Definición de Disentir

Disentir significa no estar de acuerdo en el punto de vista aportado por el interlocutor sobre un tema concreto. Se trata de una diferencia de opiniones que es totalmente lógica y natural en el plano profesional cuando distintos miembros del equipo pueden tener su visión particular sobre un tema específico y también, en el plano personal puesto que las parejas, por mucho que se quieran, no están de acuerdo en todo.

¿Por qué se produce esta diferencia en los puntos de vista? Porque cada ser humano es único e irrepetible, tiene su propia experiencia, sus valores, sus creencias y su carácter. Por esta razón, conviene tomar estas diferencias como una oportunidad para estimular el diálogo y poder aprender de los demás. En cambio, existen personas que se sienten muy incómodas cuando están con alguien que disiente de su punto de vista. Tomar conciencia de estas diferencias de criterio también aporta otro aprendizaje importante: no se puede contar con la aprobación de todo el mundo.

Diferencias de criterio

Desde el punto de vista de la ciencia, una de las ramas de conocimiento en la que más diálogo ha existido entre los distintos autores es la filosofía. Los distintos pensadores muestran a través de sus obras sus puntos de vista en común y aquellos puntos en los que disienten respecto de otros autores.

En la sociedad de las nuevas tecnologías cuando existen nuevas formas de comunicación también se crean nuevas posibilidades para mostrar estos acuerdos o desacuerdos. Por ejemplo, en una conversación de whatsapp, un amigo puede mostrar a otro que disiente con él en un punto específico.

Es posible disentir en un tema superficial que no tiene una mayor trascendencia en la relación, sin embargo, cuando se produce una diferencia de criterios fundamental en un aspecto esencial de la relación, las consecuencias sí pueden ser distintas.

Por ejemplo, si una pareja disiente en los puntos principales de su estilo de vida, puede ocurrir que sea imposible encontrar puntos de acuerdo.

Coloquios y debates

Existen contextos en los que el diálogo se activa. Uno de ellos es en los debates, las tertulias y los coloquios en los que, los distintos participantes, muestran su perspectiva particular sobre el tema tratado. Y en la conversación surgen acuerdos y discrepancias.

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