Definición de Cliché
El concepto de cliché dispone de varios usos en nuestro idioma, en tanto, se trata de un concepto que procede del idioma francés pero que ha logrado asentarse como uno más en nuestra lengua como consecuencia de su uso extendido.
El término se usa en español con varios sentidos, los mismos que se usan en el francés.
Concepto de origen francés usado para denominar diversas cuestiones: pedazo de película revelada y con imágenes en negativo, plancha en la que se graba en las imprentas, y las ideas o expresiones repetidas
A instancias de la fotografía, el cliché, es el pedazo de película ya revelada y con imágenes en negativo.
Por otro lado, en el ámbito de la imprenta, el cliché designa a la plancha en la cual se grabará aquello que se imprimirá.
Y finalmente el concepto se usa para referirse a aquella idea o expresión que aparece muy repetida en una obra literaria por ejemplo.
Este es sin dudas el uso más extendido que dispone este término.
Cliché es aquella frase, expresión, idea o acción que ha sido empleada con exceso, hasta punto tal de perder fuerza y originalidad, en especial, si en un comienzo apareció como algo novedoso e innovador en su categoría.
Cuando una idea o manifestación es repetida y repetida con recurrencia termina por ser aceptada como válida por la mayoría de las personas y ahí se genera el famoso cliché.
Sinónimo de estereotipo
Asimismo el concepto es usado como sinónimo de estereotipo.
Un estereotipo es una percepción simplificada que se tiene acerca de una persona, cosa o agrupación y que comparten determinadas características.
O sea consiste en un preconcepto que actúa como predicción del comportamiento que observarán esas personas o grupos justamente.
En tanto, el concepto deriva del molde de plomo que se usaba en las imprentas en lugar del molde original y que también dio paso a la creación de una metáfora para indicar la posibilidad de traslado de un lugar a otro de ideas preestablecidas.
Los medios de comunicación desarrollan un rol especial en la creación y reproducción de estereotipos, quienes los difunden a través de sus contenidos, en tanto, el público accede a estos modelos preestablecidos y los va internalizando.
Aplicación en ficción literaria, en el cine y hasta en países
Es algo bastante recurrente y común que los autores de historias, novelas y hasta los oradores a instancias de algún discurso oral caigan en clichés; la mayoría de las veces el empleo de clichés implicará la falta de originalidad, creatividad e innovación en la obra, historia o discurso en cuestión y por supuesto no será para nada bien visto en el público, ya que tal situación será considerada como una deficiencia a la hora de formular una idea propia.
En el mundo del cine los clichés son elementos frecuentes en los relatos, por ejemplo, la chica fea a la cual nadie mira y que de pronto cuando comienza a arreglarse y vestirse de otro modo, el chico más popular cae rendido a sus pies… Cuantas veces habremos visto esta escena en las películas, especialmente en aquellas comedias románticas destinadas al público adolescente.
Aunque no siempre el empleo de clichés es considerado como una seña de falta de creatividad, ya que en algunas situaciones puede servir para establecer la sintonía con la audiencia, es decir, a través de las herramientas del habla. El empleo de clichés al servicio de una historia en muchos casos permite la simplificación de aquello que se está queriendo contar y entonces se facilita que todo el amplio público comprenda lo que se está queriendo comunicar.
Otro uso beneficioso que se le puede atribuir al cliché, es cuando se lo emplea en el cine o en una obra para luego romperlo, presentando una realidad absolutamente opuesta a la que propone el cliché.
Entonces, a veces el uso excesivo de clichés puede causar molestia en el espectador, aunque, en algunas situaciones, un cliché puede sumar al entendimiento de una historia y además ser un elemento inspirador de realidades.
Y también es común que se emplee el cliché a la hora de hablar de los países y sus respectivos usos y costumbres y culturas.
Por ejemplo, de los argentinos se dice que son soberbios, que aman el tango, el asado, el fútbol, en tanto, de los españoles solemos escuchar que son apasionados de las corridas de toros, de los bailes flamencos y muy entretenidos y afables en el trato.
Por su lado, los italianos suelen ser catalogados de seductores, elegantes, y por supuesto amantes de la pizza y la pasta.
Mientras tanto de los norteamericanos que son muy formales, que aman la comida chatarra y son bastante gorditos.
Por supuesto todo esto entra dentro del universo de los clichés y estereotipos. Hay cuestiones que son ciertas y otras que no lo son tanto y que pueden estar más exageradas.
Trabajo publicado en: Dic., 2010.
Escriba un comentario
Contribuya con su comentario para sumar valor, corregir o debatir el tema.Privacidad: a) sus datos no se compartirán con nadie; b) su email no será publicado; c) para evitar malos usos, todos los mensajes son moderados.