Definición de Comicios

En relación con los procesos de votación que tienen lugar en una nación existen varias denominaciones equivalentes, como comicios, elecciones, consulta popular o proceso electoral. Todas ellas comparten una misma idea general: aquellas personas que tienen reconocido el derecho al voto pueden expresar su voluntad a través de las urnas.

La mayoría de comicios tienen lugar en un contexto democrático

En algunas dictaduras los ciudadanos son consultados para emitir su opinión sobre ciertas cuestiones. Sin embargo, en el contexto de un régimen totalitario las elecciones no ofrecen las suficientes garantías.

Unas elecciones democráticas están asociadas a una serie de requisitos y condiciones. Algunos de ellos son los siguientes:

1) el proceso electoral está regulado por la ley,

2) para que las votaciones sean limpias es necesario garantizar las libertades individuales,

3) las distintas formaciones políticas ejercen un control sobre el proceso de votación,

4) hay una junta electoral u organismo de supervisión que actúa como entidad reguladora ante cualquier posible irregularidad.

Al margen de estas condiciones, en elecciones libres es necesario que exista un reconocimiento jurídico relacionado con la libertad de expresión y cámaras de representación popular.

El origen del término comicios se encuentra en la cultura de la Antigua Roma

Este vocablo viene del latín comitia, que literalmente quiere decir «ir juntos». Desde un punto histórico, los comicios eran reuniones o asambleas del pueblo en las que los ciudadanos expresaban sus opiniones sobre los asuntos públicos. Esta forma de participación popular no era la única, ya que también existía el Senado, pero esta institución tenía un carácter aristocrático.

Había distintas modalidades de asambleas populares, como los Comitia Tributa o los Comitia Centuriata. En estas reuniones el pueblo podía expresar su voluntad. De este contexto histórico proviene también la expresión vox populi.

En las asambleas populares no se tomaban decisiones con un valor legal. La gente que participaba en ellas daba su opinión, aplaudía o gritaba, pero sus puntos de vista carecían de valor jurídico. Sin embargo, en la sociedad romana se consideraba que dichas asambleas tenían un valor político, ya que en ellas se podía conocer cuáles eran las inquietudes del pueblo llano.

En síntesis, las asambleas no eran un sistema de representación política, sino un conjunto de ciudadanos agrupados en categorías sociales.

Fotos: Fotolia – nikiteev / anggar3ind