Definición de Educación Ambiental

David Alercia
Licenciado en Biología

La educación ambiental es un enfoque pedagógico que busca acercar a las personas a una comprensión integral del ambiente como un sistema de relaciones múltiples, donde no solo se superponen, sino que se entrecruzan los niveles ambiental, ecológico y social (y dentro de lo social, lo político).

En las últimas décadas, los problemas ambientales han ido en aumento, a la par que ha aumentado la población humana y la presión sobre los recursos naturales. Los conflictos ambientales son una exteriorización de la forma en que las sociedades se relacionan con el ambiente, y de sus formas de utilizar y repartir los recursos, los beneficios y también los costos del deterioro ambiental que produce la extracción de esos recursos. Es por ello que los conflictos ambientales siempre tienen un componente social y político, que tiene que ver con esos sistemas de reparto de costos y beneficios. De ahí que la educación ambiental no pueda tener solo un enfoque científico, ni solo social.

La toma de decisiones participativa es uno de los pilares básicos del enfoque de sustentabilidad, y se basa en el reconocimiento de que las comunidades tienen derecho a elegir lo que se hace en su territorio. Para poder participar en una discusión y tomar una decisión informada, es necesario formarse, y aquí es donde entra la educación ambiental.

Objetivos de la educación ambiental

Muchas veces ocurre que las personas desconocen la riqueza natural del lugar en el que viven, o desconocen los beneficios que los ecosistemas sanos les otorgan, por lo que no sienten la necesidad de protegerlos.

Uno de los principales objetivos es ayudar a las personas y a los grupos sociales a desarrollar una mayor sensibilidad y conciencia sobre el ambiente en general y sus problemas específicos.

La educación ambiental no intenta imponer un criterio conservacionista, busca que las personas reconozcan la importancia del entorno natural y la necesidad de conservarlo para las generaciones futuras.

Para lograr esto, necesariamente hay que proporcionar una comprensión básica del medio ambiente en su totalidad. Esto incluye los problemas ambientales, la presencia y función de la humanidad en él, y las responsabilidades que ello conlleva.

El conocimiento científico no se queda fuera de la educación ambiental, pero no es el único conocimiento que puede tenerse en cuenta.

Los saberes tradicionales y las formas que tiene la comunidad de relacionarse con su ambiente también se consideran: la cultura ambiental local siempre es un factor a tener muy en cuenta en cualquier iniciativa. Si la educación ambiental es contraria a la cultura ambiental local, probablemente sea rechazada por esa comunidad.

Desarrollar las habilidades necesarias para resolver problemas ambientales es otro objetivo clave. Desde luego que no se busca con esto crear especialistas, si no que las personas sepan lo suficiente para poder resolver situaciones por su cuenta, o poder pedir ayuda a un especialista cuando la necesiten.

Características de la educación ambiental

Para que sea efectiva, y puedan lograrse los objetivos, la educación ambiental debe tener algunas características particulares.

El proceso de educación ambiental debe ser permanente e integral. Esto significa que no es una actividad aislada, sino un proceso continuo que se integra en todos los aspectos de la educación.

Se focaliza en la resolución de problemas concretos, cuestiones reales y tangibles que afectan al medio ambiente local y con las que las personas conviven día a día. Esto hace que los contenidos sean relevantes y aplicables a la vida diaria de los participantes.

Aquí hay una gran diferencia con una formación especialista en temas ambientales, por ejemplo, una carrera ambiental, donde se hace hincapié en cuestiones teóricas, que quizá no tengan una aplicación directa, pero contribuyen a la formación del profesional.

De esto surge otra de las características de la educación ambiental, que es regional, es decir, que los contenidos se adaptan a la realidad local de las personas, los problemas que ocurren en el lugar donde viven y se dejan de lado cuestiones lejanas que no les afectan.

Por ejemplo, en una iniciativa de educación ambiental en la selva de Perú no tiene ningún sentido hablar sobre la problemática del derretimiento del hielo marino del Ártico de Canadá. No es que esto no sea importante, pero para la comunidad de personas que vive en la selva, ese conocimiento no es relevante.

Así como las problemáticas ambientales involucran aspectos sociales y ecológicos la educación ambiental no puede abordar esos problemas desde una única perspectiva, y es participativa e interdisciplinaria, integrando los conocimientos de varias áreas que tienen relevancia para comprender la complejidad ambiental.

Desafíos y oportunidades de la educación ambiental

El concepto surgió hace más de 30 años. Aún hoy, la educación ambiental enfrenta varios desafíos y, como en todo, oportunidades de mejorar.

Uno de los grandes problemas de la educación ambiental, que le ha valido no pocas críticas, es su visión utópica, propia del tiempo en el que nació el concepto. En el mundo actual, ya queda claro que algunas estructuras no se pueden cambiar, y seguir insistiendo con un cambio global cada vez pierde más sentido. El reto de la educación ambiental contemporánea es convertirse en un instrumentó útil para las personas, y ayudarlas a resolver sus problemas cotidianos. A través de la educación, se pueden formar ciudadanos comprometidos con la protección del medio ambiente. Pero estos cambios a nivel personal se trasladan muy lentamente a las políticas nacionales.

En la mayoría de los países, la toma de decisiones ambientales a nivel nacional sigue la lógica del mercado, o dependen de la menor o mayor sensibilidad ambiental del presidente de turno. Llegar con la educación ambiental a los líderes y tomadores de decisiones es otro de los desafíos actuales. Ellos son quienes más rechazan el sesgo utópico de la educación ambiental, porque requieren, quizá más que nadie, herramientas útiles para evaluar decisiones y evaluar costos y beneficios futuros. Desarrollar esta herramienta requiere conciliar la perspectiva del mercado con la perspectiva de protección ambiental, lo que no es nada fácil, pero es posible, con metodologías tales como la economía ecológica, que trata de ponerle precio a los daños generados por la perdida de funciones y servicios ecosistémicos.

Fotos: iStock – Choreograph / selimaksan

 
 
 
Por: David Alercia. Licenciado en Biología por la Universidad Nacional de Córdoba, especializado en gestión ambiental, y trabaja en turismo científico.

Art. actualizado: Febrero 2025; sobre el original de mayo, 2016.
Datos para citar en modelo APA: Alercia, D. (Febrero 2025). Definición de Educación Ambiental. Significado.com. Desde https://significado.com/educacion-ambiental/
 

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