Qué es Claudicar y Claudicación
Si una persona renuncia a algo por algún tipo de presión se produce una claudicación. Por otro lado, si alguien decide no mantener sus convicciones por algún motivo, también está claudicando.
En español, el verbo claudicar equivale a otros, como rendirse, ceder o transigir. En cualquier caso, si alguien decide claudicar esto quiere decir que se da por vencido, se rinde o renuncia a sus ideas.
En cuanto a su origen etimológico, proviene del verbo claudicare en latín, que en su origen significaba cojear. Hay que indicar que en el lenguaje de la medicina se utiliza la idea de claudicación para expresar la paralización de alguna extremidad provocada por alguna patología dolorosa.
Distintos contextos del lenguaje en los que se utiliza la idea de claudicar
Todas las personas tienen unas creencias personales. Tales creencias sirven como guía para el comportamiento cotidiano. En principio, nadie está dispuesto a renunciar a ellas y solamente se produce una claudicación cuando una causa externa obliga a ello. Esa causa externa puede ser una amenaza o una presión psicológica.
En un enfrentamiento deportivo hay siempre dos rivales, normalmente dos personas o dos equipos. Cuando uno de ellos entiende que la victoria es imposible, puede verse forzado a una claudicación. Esto implica reconocer la derrota y otorgar la victoria al oponente. Algo muy similar ocurre en los enfrentamientos entre dos ejércitos, pues el que claudica asume su derrota y las consecuencias que se derivan de ella.
En la esfera política, en ocasiones se produce igualmente una claudicación. Esto ocurre cuando un líder o un partido político toma la decisión de no presentarse a unas elecciones o cuando una formación política evita la confrontación de ideas con otras formaciones.
No claudicar ante la adversidad
Frente a los problemas que inevitablemente surgen caben dos opciones: la rendición o mantenerse firme en las propias convicciones. Imaginemos a un estudiante de medicina que sueña con convertirse algún día en un médico que alivia el sufrimiento de los demás. Su anhelo puede ser firme, pero es muy probable que en el camino se encuentre con algún obstáculo: asignaturas difíciles durante la carrera, problemas personales que le hacen pensar en un posible abandono de los estudios o cualquier otro contratiempo.
Estas situaciones adversas actúan como una amenaza que podría cambiar su proyecto y conducirle al abandono de su sueño. El estudiante de medicina tiene otra opción frente a los problemas: no claudicar. La no claudicación implica afrontar las dificultades y resistir.
Fotos: Fotolia – Alex_Po – Vinzstudio
Trabajo publicado en: Jul., 2017.
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