprecian a la sobriedad como un valor positivo porque implica evitar los excesos y administrar de manera correcta y prudente las formas en todo aspecto.

Esto permite que a cada cosa le atribuyamos la importancia que tiene, por ejemplo, no exagerar con algunas cuestiones ni minimizar otras, analizarlas, y a todas darles un valor justo y razonable.

También este valor ayuda a que una persona se maneje de modo adecuado en materia de vicios; difícilmente quien es sobrio actúa de modo desubicado, sabrá administrar sus finanzas de modo prudente, comerá y beberá con cuidado y en la media justa, guardará las formas ante determinadas personas y situaciones, vestirá de modo poco estridente y que no llame la atención entre otros.

Ausencia de adornos estridentes

Por otra parte, a la carencia de adornos, de accesorios superficiales o impactantes, también se la designa como sobriedad.

Para muchas personas, especialmente para aquellas que no gustan de las estéticas u ornamentaciones recargadas, la sobriedad es sinónimo de elegancia.

Así para este tipo de individuos un atuendo negro será el ideal frente a otro de color fucsia.

Y la misma situación se traslada a la decoración de interiores por ejemplo, un ambiente que está repleto de mobiliario confeccionado por colores chillones y tallas y líneas voluptuosas será considerado como falto o ausente de sobriedad.

Por supuesto que en el aspecto estético la sobriedad suele ser bastante subjetiva, algunos gustarán de vestirse y adornar su casa de manera clásica y sencilla y otras personas harán lo opuesto.

Ahora bien, en el caso específico de las personas, en su manera de ser y pensar, la sobriedad está bien vista por una gran mayoría, es un valor que se destaca como decíamos líneas arriba, y como contrapartida suelen ser mal vistos aquellos que actúan y piensan de un modo tosco, abrupto, y como ya abordamos, muchas veces este comportamiento intempestivo puede impactar de manera muy negativa en la vida de las personas, ya sea en el plano personal y en lo que respecta a su integración social.

Persona que no está alcoholizada

Y asimismo el término sobriedad es empleado para expresar la cualidad de aquella persona que no está borracha.

O sea, la contracara de la sobriedad en este sentido es la borrachera.

Cuando un individuo que padeció una aguda dependencia del alcohol y tras la realización de un tratamiento puede recuperarse de la misma y no beber ni siquiera una gota de alcohol se hablará del estado de sobriedad que afortunadamente está atravesando.

El alcoholismo es uno de los flagelos que acechan al ser humano desde tiempos inmemoriales.

La dependencia física que el mismo genera en el adicto y también la consecuente predisposición a la violencia cuando no se dispone de bebida que satisfaga la adicción son las dos cuestiones clave a controlar para que la persona se cure y consiga la sobriedad.

En la mayoría de los tratamientos, para combatir la adicción del alcohol, el momento de sobriedad es acompañado y guiado por individuos que ya han pasado por la experiencia y que apuntalan al enfermo para que logre la total recuperación y la sobriedad para siempre.

También es indispensable el apoyo y la contención de los familiares y amigos, que ayuden en todo momento a la persona adicta a mantenerse alejada del alcohol y de cualquier otro agente que tiente a volver a beber.