Definición de Angustia

Agustina Repetto
Licenciada en Psicología

La intolerancia a la angustia se refiere a la dificultad que algunas personas tienen para tolerar y manejar el malestar emocional, especialmente cuando se trata de emociones comúnmente denominadas “negativas”. Es un concepto fundamental en la psicología clínica. Exploraremos en profundidad qué es la intolerancia a la angustia, sus implicancias clínicas y cómo abordarla desde una perspectiva basada en evidencia. En este marco, las personas con alta intolerancia al malestar pueden:

● Catastrofizar las emociones: sobredimensionar las consecuencias negativas de sentirse angustiado. Por ejemplo, creer que la angustia es un estado imposible de superar.

● Creerse incapaces de tolerar el malestar: Perciben las emociones negativas como insoportables y sienten que no pueden enfrentarlas de manera efectiva.

● Conducta de evitación o escape: La intolerancia al malestar puede llevar a evitar situaciones o actividades que podrían generar angustia. Por ejemplo, alguien con fobia social puede evitar eventos sociales para evitar sentir ansiedad.

¿Cuál es la relación entre la Intolerancia a la Angustia y los Trastornos de Ansiedad y Depresión?

La intolerancia a la angustia está estrechamente vinculada a los trastornos de ansiedad y depresión. Algunas implicancias específicas incluyen:

1. Aumento del Sufrimiento Emocional: Las personas con intolerancia al malestar experimentan un sufrimiento emocional adicional debido a su dificultad para manejar las emociones negativas. Esto puede afectar su calidad de vida y bienestar general, ya que utilizan estrategias ineficaces de evitación del malestar que sólo contribuyen a aumentarlo. La incapacidad para tolerar la angustia puede llevar a una mayor intensidad de los síntomas ansiosos y depresivos. Por ejemplo, alguien con intolerancia a la angustia puede sentir que la ansiedad es insoportable y, por lo tanto, sufrir más debido a esta creencia.

2. Ciclo de Evitación y Reforzamiento Negativo: La intolerancia al malestar puede llevar a un ciclo de evitación: cuanto más se evitan las situaciones angustiantes, más se refuerza la creencia de que tales experiencias son insoportables.Por ejemplo, alguien con fobia social puede evitar eventos sociales para evitar sentir ansiedad. Sin embargo, esta evitación perpetúa la intolerancia y refuerza la idea de que la angustia es inmanejable.

3. Impacto en la Toma de Decisiones: Las personas con intolerancia a la angustia pueden tomar decisiones basadas en evitar el malestar emocional en lugar de considerar objetivamente las opciones. Por ejemplo, alguien podría rechazar una oportunidad laboral desafiante debido al temor de sentir ansiedad o estrés, en lugar de evaluar racionalmente los beneficios y riesgos.

Estrategias de Intervención

La intolerancia a la angustia puede ser abordada de manera efectiva mediante estrategias terapéuticas basadas en evidencia, tales como:

1. Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT):

○ La ACT se centra en aceptar las emociones negativas en lugar de evitarlas. Ayuda a las personas a comprometerse con sus valores y objetivos a pesar del malestar emocional. En la ACT, se fomenta la idea de que el malestar emocional es parte de la experiencia humana normal. En lugar de luchar contra las emociones negativas, se anima a las personas a aceptarlas y a actuar de acuerdo con sus valores personales. Por ejemplo, alguien con intolerancia a la angustia podría aprender a aceptar la ansiedad como una respuesta natural en ciertas situaciones y, al mismo tiempo, comprometerse con actividades significativas en su vida.

2. Exposición Gradual:

○ Exponerse gradualmente a situaciones que generan angustia ayuda a desafiar las creencias de que el malestar es insoportable y a desensibilizar a las personas ante situaciones que les generan angustia. Por ejemplo, una persona con fobia a volar podría realizar exposiciones graduales, como visitar un aeropuerto primero y luego sentarse en un simulador de vuelo.

3. Reevaluación de Creencias Irracionales:

○ Identificar y cuestionar las creencias catastróficas sobre el malestar emocional. ¿Es realmente insoportable? ¿Qué evidencia hay en contra?

4. Mindfulness y Atención Plena:

○ La práctica de dirigir y focalizar la atención ayuda a reducir la reactividad emocional y a aceptar las emociones sin juzgarlas. Además, permite observar los pensamientos y emociones propios sin identificarse plenamente con ellos.

En resumen, la intolerancia a la angustia afecta la calidad de vida y el bienestar emocional al aumentar el sufrimiento, perpetuar la evitación y sesgar la toma de decisiones. Reconocer y abordar este aspecto es fundamental en la terapia para ayudar a las personas a desarrollar estrategias más efectivas para manejar sus emociones.

Por: Agustina Repetto. Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Actualmente, estudiante del Posgrado en Sexualidad Humana: sexología clínica y educacional con base en Perspectiva de Género y Derechos Humanos.

Trabajo publicado en: Jun., 2024.

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