Definición de Admisión

Se entiende por admisión el hecho de aceptar a alguien en alguna actividad, es decir, en admitirle. Esta misma definición se puede aplicar a las cosas, por lo que es posible hablar de la admisión de un documento o de una reclamación.

La admisión referida a las personas y a los procedimientos

Para que una persona pueda acceder a ciertos lugares es necesario que tenga algún tipo de permiso o autorización. Así, si alguien no pertenece a un club no podrá utilizar sus instalaciones, puesto que existe un derecho de admisión (los socios del club son aceptados pero no sucede lo mismo con los que no son socios). El derecho de admisión se aplica a todas aquellas personas que no cumplen algún requisito necesario. Por otro lado, no hay que olvidar que algunos locales tienen un letrero que recuerda que existe el derecho de admisión, con el cual se da a entender que si alguien se comporta indebidamente puede ser expulsado del local.

Para tener algunos servicios o prestaciones es necesario que previamente se realicen una serie de gestiones. Cuando éstas finalizan se presenta una solicitud y ésta deberá ser valorada para ser admitida o no.

En cualquier caso, la admisión actúa como un filtro para determinar si alguien puede hacer algo o para considerar si se cumplen correctamente unos trámites. En la vida cotidiana se habla de la admisión a la universidad, de los procesos o de los plazos de admisión, de exámenes de admisión, etc. Las personas queremos formar parte de organizaciones y recibir servicios y para ello debemos ser admitidos a través de algún tipo de procedimiento.

Situaciones de no admisión

En el ámbito del derecho es posible presentar una demanda contra alguien, pero ésta debe cumplir ciertas exigencias legales, ya que de lo contrario la demanda no será admitida a trámite.

La no admisión con respecto a alguien o algo puede ser rechazada y, en consecuencia, es posible realizar una reclamación o un recurso contra la no admisión.

Hay entidades privadas que tienen sus propios criterios para permitir la entrada a los asistentes. La no admisión de alguien puede tener alguna justificación (por ejemplo, no aceptar a personas borrachas o con algún indicio de peligrosidad) pero en ocasiones las personas no son admitidas por motivos discutibles (por ejemplo, en algunas discotecas no se admiten formas de vestir consideradas inapropiadas).

En cualquiera de sus formas la no admisión funciona como un mecanismo de selección, de tal manera que hay cuestiones admisibles y válidas y, paralelamente, otras que resultan inadmisibles.

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