Definición de Escéptico

Decimos que una persona es escéptica cuando tiende a dudar sobre la verdad de algo. Su actitud suele obedecer a una forma de ser, según la cual no es razonable aceptar algo como verdadero sin las suficientes pruebas e incluso con datos y elementos suficientes el escéptico puede mantener su recelo con respecto a la verdad. Esta actitud es algo más que una inclinación del temperamento, ya que existe una corriente intelectual y filosófica basada en la duda, el escepticismo.

Consideraciones sobre el escepticismo como planteamiento filosófico

Etimológicamente escéptico proviene del griego y significa literalmente examinar atentamente. Como planteamiento general, se parte de una idea: no hay un conocimiento absoluto sobre nada. En consecuencia, no es posible mantener ningún criterio como definitivo y seguro. Esta consideración fue sostenida por algunos filósofos griegos del mundo antiguo, singularmente por Pirrón. También hubo críticas a la postura escéptica, pues se afirmó que es una idea contradictoria: si no podemos estar seguros de nada, ya estamos seguros de algo, es decir, que no estamos seguros.

En la historia de la filosofía hay dos grandes corrientes, una dogmática y otra escéptica. Mientras el dogmatismo busca la certeza racional sobre algún aspecto de la realidad, el escepticismo se presenta como movimiento opuesto. De alguna manera, el pensador escéptico intenta cuestionar el exceso de confianza de la razón o de la fe.

Ejemplos de rivalidad entre ambas posturas hay varios en la historia del pensamiento: un Platón que defiende la verdad frente a unos sofistas que la cuestionan o el racionalismo asentado en unos principios sólidos de la razón enfrentado al empirismo con un talante escéptico.

Los escépticos suelen defender el siguiente argumento: si hubiera un conocimiento firme y seguro no se producirían cambios en el contenido del conocimiento. En otras palabras, la transformación del conocimiento es una prueba de que no hay un saber definitivo. En consecuencia, el escepticismo duda sobre la propia idea de verdad. Ante esta argumentación, los no escépticos sostienen lo contrario: el cambio en el conocimiento obedece a la búsqueda permanente de la verdad, por lo que existe una verdad.

Algunos pensadores han subrayado la parte positiva del escepticismo, considerándolo un movimiento que sirve como freno a cualquier forma de fanatismo ideológico. En cambio, otros sostienen que la actitud de duda permanente es perniciosa intelectualmente, ya que humanamente es conveniente creer en algo y tener convicciones firmes, pues de lo contrario nos convertimos en individuos inmersos en la duda y en la inacción.

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