Definición de Temperamento

Marcoantonio Villanueva Bustamante
Doctor en Psicología

Temperamento

El temperamento es la forma más esencial y básica en que una persona responde ante los estímulos del medio, asimismo, es considerado como la tendencia constitucional que un individuo posee y que le ayuda a reaccionar a eventos situacionales.

A lo largo de nuestra vida nos encontramos con muchas personas a las cuales clasificamos a partir de ciertas características, sin embargo, cuando nos encontramos a personas que son bastante irritables, susceptibles o caprichosas, es habitual definirlas como bastante temperamentales. Asimismo, es común que al hablar del temperamento pensemos inmediatamente en infantes o recién nacidos, frases como “espero que mi bebé no herede mi temperamento” son muy comunes y han ocasionado que se asuma que posee características innatas y hereditarias; por tanto, queda preguntarse ¿Qué tan correctas son las premisas previamente establecidas? Para responder a dicha pregunta es posible remontarnos a la definición que se le ha dado a este concepto, y a partir de la cual se exponen distintas visiones que contribuyeron a su construcción.

Desde los inicios de la civilización humana se han propuesto múltiples definiciones y conceptualizaciones, particularmente, la psicología es la disciplina que ha tomado la iniciativa en torno a su estudio. En esta misma línea, uno de los problemas, es la confusión existente entre los términos de temperamento, personalidad y carácter, los cuales son usados de manera indiscriminada; y si bien estos son fenómenos se encuentran íntimamente relacionados no deben ser confundidos.

Galeno de Pérgamo, filoso griego, retomó la teoría de Hipócrates en torno a los 4 humores para así darle forma a la teoría de los 4 temperamentos básicos, a continuación, se describen estos.

• Temperamento sanguíneo. Las personas con este temperamento se caracterizan por tener un humor muy variable, en estas personas predomina la sangre (humor)

• Temperamento colérico. Personas caracterizadas por poseer una voluntad fuerte y sentimientos apasionados. En estos individuos predomina la bilis amarilla.

• Temperamento melancólico. Caracteriza a personas afligidas y soñadoras, en estos individuos predomina la bilis negra.

• Temperamento flemático. En estos individuos predomina la flema, y se caracterizan por ser apáticos.

Rothbarth y Derryberry, psicólogos norteamericanos, definen el temperamento como las diferencias individuales en la reactividad y la autorregulación que tiene una base constitucional. En este sentido, debe aclararse que para estos autores el concepto constitucional es definido como una estructura biológica que es relativamente estable en el individuo, pero que puede ser influido por el tiempo, la herencia, la maduración y la experiencia. Por su parte, la reactividad es definida como el grado de excitación y la capacidad de respuesta y activación de sistemas fisiológicos que permiten dar la respuesta adecuada. Finalmente, la autorregulación es definida como aquellos procesos llevados a cabo en el sistema nervioso central, que se reflejan en conductas a consecuencia de la reactividad.

Buss y Plomin consideran que el temperamento posee tres características, 1) emocionalidad, que se refiere a la activación de emociones negativas; 2) Actividad, que se refiere a la perseverancia y 3) Sociabilidad, que indica el apego y la responsabilidad de las personas.

Por su parte, Goldsmith y Campos, consideran que el temperamento se encuentra restringido a elementos reguladores de la emoción, que más que a procesos fisiológicos se refiere a procesos sociales. Estos ejemplos son solo algunos dentro de la amplia variedad de definiciones que existen y, si bien debido a tal cantidad puede ser complejo el llegar a un consenso, es posible identificar una serie de características en común, de modo que el temperamento es la cualidad humana que permite el dar una respuesta a las situaciones que se nos van presentando de manera cotidiana.

Orígenes del temperamento

Si bien aún se mantiene el debate entre los académicos, la postura que indica que el temperamento tiene su origen en la genética. Dicho de otra forma, el temperamento de los padres podría influir en cómo será el temperamento de los hijos. Esta hipótesis ha sido puesta a prueba mediante el desarrollo de estudios realizados en el contexto de la adopción, los gemelos y la familia; del mismo modo, los estudios en el campo de las neurociencias han permitido el avance en esta temática por lo que aún no se tiene claro dónde se encuentra el verdadero origen del temperamento.

Temperamento y personalidad

Debido a que el temperamento tiene se define en la infancia, este regula las conductas del infante, que a su vez impacta en la reacción que tienen las demás personas en su entorno. Esto favorece el desarrollo de pautas de comportamiento y establece las relaciones de los individuos con las demás personas. En este sentido, se ha propuesto la hipótesis de como el temperamento ayudaría, mediante procesos de maduración interna y regulación social, al desarrollo de la personalidad. Cabe mencionar que de manera similar al temperamento, la personalidad tiene una amplia variedad de definiciones y modelos; sin embargo, son las teorías de los rasgos las que mayor énfasis hacen en la relación entre el temperamento y la personalidad.

A modo de síntesis podemos concluir que el temperamento surge desde la infancia a consecuencia de fuertes cargas genéticas, y permite que el individuo se introduzca y adapte al entorno en el que reside.

Por: Marcoantonio Villanueva Bustamante. Licenciado en Psicología, egresado de la Facultad de Psicología de la UNAM, México. Doctor en Psicología por la UFRO, Chile. Actualmente, es investigador independiente que forma parte de diversos equipos de investigación en México y Chile.

Art. actualizado: Feb. 2023; sobre el original de junio, 2009.

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