Definición de Arbusto

En nuestro idioma denominamos como arbusto a aquella planta que ostenta una larga vida y se caracteriza físicamente por su altura media, su tallo leñoso y corto y la presentación de ramas desde su misma base.

Su estructura está especialmente formada por madera, celulosa y lignina.

Si bien los arbustos comparten con los árboles muchas características mencionadas líneas arriba, a saber que son perennes y disponen de leña o madera en su tallo, cabe destacarse que las principales diferencias entre ambos y a través de ellas justamente podemos diferenciarlos y distinguirlos es que los arbustos son mucho más bajos con respecto a los árboles (oscilan en menos de los ocho metros de alto), los cuales suelen alcanzar alturas ciertamente considerables.

Y por otra parte se distancian de los árboles en que los arbustos no se erigen en un tronco solamente sino que su base ya presenta ramificaciones, es decir, se trata de una planta que presenta muchas más ramificaciones que las que tiene un árbol.

Al paisaje en el que abundan y destaca la presencia de arbustos se lo denomina formalmente como matorral. Acompañando el paisaje de arbustos se suman normalmente a este bioma el césped, las hierbas y las plantas que crecen bajo la tierra, también conocidas como plantas geófitas.

Ahora bien, es importante que destaquemos los matorrales y sus principales especies pueden presentarse naturalmente en un sitio geográfico, es decir, resultan de las condiciones climáticas y de las características del suelo de ese espacio, o en su defecto pueden ser un resultado de la actividad del hombre, o sea, el ser humano promueve y desarrolla el matorral con su acción.

Vale destacarse que el clima es de gran influencia a la hora de determinar el tipo de matorral existente. Así en climas desérticos está el matorral xerófilo, cuyas plantas se adaptan idealmente a este tipo de clima más bien seco, observando en su formato características físicas que así lo permiten, como por ejemplo disponer de hojas más bien chicas para así evitar la pérdida de agua o la disposición de espinas que les permiten defenderse de los animales típicos de pastos.