Definición de Actitud

Renata González
Título de Prof. en Psicología

La actitud es una cierta disposición o postura para percibir, pensar o actuar, que se manifiesta al entorno desde el cuerpo (ejemplo: posturas, gestos) o a través de las palabras (ejemplo: tono de voz, modulación).

Existen actitudes positivas, negativas, quejumbrosas, pensativas, ya que las formas de transitar las experiencias vitales son singulares. Por ejemplo: “Tamara es una adolescente de actitud rebelde”. Una misma persona puede cambiar de actitud, según el medio o el momento de su vida.

Características de las actitudes

Las actitudes pueden transformarse:
1- De un ambiente a otro: se puede tener, por ejemplo, una actitud hostil en el trabajo y una actitud alegre en el hogar (o viceversa); una actitud reflexiva en la escuela y una actitud divertida en las fiestas.

2- Según el destinatario: una actitud alegre con los amigos y una actitud competitiva con compañeros laborales; una actitud comprensiva con la familia, pero desconsiderada con los vecinos.

3- También puede cambiar en el tiempo, siendo que hay momentos en los que uno está con “mucha actitud” (buena energía, perseverancia, ímpetu) para encarar las situaciones, mientras que en otros tenemos “poca actitud” (decaimiento, ideas negativas y falta de fuerza).

Frente a una misma situación, las personas pueden presentar diversas actitudes, lo que tendrá íntima relación con el modo de entender la realidad y sus posibles resoluciones.

Por ejemplo, si tengo una actitud positiva frente a un problema con un amigo, intentaré resolverlo a través del diálogo, con la esperanza de reconciliarme pronto. En cambio, si la actitud es negativa, estaré reacia/o a la conversación, con mala predisposición, falta de escucha y de empatía.

Diferencia entre actitud y aptitud

Mientras que la actitud refiere a nuestros modos o disposiciones (ejemplo: Mariela tiene una actitud desinhibida en los eventos), las aptitudes dan cuenta de las capacidades certificadas en cierto ámbito (ejemplo: Juan Pedro obtuvo el certificado de aptitud psicológica y física para retornar al trabajo) o de las habilidades naturales de una persona (ejemplo: Inés tiene grandes aptitudes para los negocios).

Cabe aclarar que los certificados de aptitud son emitidos por profesionales: médicos psiquiatras, médicos cardiólogos, psicólogos, etcétera, a su vez matriculados por la entidad correspondiente a su localidad y/o región. Cada profesión y oficio se considera apta para el ejercicio de sus incumbencias si ha recibido el título habilitante que corresponde según la legislación apropiada.

El trabajo en equipo y la inteligencia emocional, junto a la habilidad para comunicar ideas, son aptitudes (en el sentido de habilidades profesionales no necesariamente aprendidas y/o validadas en instituciones educativas) tenidas muy en consideración en las entrevistas laborales.

Consejos para mejorar la actitud

Una actitud positiva nos ayudará a lidiar mejor con nuestros impedimentos, a recuperarnos más rápido de las caídas y a rodearnos de otras personas con la misma actitud y/o transmitirles nuestra positividad.

Pero ¿Qué son las actitudes positivas? Son aquellas que promueven en uno mismo -y en los que nos rodean- emociones positivas, tales como amabilidad, empatía, resiliencia, afecto, empuje, fortaleza, optimismo y esperanza. Se trata, como expresa el dicho popular, de ver el vaso medio lleno.

Las actitudes se entrenan y el primer paso para trabajar sobre ellas es hacerlas conscientes, ya que muchas veces no nos damos cuenta de nuestra posición. Luego, debemos hacer que respondan a nuestra voluntad, educándolas de manera reflexiva y con perseverancia, a través del ensayo y el error.

Transformar o potenciar las actitudes positivas es un trabajo de constancia (no se logra de un día para el otro) y puede ser bastante difícil si tendemos a ver las cosas negativamente, por acostumbramiento o porque somos infelices, pero los beneficios deberían servirnos de impulso para la tarea.

Podemos cambiar nuestra actitud de dos formas:

1- Yendo a la causa: si se origina en nuestra forma de vida, por ejemplo, si no nos agrada nuestro trabajo o nuestros vínculos son tóxicos, lo normal es que nuestra actitud sea negativa. Por ello, yendo al origen y modificando nuestro entorno y/o hábitos, podemos ser más felices y, con ello, virar hacia una postura más positiva.

2- Alterando nuestra mirada: aunque nuestras condiciones permanezcan inmutables, si así lo elegimos, nuestra percepción puede ser distinta, más positiva, poniendo atención al lado bueno de las situaciones, personas y/o cosas.

Si no podemos mejorar la actitud por nosotros mismos, ni con la ayuda de nuestro círculo íntimo (pareja, amigos, familiares), una excelente opción es solicitar ayuda profesional de un psicólogo. Pedir ayuda no es señal de debilidad; muy por el contrario, es un signo de salud mental, autoobservación e inteligencia emocional.

 
 
 
Por: Renata González. Título de Profesora en Psicología, egresada de la Universidad Nacional de La Plata.

Art. actualizado: Oct. 2022; sobre el original de octubre, 2008.
Datos para citar en modelo APA: González, R. (Oct. 2022). Definición de Actitud. Significado.com. Desde https://significado.com/actitud/
 

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