Definición de Escitas

Alsina Gonzàlez
Periodista esp. e investigador

Fueron los señores de Asia central en tiempos remotos, excelentes jinetes capaces de derrotar al Imperio persa aplicando una política de “tierra quemada” pero, sorprendentemente, poco conocidos aún en occidente. Ellos fueron los escitas.

Los escitas fueron un pueblo nómada de origen iranio que ocupó y dominó la estepa central asiática entre los siglos VII y I a.C.

Su estructura social era parecida a otro pueblo nómada, de raíces totalmente diferentes, pero que acabaría conformando el imperio más extenso habido sobre la capa de la tierra: los mongoles.

El pueblo escita carecía de un estado unificado, dividiéndose en tribus independientes que podían luchar entre ellas, o aliarse para defenderse de un ataque externo. Políticamente formaban una especie de confederación, sobre la base de una cultura común.

Como pueblo nómada, eran excelentes jinetes y también arqueros, siendo valorados como mercenarios en, por ejemplo, Grecia.

Su fama como guerreros se incrementó cuando fueron capaces de resistir el intento de invasión persa liderado por Darío I El Grande.

Teóricamente, para los persas que poseían un vasto imperio y un gran ejército, los escitas no eran un rival que pudiera presentarles batalla, y de hecho así era en un enfrentamiento campal, pero los escitas fueron muy inteligentes de no caer en las provocaciones de Darío y atacar al ejército invasor en campo abierto, sino hostigarlo y dificultar su logística privándolo de lo que pudieran encontrar en su camino, aplicando una política de “tierra quemada”.

Según fuentes antiguas, Darío entró en Escitia con un ejército de 700.000 hombres, una cifra que a día de hoy se considera exagerada.

Además de no poder alimentar a soldados y monturas con lo que encontrara a su paso (porque todo había sido destruido), Darío tenía que afrontar un hostigamiento en forma de escaramuzas y emboscadas que sus tropas sufrían constantemente por parte de la alianza escita.

Las tropas persas se internaron en las estepas, hasta que Darío se dió cuenta de que la táctica escita consistía en atraerlo hacia el norte para, cuando ya estuviera suficientemente lejos de sus bases de partida, cortarle la retaguardia.

De esta forma, el ingente ejército persa se quedaría aislado en suelo enemigo y sin nada que llevarse a la boca, lo que constituía una derrota segura, así que el Rey de reyes decidió volver hacia el sur.

Fue allí, cerca del Danubio (pues había penetrado en territorio escita partiendo desde la parte europea de su imperio) que tuvo la última oportunidad para entablar una batalla campal que esperaba fuera decisiva.

Pero cuenta la leyenda que, al ver que los jinetes escitas formados ante las tropas persas se lanzaban a cazar una liebre que había irrumpido entre sus filas, Darío concluyó que ello era debido a que sus enemigos estaban tan seguros de la victoria que no daban mucha importancia a la batalla en sí, así que ese fue el momento en que decidió abandonar Escitia y dar la guerra por perdida.

Junto a la resistencia de las polis griegas, la victoria escita sobre Persia son las dos mayores derrotas que sufrió el Imperio Aqueménida.

Tanto este como otros relatos nos llegan por fuentes no escitas, pues pocos son los escritos que nos ha legado este pueblo.

Y lo poco que tenemos no son más que algunas inscripciones en, por ejemplo, estelas funerarias, sin ninguna muestra de literatura.

Lo que sí nos han legado los escitas son tumbas, con ajuares funerarios increíbles, y en los que se incluían caballos y enseres de monta, como los arneses de sujeción.

Pese a que ganaron fama como guerreros, también eran un pueblo comerciante.

De hecho, fuentes antiguas, sobretodo griegas, mencionan que su riqueza provenía del comercio. Precisamente, con los griegos hubo un gran intercambio comercial, puesto el territorio escita limitaba con zonas ricas en grano, mientras que el suelo griego era pobre.

También algunos escitas se sedentarizaron, dedicándose al cultivo.

En el siglo I a.C. los escitas desaparecen, dominados por los sármatas.

Estos últimos fueron un pueblo culturalmente afín al Escita, y dominado por las tribus escitas.

De los escitas nos queda más por saber de lo que realmente sabemos. Son un pueblo misterioso a nuestros ojos, que no nos ha dejado muchos testimonios de cómo vivía, pero igualmente fascinante aunque un gran desconocido por parte de la opinión pública.

Fotos: Fotolia – Juulijs / Hunta

 
 
 
Por: Alsina Gonzàlez. Estudios en ingeniería informática en la Universitat de Girona, experiencia en numerosos medios tradicionales y digitales de tecnología, e investigador en temas de historia sobre el eje de la Segunda Guerra Mundial.

Trabajo publicado en: Ago., 2018.
Datos para citar en modelo APA: Gonzàlez, G. A. (agosto, 2018). Definición de Escitas. Significado.com. Desde https://significado.com/escitas/
 

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