Agustina Repetto
Licenciada en Psicología

El término bullying se utiliza para referirse al acoso escolar y proviene de la palabra inglesa bully, que en español significa ‘matón’. Un matón es una persona que se caracteriza por tener una actitud violenta, prepotente y ofensiva hacia los demás. El bullying es un patrón de comportamiento violento al que se somete a un niño, niña o adolescente por uno o varios de sus compañeros o compañeras de la escuela. Esta dinámica vincular de hostigamiento y maltrato intencional, ya sea físico, verbal y/o psicológico, se caracteriza por sostenerse en el tiempo y producir consecuencias graves en quien lo sufre.

Según un estudio realizado por la organización no gubernamental internacional «Bullying sin Fronteras», mueren alrededor de 200.000 niños, niñas y adolescentes en todo el mundo como resultado del bullying. Esto evidencia la gravedad de la problemática a nivel global. En Argentina, estudios llevados a cabo por la misma organización muestran que durante el período correspondiente a 2021 y 2022 hubo un aumento del 20% de los casos graves de bullying. Esto sugiere cierta incapacidad de las estrategias llevadas a cabo hasta el momento para abordar esta problemática tan compleja.

Diferentes formas de bullying

En el bullying intervienen una amplia gama de comportamientos violentos y repetidos, que se pueden agrupar en tres grandes dimensiones:

– Violencia física directa: incluye la Intimidación física, como empujar, golpear o patear a alguien.

– Violencia verbal directa: incluye insultar, burlarse, amenazar, coaccionar o realizar comentarios ofensivos hacia una persona.

– Violencia indirecta: puede incluir la difusión de rumores o información falsa sobre una persona, excluir a una persona de su grupo de pertenencia, robar o dañar las pertenencias de alguien de manera intencional.

Desde ya que los ejemplos mencionados son solo algunos de los comportamientos que, al ser ejercidos intencionalmente de manera repetitiva sobre una misma persona, pueden constituir bullying. Es necesario tener en cuenta que todo comportamiento violento del tipo mencionado que genere miedo o daño en una persona puede ser considerado como bullying.

¿Qué consecuencias puede tener el acoso escolar?

Las consecuencias del acoso escolar pueden ser muy graves para quien lo sufre, tanto para su desarrollo psicológico, intelectual y social. La persona hostigada puede experimentar síntomas somáticos, como dolores de cabeza, náuseas, malestares estomacales, mareos, ataques de ansiedad, lesiones físicas, entre otros. Además, las víctimas de bullying pueden desarrollar todo tipo de trastornos del estado del ánimo, de la conducta y del sueño.

Por ejemplo, pueden padecer problemas tales como alteraciones en el rendimiento escolar, desmotivación en general, insomnio, ataques de ira, cambios repentinos del humor, sufrimiento psicológico, angustia, baja autoestima, sentimientos de frustración, tristeza, depresión, ataques de pánico e ideación y conducta suicida, entre otros malestares. También, puede querer alejarse del entorno social y aislarse de otras personas, así como faltar a la escuela. Es frecuente que se observen cambios en la forma de relacionarse, por ejemplo, suele observarse en quienes sufren esta problemática reacciones desmedidas ante situaciones que tal vez no lo ameritan, así como una falta de defensa en aquellas situaciones que sí la requieren.

¿Cómo prevenir el bullying?

Para prevenir el acoso escolar, es importante implementar estrategias efectivas de comunicación entre los agentes institucionales escolar y familiar, así como una política de tolerancia cero frente a cualquier forma de violencia en la escuela en general y en el aula en particular. Esto significa que se debe sancionar cualquier tipo de comportamiento violento, y se debe trabajar en colaboración con la familia de quien ejerce la violencia y la escuela para abordar el problema. Además, es esencial establecer reglas de convivencia seguras y amigables que promuevan la tolerancia hacia la diferencia, la inclusión, la solidaridad y la empatía entre los compañeros. Para ello, es necesario que tanto padre como tutores y profesores estén atentos ante cualquier señal que indique que algún niño, niña o adolescente pueda estar sufriendo de bullying.

Para lograr esto, es necesario educar y formar a los alumnos en habilidades emocionales, lo que les permitirá comunicar sus sentimientos de manera más adaptativa y les ayudará a resolver los conflictos de una manera más funcional. También es fundamental enseñar habilidades sociales para mantener relaciones interpersonales más saludables y efectivas. Además, es necesario proporcionar a los estudiantes información suficiente sobre el acoso escolar: qué es, cómo prevenirlo y cómo identificarlo, cuáles son las consecuencias negativas que tiene para la víctima y para el agresor, y cómo actuar frente a la problemática.

En general, prevenir y erradicar el bullying requiere un enfoque integral y compromiso de todos los agentes sociales. Cada uno de nosotros debe hacer de su parte para crear un ambiente más seguro y acogedor para todos los estudiantes.

Por: Agustina Repetto. Licenciada en Psicología, egresada de la Universidad Nacional de Mar del Plata. Actualmente, estudiante del Posgrado en Sexualidad Humana: sexología clínica y educacional con base en Perspectiva de Género y Derechos Humanos.

Art. actualizado: Feb. 2023; sobre el original de diciembre, 2013.

Datos para citar en modelo APA: Repetto, A. (Feb. 2023). Definición de Bullying. Significado.com. Desde https://significado.com/bullying/