Lilén Gomez
Profesora en Filosofía

En el lenguaje corriente, entendemos por crítica al juicio u opinión sobre algo o alguien, usualmente, de carácter negativo. No obstante, el término hace referencia de manera general a la acción de opinar sobre algo, ya sea de manera favorable o desfavorable, por ejemplo, en el caso de la crítica profesional en el campo de las artes y espectáculos. A su vez, el término se vincula con la noción de crisis, en este sentido, se habla de situaciones o eventos críticos para hacer referencia a su carácter decisivo respecto de cierto hecho o estado de cosas.

Los orígenes del concepto de la crítica se remontan a la Antigüedad griega, en torno al siglo V a. C. Sobre la forma del griego κριτική (kritikḗ), respecto de κρίσις (krísis), que remite a ‘crisis’, asociado a la idea de ‘discernimiento’, comparte su raíz con el verbo κρίνειν (krínein), el cual designa la acción de ‘distinguir’, ‘marcar’, ‘juzgar’, ‘valorar’, entendida como una capacidad que puede ser cultivada con esfuerzo a lo largo del tiempo. Quien practicaba y lograba desarrollar dicha capacidad era considerado un κριτικός (kritikós), a saber, un crítico, entrenado en distinguir y discriminar, al interior del campo de la escritura, los buenos de los malos autores, de acuerdo con los recursos literarios o argumentativos empleados en sus textos. Desde esta perspectiva, se llega a ser crítico por medio del estudio de un amplio número de obras, dedicado a la comprensión de cada una de ellas; pero atendiendo, a su vez, a los sistemas de pensamiento, a las tradiciones y a los contextos históricos en los que aquellas se inscriben.

En este sentido, la figura del crítico es, aun en la actualidad, ante todo, la de un lector minucioso, el cual busca situar al texto en cuestión en un contexto de referencia —cultural, académico, social, político, económico—, para luego rastrear relaciones entre dicha obra y otras obras del mismo autor y de la tradición cultural a la que éste pertenece; se detiene en los campos léxicos utilizados por el autor para indagar en la historia de las palabras y figuras empleadas; construye y explora diferentes interpretaciones. De esta manera, el crítico cultiva una cierta forma de erudición, que le permite un análisis pormenorizado de los materiales intelectuales con los que trabaja.

La crítica en la Modernidad

En Occidente, la noción de crítica adquiere hacia la Modernidad un uso específico, el cual se consolidará, más tarde, al interior de la tradición del pensamiento alemán. El filósofo Immanuel Kant (1724 — 1770) se constituye, en ese momento, como referente paradigmático de la corriente que llevará, luego, su propio nombre, conocida como criticismo kantiano. Kant entiende la actividad crítica no como el comentario a las obras escritas, sino como una operación llevada a cabo por el entendimiento respecto de los contenidos de la razón misma, con el objetivo de discernir hasta dónde es capaz de conocer el intelecto humano. El filósofo denomina crítica a su empresa, puesto que ésta radica, así, en una delimitación de los límites del conocimiento humano. El objeto de la Crítica de la Razón Pura, considerada como una de las obras más importantes de la historia del pensamiento, se centra, entonces, en discernir las posibilidades del ser humano de obtener un conocimiento metafísico, que trascienda el ámbito de lo empírico.

La idea del pensamiento crítico

Muchas veces, en el habla cotidiana se utiliza la idea del pensamiento crítico para designar un modo de pensamiento reflexivo, orientado hacia la construcción de opiniones propias, por oposición a la repetición automatizada de las opiniones de otros o del sentido común. En América Latina, la noción del pensamiento crítico se asocia a cierta tradición pedagógico-educativa, que considera a la enseñanza no como una mera transmisión de contenidos, sino como un proceso que tiene por objetivo brindar a los estudiantes herramientas para que desarrollen su capacidad de pensamiento autónomo. La tradición pedagógica del pensamiento crítico asume un rol político y social, cuya tarea está atravesada por las condiciones materiales del contexto latinoamericano, signadas por la historia de la colonización europea sufrida por los pueblos del continente. En este sentido, el pensamiento crítico se identifica con un pensamiento dirigido a la liberación y emancipación de los hombres.

Por: Lilén Gomez. Profesora en Filosofía, Universidad de Buenos Aires, Argentina. Desempeño en el ámbito de la docencia y la investigación, en áreas de la Filosofía Contemporánea.

Art. actualizado: Enero 2023; sobre el original de marzo, 2009.

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