Definición de Cerrajería

El oficio asociado a los dispositivos de apertura y cierre de puertas y ventanas es el de cerrajero y el establecimiento dedicado a esta actividad se conoce como cerrajería. Como es lógico, se trata de una actividad orientada a un fin muy concreto: mantener la seguridad en viviendas y establecimientos.

Otros servicios relacionados

En una cerrajería se pueden ofrecer una extensa gama de servicios: cerramientos y acristalamientos, montaje de automatismos y toldos, reparación e instalación de chapas, trabajos con estructuras de carpintería metálica, sistemas de apertura para automóviles, fabricación de llaves maestras, apertura de cajas fuertes o asesoramiento a los clientes sobre cuestiones de seguridad.

Todo ello se proyecta en cuatro sectores principales: residencial, automotriz, industrial y comercial. Asimismo, las actividades de la cerrajería se integran dentro de una disciplina, la ingeniería de seguridad.

Las llaves y las cerraduras también tienen su historia

Los historiadores no se pueden de acuerdo a la hora de concretar la invención de los cerrojos, pues unos afirman que fueron los antiguos egipcios mientras que otros consideran que fue una invención de los chinos. En cualquier caso, los primeros sistemas con cerradura y llave tienen más de 4000 años.

Como otros muchos inventos, éste fue concebido inicialmente para los más ricos, pero con el paso del tiempo se extendió al conjunto de la población.

Durante siglos el principal material para la fabricación de cerraduras y llaves fue la madera, aunque en ocasiones se utilizaba el metal. Con el paso de los siglos se introdujeron una serie de avances técnicos, como el uso de cerrojo con pestillo, los cerrojos de palanca y los que no necesitaban una llave.

Durante la Edad Media aparecieron las primeras ordenanzas gremiales en las que se regulaba el oficio de cerrajero. La primera cerradura de combinación apareció en el siglo XlX. En el siglo XX surgió un nuevo avance revolucionario: las cerraduras codificadas digitalmente.

Las llaves tienen un valor simbólico

Quien posee las llaves de un lugar es alguien con un cierto «poder». Esto es lo que sucede con los profesionales que custodian las llaves de los grandes recintos, con los carceleros o con los guardianes de los castillos en la antigüedad.

En la esfera de la religión cristiana las llaves del Reino de los Cielos fueron confiadas al apóstol San Pedro. Por otra parte, en los concursos de televisión donde se regalan apartamentos o vehículos, la entrega de estos premios se realiza a través de sus correspondientes llaves. No olvidemos, por último, que un niño empieza a ser autónomo cuando tiene sus propias llaves.

En síntesis, un simple utensilio que sirve para abrir y cerrar una cerradura se convierte en algo lleno de simbolismo.

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