Definición de Duna

Licenciado en Biología
En el ámbito de la geografía, una duna es una acumulación de arena provocada por la acción del viento, símil a una colina, y paisaje típico de zonas desérticas y de playa.
La sedimentación eólica es un proceso geológico impulsado por el viento y desempeña un papel significativo en la formación de los relieves de las zonas áridas. Si bien el viento es un agente geomorfológico menos potente que el agua de los ríos, responsable de la erosión y sedimentación fluvial o que los glaciares, su acción es relevante en ambientes áridos, donde hay poca agua disponible y las precipitaciones son muy bajas. En estas zonas no existen cursos de agua permanentes y se forman escorrentías superficiales transitorias las pocas veces que llueve. Como cualquier otro agente geomorfológico, las geoformas generadas por el viento pueden ser resultado de la erosión o de la sedimentación.
Sedimentación eólica
Mediante este proceso, el viento transporta partículas de tierra y arena y las deposita en otros lugares. El viento solo puede levantar partículas pequeñas, del tamaño de la arena o más finas, como arcilla y limo. No es lo suficientemente fuerte como para levantar materiales más grandes, como gravas o bloques de roca.
En las zonas húmedas, la capacidad del viento de levantar material es menor, porque la arena húmeda tiene más cohesión. Piensa en un castillo de arena: con arena seca, es imposible que el castillo conserve la forma, porque los granos de arena no tienen cohesión y el castillo se desplomaría. Cuando la arena está húmeda, el agua entre los granos “pega” las partículas entre sí, logrando que el castillo se mantenga con más facilidad.
Lo mismo ocurre en la superficie de la Tierra: cuando la arena está seca, es más fácil que se la lleve el viento.
Estas partículas son transportadas por el viento y llevadas a distancias variables, mientras más pequeñas sean, más tiempo estarán flotando como polvo en el aire.
Cuando el viento pierde velocidad o encuentra obstáculos, como rocas o plantas, ya no puede mantener las partículas en suspensión y estas caen al suelo. Este proceso se conoce como sedimentación.
Las acumulaciones que se forman de estos sedimentos traídos por el viento son las geoformas de sedimentación eólica. Las más familiares son las acumulaciones de arenas que forma las dunas y los mares de arena o ergs.
Las dunas de arena son colinas o montículos de arena suelta que se forman cuando el viento transporta y deposita arena en un lugar específico.
Las dunas pueden tener distintas formas y tamaños, pero una vez que se forma una pequeña duna, sigue creciendo; porque la propia duna crea un obstáculo para el viento, que entonces sigue depositando su arena en ese lugar.
Las dunas no solo crecen en altura, sino que se trasladan en la dirección del viento. Es como si a la duna, lentamente, se la llevara el viento.
Esto ocurre porque en la pendiente de la duna de cara al viento, o cara de barlovento, la arena suelta de la base de la duna es empujada continuamente cuesta arriba por el viento, al llegar a la punta de la duna o cresta, la arena se desploma y cae por la pendiente de sotavento. Este proceso hace que la duna avance en la dirección del viento. Por este motivo, las dunas son unas de las geoformas más dinámicas, y el avance de las dunas se pueda dar en poco tiempo.
Dunas en ambientes desérticos
Existen diferentes tipos de dunas. Qué se forme un tipo u otro depende de la disponibilidad de arena en la zona y de la fuerza y constancia de los vientos.
En los desiertos, las dunas que se forman pueden ser longitudinales, trasversales, en estrella o barjanes.
Los barjanes son las dunas más conocidas: son relativamente pequeñas (a escala de relieve, pero pueden tener varias decenas de metros de altura) y en forma de media luna.
Los cuernos de los barjanes, o las puntas de la medialuna apuntan en el sentido contrario al sentido del viento. Los barjanes avanzan lentamente a medida que el viento los empuja y son comunes en desiertos con vientos constantes.
Las dunas longitudinales son colinas alargadas y delgadas de arena que se extienden en la dirección del viento predominante.
Las dunas trasversales tienen una cresta perpendicular al viento predominante. Se forman en áreas donde el viento cambia de dirección con frecuencia. Las dunas en estrella se asemejan a estrellas cuando se ven desde arriba. Se forman en áreas donde los vientos soplan desde diferentes direcciones.
El término mar de arena o erg se usa para referirse a vastas extensiones de terreno cubierto de arena. En estos lugares, la arena y las dunas se extienden hasta donde llega la vista, y parecen no tener fin. Los tipos de dunas se combinan o aparecen tipos intermedios, y es realmente difícil poder clasificarlas adecuadamente.
Vistos desde el cielo, un mar de arena o erg tiene la apariencia de un mar, con las crestas de las dunas alineadas, que parecen olas marinas. Hay mares de arena en el Sáhara, al norte de África y en la costa de Perú.
Un mar de arena es un desierto de arena. Aunque hay que hacer la distinción entre desierto, que es una denominación para una zona de clima árido, en la que no solo puede haber arena, y mar de arena, que es un termino geológico para nombrar a las grandes extensiones de arena que existen en las regiones desérticas.
Dunas en ambientes costeros
En las zonas costeras, cerca de las playas, se forman unas dunas distintas: las dunas costeras o dunas parabólicas, que en ocasiones son llamadas médanos.
Las dunas parabólicas son parecidas a los barjanes, pero sus cuernos apuntan hacía donde viene el viento, por lo general, el viento de la costa viene desde el mar. Vistas desde el mar, las dunas costeras tienen forma de U con la abertura hacía la playa.
La vegetación puede frenar el avance de las dunas, y una duna con vegetación que ya no se traslada se dice que es una duna estabilizada.
La vegetación costera desempeña un papel fundamental en la estabilización de las dunas costeras; que suelen estar bordeando la costa de las ciudades (por ejemplo, muchas ciudades y pueblos que están en la costa atlántica del sur de Brasil, Uruguay y Argentina están muy cerca de campos de dunas costeros).
El avance de las dunas sobre las casas y la ciudad es un problema serio, pero la vegetación, con su efecto estabilizador puede ayudar a detener las dunas.
Las raíces de las plantas ayudan a retener la arena y el suelo en su lugar. Esto evita que el viento transporte las partículas y, por lo tanto, ayuda a prevenir la erosión y la migración de la duna.
La vegetación también actúa como cortavientos y forma una barrera natural que disminuye la velocidad del viento que sopla sobre la duna. A medida que el viento pierde velocidad al pasar a través de las plantas, se vuelve menos capaz de transportar partículas.
Si sobre la duna crece un tapiz de pastos o plantas rastreras, la cubierta vegetal “protege” a la arena, evitando que el viento le pegue directamente.
Estos efectos de la vegetación estabilizan la parte central de la duna costera, porque recordemos que este tipo de duna se desarrolla cerca de la playa, en cualquier clima. Una vez que el viento arrastra la duna hacia el interior del continente, donde hay vegetación, la migración de la duna se detiene.
Si la vegetación costera es perturbada, por algún evento natural o acciones humanas, entonces las dunas quedan desprotegidas y el traslado de la duna hacía el continente se reanuda. Esto puede significar un riesgo significativo para las personas que viven cerca de las costas con dunas y en la degradación de los hábitats, que de pronto pasan a estar cubiertos de arena.

Art. actualizado: Agosto 2025; sobre el original de julio, 2013.
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