Significado de ego Definición, características para Freud y Jung

Definición formal

A partir del latín ego, traducido como yo, está presente en el comportamiento del ser humano, quien se coloca por encima de los demás en un escalón de superioridad, siendo un aspecto analizado por las máximas autoridades de la psicología dada la importancia en el carácter individual.

Uno piensa que sabe más que el otro, y por ende lo trata con inferioridad. Asimismo, el ego no permite ver los propios errores porque se supone que la persona es dueña de la verdad absoluta. Es la contracara de la humildad, y primo del egocentrismo.

El ego y superyo en Sigmund Freud

En su teoría de la personalidad el ego es un nivel de la psique humana y está formado por aquellos deseos conscientes y algunos inconscientes que se encuentran entre dos niveles: los deseos más profundos ubicados en nuestro inconsciente (el ello) y las estructuras culturales y sociales incorporadas en nuestra mente (el superyo).

Por otra parte, el yo se ocupa del mundo real y de alguna manera es un nivel psíquico que intenta controlar los otros dos niveles mencionados. En otros términos, el ello nos presiona desde nuestro interior diciéndonos lo que queremos hacer y el superyo nos condiciona desde el exterior recordándonos lo que deberíamos hacer.

Diván frente a la casa en la que nació Freud en República Checa

El ego según Carl Jung

En la terminología psicoanalítica de Jung el ego o yo se refiere a la instancia psíquica que engloba un conjunto de ideas, sentimientos y percepciones de tipo consciente y con los cuales nos identificamos. Por debajo de nuestro yo, hay otras instancias que no controlamos y que se encuentran en un nivel inconsciente.

La parte consciente de nuestra personalidad o ego es la que gobierna nuestra existencia como individuos y se forma como resultado de la colisión entre nuestras apetencias más primitivas y nuestro entorno exterior.

Características y diferencias del: adjetivo ególatra, comportamiento egoísta y egocentrismo

El adjetivo ególatra califica a la persona que muestra una veneración exagerada hacia sí mismo. Quien posee esta característica es un individuo narcisista. Desde lo psicológico, estas personas poseen una escasa empatía por los demás y una sobrevaloración de ellos mismos (el mito griego de Narciso es el origen del narcisismo).

El comportamiento egoísta consiste en actuar a favor de uno mismo y sin tener en cuenta a los demás. Como otras inclinaciones humanas, la egoísta tiene distintos grados (en su versión razonable el egoísmo conecta con el instinto de supervivencia y en su vertiente más negativa es una actitud poco respetuosa con el resto de personas).

Por último, el egocentrismo es una variante del egoísmo y la egolatría. En este sentido, el individuo egocéntrico presenta algunos rasgos de personalidad: quiere destacar sobre los demás, busca el protagonismo en su entorno personal y adopta una cierta indiferencia hacia los asuntos ajenos.