Definición de Torre de Pisa

La Torre de Pisa puede ser fácilmente identificada y reconocida simplemente por el hecho de que es el único edificio que se mantiene en pie a pesar de estar inclinada sobre su eje. Tal como lo dice su nombre, esta torre está ubicada en la ciudad de Pisa, al norte de Roma. Actúa como campanario de la catedral principal de esa ciudad aunque hoy en día es mucho más famosa y popular que la catedral en sí.

La Torre de Pisa empezó a ser construida a fines del siglo XII para acompañar con su enorme campanario a la catedral de esa ciudad, aunque no sería finalizada mucho tiempo después. Su altura llega a superar los 55 metros y cuenta con ocho pisos de los cuales el primero no tiene ventanas. La superficie exterior de la torre está cubiera por columnas y arcos de medio punto que se van haciendo menos numerosos a medida que se sube en nivel. La parte superior de la torre es donde se ubican las siete diferentes campanas (cada una con un nombre) y su escalera interna, con cerca de 300 escalones, forma una bellísima espiral.

La Torre de Pisa se caracteriza por estar inclinada pero sin perder su equilibrio. Este defecto tuvo que ver con la ejecución incorrecta de los planos de la obra y su inclinación hacia el sudeste fue casi inmediata, además de que se fue intensificado (claro está, minúsculamente) con el pasar de los años. Además, el pobre terreno sobre el cual ha sido construida esta maravillosa torre siempre fue liviano y muy poco firme para edificios de estas envergaduras.

En la actualidad, la Torre de Pisa es una de las construcciones europeas más visitadas y buscadas por turistas. Esto tiene que ver con la particularidad que presenta esta Torre y que no puede ser encontrada en ninguna parte del planeta.