Definición de Compasión
Licenciada en Psicología
1. La compasión es la percepción clara del dolor del otro, desencadenando sentimientos de simpatía y solidaridad en el individuo, es decir, que lo hace sufrir a la par por un problema que no es directamente suyo, motivándolo a buscar soluciones capaces de mitigar ese sufrimiento.
Etimología: Por las formas del latín tardío compassio, compassiōnis, determinado por el prefijo com-, de junto, en propiedad de unidad, y el término pasión, por el latín en sus expresiones passio, passiōnis, tomado como calco del griego πάθος (páthos), asociado a ‘sufrimiento’, ‘aflicción’, ‘padecer’; de este modo, se observa el prefijo παθο- (patho-), como en patología, en cuyo caso influido por el francés pathologie.
Cat. gramatical: Sustantivo fem.
En sílabas: com-pa-sión.
Compasión
El término ‘compasión’ ha sido utilizado durante siglos en diversas tradiciones religiosas, filosóficas y culturales para describir una actitud de empatía y comprensión hacia el sufrimiento de los demás. En la tradición budista, por ejemplo, la compasión se considera una de las «cuatro grandes virtudes», junto con la amabilidad, la alegría y la ecuanimidad. En la filosofía antigua, el término «compasión» también se utilizaba para describir la capacidad de sentir empatía por los demás y para actuar en consecuencia. Por ejemplo, en la ética de Aristóteles, la compasión se considera una de las virtudes que permiten a los seres humanos vivir una vida ética y plena.
El papel de la compasión dentro de la Terapia de Aceptación y Compromiso
Desde la psicología, se puede pensar que la compasión es una emoción compleja que implica sentir empatía hacia el sufrimiento de los demás y a la vez tener el deseo de aliviar ese sufrimiento. La corriente psicológica conocida como Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT, por sus siglas en inglés) se enfoca en la idea de aceptar las emociones y pensamientos no deseados y en la realización de acciones que se basan en los valores personales. Desde esta perspectiva, la práctica de la compasión no solo implica sentir empatía y tener el deseo de aliviar el sufrimiento de los demás, lo que puede promover sentimientos de conexión y cuidado fomentando relaciones interpersonales más saludables, sino también hacia uno mismo.
La compasión hacia uno mismo se enfoca en tratar los propios pensamientos y emociones con amabilidad y aceptación, en lugar de juzgarlos o tratar de suprimirlos. Al practicar la compasión, se fomenta la comprensión de que todos los seres humanos experimentan sufrimiento y luchas en la vida, y se busca actuar en consecuencia para apoyar y cuidar a los demás en su camino hacia el bienestar. En este marco, la compasión juega un papel importante en el proceso de aceptación y en la conexión con los propios valores, ya que puede ayudar a las personas a aceptar sus emociones y pensamientos difíciles sin juzgarlos ni resistirlos, lo que a su vez puede contribuir a reducir el sufrimiento emocional.
La diferencia entre compasión y empatía
La empatía y la compasión son dos conceptos distintos, aunque están relacionados entre sí. Mientras que la empatía se refiere a la capacidad de comprender y compartir los sentimientos y perspectivas de los demás, la compasión implica el deseo activo de ayudar a aliviar el sufrimiento ajeno.
Aunque la empatía puede ser un primer paso hacia la compasión, ya que nos permite sentir una conexión con los demás y el deseo de aliviar el sufrimiento de otra persona, es posible sentir empatía sin experimentar la motivación activa que implica la compasión.
La compasión como habilidad emocional esencial: la perspectiva de Goleman y la escala de autocompasión de Neff
La compasión es considerada un componente clave de la inteligencia emocional por Daniel Goleman. Según él, es una habilidad emocional esencial que nos permite conectarnos con los demás, entender sus perspectivas y sentir empatía por sus emociones. Además, la compasión también nos ayuda a regular nuestras propias emociones y a responder adecuadamente a las necesidades de los demás. Al comprender y responder adecuadamente a las emociones de los demás, podemos construir la confianza y la cooperación que son necesarias para el éxito en el ámbito tanto personal como profesional.
Por otro lado, Kristen Neff ha desarrollado una escala para medir la autocompasión, que es la capacidad de tratarse a uno mismo con amabilidad, comprensión y aceptación en momentos de dificultad. La escala de autocompasión de Neff consta de 26 elementos y se ha utilizado en numerosos estudios para investigar la relación entre la autocompasión y el bienestar emocional. Estos estudios han encontrado que las personas con mayores niveles de autocompasión tienden a experimentar menos ansiedad y depresión, y a tener una mayor autoestima y una mayor satisfacción con la vida.
Por lo tanto, tanto la perspectiva de Goleman como la escala de autocompasión de Neff nos muestran que la compasión es una habilidad emocional esencial. Por un lado, nos permite conectarnos con los demás y con nosotros mismos, lo cual es fundamental para cuidar nuestra salud mental, al permitirnos aceptar y responder de manera compasiva a nuestros propios pensamientos y emociones difíciles. Por otro lado, es una herramienta valiosa para fomentar la empatía y la comprensión en situaciones de conflicto interpersonal o intercultural, ya que nos permite entender y responder de manera asertiva frente a las emociones de los demás.
Art. actualizado: Abril 2023; sobre el original de agosto, 2012.
Referencias
Goleman, D. (1995). Emotional intelligence. New York, NY: Bantam BooksNeff, K. (2011). Self-compassion, self-esteem, and well-being. Social and Personality Psychology Compass
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