Definición de Universo
El universo es la suma de todo lo que existe con sus correspondientes leyes físicas; esto engloba al tiempo, al espacio, a la materia, a la energía, etc. Según los científicos, el universo tiene una edad aproximada de trece mil millones de años y una extensión visible de noventa y tres mil millones de años luz.
Por el momento, la teoría del “Big Bang”, postulada por primera vez por Georges Lemaître, es la más aceptada para dar cuenta del inicio del universo. Explicada de modo vago y sucinto, según esta teoría los objetos del universo se están separando continuamente, por lo que debieron estar juntos alguna vez. En ese principio, el universo tenía una gran temperatura a la vez que una mayor densidad. Luego comenzó a bajar de temperatura a medida que se desarrollaba su expansión. La idea del Big Bang supone que, si los elementos estuvieron todos juntos en un momento, una fuerte explosión los separó y se convirtieron en elementos separados que conforman el universo: planetas, estrellas, agujeros negros, meteoritos, satélites, etc.
Si bien hay consenso en la ciencia sobre el inicio del universo, las divergencias aparecen cuando se trata sobre su final. Las dos posibilidades que suelen barajarse son: una expansión constante o una contracción. En el primer caso, la velocidad con la que se efectúa la expansión del universo se reduciría, pero seguiría constante; la densidad se haría más baja , ya no se crearían estrellas y se desvanecerían los agujeros negros; en cuanto a la temperatura, disminuiría hasta acercarse al cero absoluto. En el segundo caso, que implica una contracción denominada «Big Crunch», el universo se expandiría hasta un máximo y luego se retraería tornándose más denso y caliente, volviendo a un estado semejante al que tenía en su comienzo. Sin embargo, ambas teorías aún no han podido evidenciar con exactitud cuáles serían los procesos para sostener esta expansión o contracción, según cada una de ellas.
El hombre siempre ha tenido curiosidad por explorar el espacio que lo rodea, y lo mismo que llevó a Cristóbal Colón a navegar a mar abierto para encontrar rutas posibles para el mercado de la Corona española, es lo que también llevó a científicos físicos a crear instrumentos para observar el cosmos. Más reciente, esa misma curiosidad, llevó a que organismos como la NASA lanzara cohetes al espacio, incluso con seres humanos a bordo, para explorar las tierras de la Luna, o de otros planetas (a éstos sólo se han enviado satélites por el momento). No cabe duda que, si hasta ahora el hombre ha podido determinar y conocer con bastante exactitud características y formaciones de la propia galaxia, en unos cuantos años más podrá continuar con el estudio de espacios cada vez más lejanos.
A pesar de todas las propuestas que nos plantea la ciencia, lo cierto es que el Universo está lleno de enigmas. Uno de ellos es su tamaño, puesto que éste supera ampliamente lo posible de ser visto; otro se relaciona con su forma, pudiendo ser plano o curvo. Estos ejemplos ponen en clara evidencia que las especulaciones de la ciencia continuaran su derrotero, pudiéndonos llevar a análisis impensados en un primer momento.
La inmensidad del universo, y todos esos enigmas y secretos que aún el hombre no puede descrifrar, pero pone empeño en hacerlo, es objeto de estudio no sólo de físicos, astrónomos y matemáticos, sino también de ciencias menores como la astrología, que estudia los astros en relación a las personas según su nacimiento, o disciplinas como el ashtanga yoga u otras formas de meditación, que plantean la serenidad corporal pero por sobre todo la espiritual para lograr armonía y equilibrio con el espacio que nos rodea, puesto que somos parte del universo.
Trabajo publicado en: Oct., 2008.
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